Una niña de diez años, que quedó embarazada tras ser violada por su tío, fue sometida en Recife (Brasil) a un aborto en la semana 22 de embarazo, un caso que recibió el rechazo de los obispos y representantes providas.
El embarazo de la pequeña fue descubierto en el municipio de São Mateus
a comienzos de este mes, luego de haber sido llevada al hospital por dolores
abdominales. El examen constató el embarazo de la niña que sufría el abuso de
su tío desde los 6 años.
El 14 de agosto, un juzgado del estado de Espíritu Santo, por medio de
la rama de Infancia y Juventud de São Mateus, autorizó el aborto. La decisión
fue del juez Antônio Moreira Fernandes, atendiendo un pedido del Ministerio
Público de Espírito Santo.
En un primer centro de salud, el Hospital das Clínicas, en Vitória
(Espíritu Santo), los médicos rechazaron hacer el aborto porque “la edad gestacional no estaba amparada en la
legislación”.
La niña fue llevada entonces al Centro Integrado de Saúde Amaury de Medeiro
(CISAM-UPE), en Recife, estado de Pernambuco, donde finalmente se realizó el
aborto.
El médico Olimpio Barbosa de Moraes Filho del CISAM, dijo a un programa
de televisión local que el domingo “fue inducido la
muerte fetal por medio de un medicamente” y que hoy “debe ser expulsado el feto” para luego proceder “al curetaje”.
Barbosa indicó que en este caso “la ley es
garante” ya que en “el caso de estupro, la
norma técnica indica que es hasta las 22 semanas, pero tampoco está prohibido
después de este plazo”.
El mismo domingo 16 de agosto varios grupos provida se manifestaron en
los exteriores del CISAM para intentar salvar al bebé y a la niña del aborto.
El coordinador del Movimiento Legislación y Vida, profesor Hermes
Rodrigues Nery, dijo que esto “ha sido el terrible
asesinato de un bebé de cinco meses, inyectado la sustancia letal de cloruro de
potasio en su corazón”.
El activista provida alertó que este caso puede ser “manipulado” para que el Supremo Tribunal Federal
autorice despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación.
El Arzobispo de Olinda y Recife (Brasil), Mons. Fernando Saburido,
lamentó que una niña de 10 años haya sido sometida al aborto, a las 22 semanas
de gestación, luego de haber sido abusada por un tío.
“Como Arzobispo de Olinda y Recife no puedo callar
ante este hecho. Si fue grave la violencia del tío que abusaba de una niña
indefensa, culminando con un violento estupro, también fue gravísimo el aborto
realizado en Recife, cuando todo esfuerzo debió haberse hecho para la defensa
de las dos niñas, madre e hija”, dijo el
Prelado este 17 de agosto.
En su nota, Mons. Fernando Saburido dijo que “infelizmente,
Recife se está creando la fama de ‘capital del aborto’. Ante esto debemos
‘combatir el buen combate’, para cambiar esta triste fama”.
En este caso, lamentó el Prelado, todo se ha hecho “en un día domingo con la dificultad de la articulación
además de las informaciones desencontradas”. Así, no se ha respetado el
mandamiento de Jesús que dice “no matarás”.
“Me solidarizo con tantas voces que se levantaron
contra este vergonzoso y lamentable acontecimiento. En este tiempo de pandemia,
muchos profesionales de la salud tienen encantado al mundo y reciben homenajes
por su lucha en defensa de la vida de las víctimas del COVID-19, en la que
algunos han fallecido. De otro lado, nos decepciona percibir que aún existen
profesionales de la salud que se prestan a la práctica del aborto”, dijo el Arzobispo de Olinda y Recife.
Tras precisa que aunque el aborto fue hecho con autorización judicial,
Mons. Saburido explicó que un aborto no puede ser realizado por “una persona de fe, o una atea incrédula consciente,
considerando una cuestión de respeto a la ley de Dios o simplemente por el
principio ético, basado en el valor inviolable de la vida”.
“Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos dé
fuerza para defender la vida, don de Dios, que solo Él puede tomar”, concluyó.
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Digital
BRASIL: OBISPOS LAMENTAN ABORTO REALIZADO A NIÑA DE 10 AÑOS
Los Obispos de Brasil condenaron que una niña de 10 años, que tenía cinco meses y medio de
embarazo, haya sido sometida a un aborto, cuando se contaba con todo el apoyo del personal
médico para el cuidado de su vida y la del bebé.
El embarazo de la pequeña fue descubierto en el municipio de São Mateus
a comienzos de este mes, luego de haber sido llevada al hospital por dolores
abdominales. El examen constató el embarazo de la niña que sufría el abuso de
su tío desde los 6 años.
El 14 de agosto, un juzgado del estado de Espíritu Santo, por medio de
la rama de Infancia y Juventud de São Mateus, autorizó el aborto. La decisión
fue del juez Antônio Moreira Fernandes, atendiendo un pedido del Ministerio
Público de Espírito Santo.
En un primer centro de salud, el Hospital das Clínicas, en Vitória
(Espíritu Santo), los médicos rechazaron hacer el aborto porque “la edad gestacional no estaba amparada en la
legislación”.
La niña fue llevada entonces al Centro Integrado de Saúde Amaury de
Medeiro (CISAM-UPE), en Recife, estado de Pernambuco, donde finalmente se
realizó el aborto.
En un comunicado, el presidente de la Comisión Episcopal por la Vida y la Familia de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Mons. Ricardo Hoepers,
cuestionó la decisión de practicar el aborto en la niña y dijo que “es una historia que necesita ser aclarada”.
El Prelado cuestionó la decisión de realizar el aborto, cuando “tenían apoyo profesional a favor de las dos vidas,
tenían un hospital dispuesto a cuidarla hasta el final del embarazo, tenían
todas las condiciones para salvar ambas vidas”.
“De repente, un traslado, de un estado a otro, y
toda una movilización para que se realice el aborto. En manos de quién cayó la
tutela de esta chica, ¿quién decidió todo por ella?”, preguntó.
Mons. Hoepers señaló que “fueron muchos los
involucrados, pero el silencio y la omisión de los órganos institucionales que
tienen la prerrogativa de defender la vida, se entregaron a las maniobras de
quienes defienden la muerte de inocentes”.
Además, destacó que el “Ministerio Público
de Espírito Santo, el Consejo de Tutela, las Secretarías de Salud Municipal de
Vitória y Recife y las Secretarías de Salud del Estado de Espírito Santo y
Pernambuco tienen muchas explicaciones para dar a la sociedad brasileña”.
“¿Por qué se rechazó un informe técnico y el apoyo
de los profesionales?, lo que obligó al hospital a dar de alta y trasladar
repentinamente a la niña a un hospital de otro estado. Claramente hay un abuso
de poder que merece ser investigado”, indicó.
El Prelado dijo que es infame y horrendo el dolor que causa la violación
y el abuso sexual, “pero la muerte de un ser
inocente e indefenso por el aborto es igual de terrible. Ambos son delitos”.
“Hoy hago una oración por todos los niños que
quisieran nacer, jugar, llorar y vivir, ¡pero fueron asesinados antes de nacer!
Esperamos explicaciones y respuestas sobre este caso”, añadió.
El Obispo de São Mateus, ciudad natal de la niña, Mons. Paulo Bosi
Dal'Bó, informó en un comunicado que, desde que tuvo conocimiento del caso, la
diócesis ha realizado “todos los esfuerzos
necesarios, por medios legales, para intentar ayudar de la mejor manera posible
y encontrar una solución en la que se preserve las dos vidas”.
“Un equipo de profesionales (de los estados de São
Paulo y Espírito Santo) luego de un fructífero encuentro con el obispo y un
sacerdote (profesor de Teología Moral), presentaron al Foro Municipal un
trabajo en el que ofrecieron una estructura hospitalaria y asistencial, capaz
de responder con profesionalismo, ética y humanismo a las necesidades de este
caso en concreto”, agregó.
Mons. Bosi Dal'Bó señaló que se visitó a la familia de la niña para “conocer todas las posibilidades de ayuda que son tan
necesarias en este momento” y lamentó la noticia de la realización del
aborto.
Subrayó que “la protección de la vida
humana, desde la concepción, no excluye en modo alguno una actitud de
compasión, misericordia y protección hacia el drama de la niña violada. Pero
humanamente hablando, no se puede reparar el mal con otro mal”.
“Unámonos en oración y pidamos al Espíritu Santo
que nos ilumine, así como a todos los que tenemos responsabilidades en la
defensa de la vida en este momento”, instó.
Traducido y adaptado por Harumi
Suzuki. Publicado originalmente en ACI
Digital.
Redacción ACI Prensa
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