martes, 27 de enero de 2009

SE NECESITAN LOCOS


¡Dios mío!
Envíanos algunos locos, de aquellos que se comprometen a fondo,
de aquellos que se olvidan de sí mismos,
de aquellos que saben amar con obras y no con palabras,
de aquellos que se entregan verdaderamente hasta el fin.

Nos hacen falta locos, desafinados, apasionados,
personas capaces de dar el salto en el vacío inseguro,
desconocido y cada día más profundo de la pobreza;
aquellos que saben aceptar la masa anónima, sin deseo de utilizarla como escabel; aquellos que no utilizan para su servicio al prójimo.

Nos hacen falta locos ¡Dios mío!

Locos en el presente, enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores del pobre, amantes de la paz, libres de compromisos,
decididos a no hacer nunca traición, despreciando su propia comodidad, o su vida, plenamente decididos por la abnegación, capaces de aceptar toda clase de tareas, de partir dondequiera que sea por disciplina, al mismo tiempo libres y obedientes, espontáneos y tenaces, alegres, dulces y fuertes.

Nota: Normalmente, a las personas que obran así, les llaman locos
¡Bienvenidos los locos!

1 comentario:

olga dijo...

hola nuevamente hermano josè y me alegra tanto su artìculo, porque segùn lo describe, creo que gracias a dios yo soy una loca de esas, y todo lo hago en el nombre de jesùs y de marìa. Soy maestra de 1er grado y hago una de locuras con mis alumnos que me he llevado una serie de regaños por parte de mis superiores que solo reprimen las ganas de crecer, no solo intelectual sino espiritualmente. Y con mis hijos, ni se diga, y a pesar de eso ellos tiene bien presente mi papel e imagen de mamà y me respetan demasiado, pero me alegro tanto de que se diviertan con mi compañìa y con la de su papà que tambièn es otro loco enamorado de dios. Y pues ni modo, siempre nos veràn como bichos raros, todo para gloria de dios.