miércoles, 19 de febrero de 2020

¿QUÉ SIGNIFICAN LOS COLORES LITÚRGICOS Y CUÁNDO SE USAN?


La diversidad de colores en las vestiduras sagradas deben estar marcados también en nuestro corazón.

Por: Redacción | Fuente: tallereseclesiasticosbelen.com
La diversidad de colores en las vestiduras sagradas pretende expresar con más eficacia, aún exteriormente, tanto el carácter propio de los misterios de la fe que se celebran, como el sentido progresivo de la vida cristiana en el transcurso del año litúrgico. Así los cristianos oran con sentimientos diversos evocados también por los colores de las vestiduras litúrgicas.

BLANCO:
Se usa en tiempo pascual, tiempo de navidad, fiestas del Señor, de la Virgen, de los ángeles, y de los santos no mártires. Es el color del gozo pascual, de la luz y de la vida.
Expresa alegría y pureza.

ROJO:
Se usa el domingo de Ramos, el Viernes Santo, Pentecostés, fiesta de los apóstoles y santos mártires. Significa el don del Espíritu Santo que nos hace capaces de testimoniar la propia fe aún hasta derramar la sangre en el martirio. Es el color de la sangre y del fuego.

VERDE:
Se usa en el tiempo ordinario (período que va desde el Bautismo del Señor hasta Cuaresma y de Pentecostés a Adviento). Expresa la juventud de la Iglesia, el resurgir de una vida nueva.

Se usa en los oficios y Misas del «ciclo anual».
MORADO:
Indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús, el espíritu de penitencia; por eso se usa en adviento, cuaresma y liturgia de difuntos. Es signo de penitencia y austeridad.

MENOS USADOS:

DORADO O PLATEADO:
Subraya la importancia de las grandes fiestas. En los días más solemnes pueden emplearse ornamentos más nobles, aunque no sean del color del día

ROSA:
Subraya el gozo por la cercanía del Salvador el Tercer Domingo de Adviento, e indica una pausa en el rigor penitencial el Cuarto Domingo de Cuaresma. Es símbolo de alegría, pero de una alegría efímera.

AZUL:
Indica las fiestas marianas, sobre la Inmaculada Concepción.

NEGRO:
Expresión de duelo.

TODOS ESTOS COLORES DEBEN ESTAR MARCADOS TAMBIÉN EN NUESTRO CORAZÓN:
  • Debemos vivir con el vestido blanco de la pureza, de la inocencia. Reconquistar la pureza con nuestra vida santa.
  • Debemos vivir con el vestido rojo del amor apasionado a Cristo, hasta el punto de estar dispuesto a dar nuestra vida por Cristo, como los mártires.
  • Debemos vivir el color verde de la esperanza teologal, en estos momentos duros de nuestro mundo, tendiendo siempre la mirada hacia la eternidad.
  • Debemos vivir el vestido morado o violeta, pues la penitencia, la humildad y la modestia deben ser alimento y actitudes de nuestra vida cristiana.
  • Debemos vivir el vestido rosa, solo de vez en cuando, pues toda alegría humana es efímera y pasajera.
  • Debemos vivir con el vestido azul mirando continuamente el cielo, aunque tengamos los pies en la tierra.


VESTIDURAS DE UN SACERDOTE. - CASULLA, ALBA Y CÍNGULO
El significado espiritual, de la vestimenta de los sacerdotes en cada celebración

Por: Redacción | Fuente: ACI Prensa
CASULLA:
Es la vestidura que se pone el obispo sobre las demás prendas. Consiste en una pieza alargada con una abertura en el centro para pasar la cabeza. Es el símbolo de caridad, que hace dulce y suave el yugo de Jesucristo. Vestidura Sagrada que se pone el alba y que sirve para celebrar la Misa. Está abierta por lo alto, para que entre la cabeza, y por los lados; cae por delante y por detrás desde los hombros hasta media pierna.

El presbítero o el obispo que preside la Eucaristía se reviste la casulla: su nombre ya indica que es como una especie de "casa pequeña", a modo de manto amplio que cubre a la persona (como el "poncho" americano actual).  La casulla es el indumento litúrgico que ha venido a caracterizar sobre todo la celebración eucarística.

SE USAN EN DIFERENTES COLORES:

BLANCO: Representa las fiestas y solemnidades.
VERDE: Se utiliza en tiempo ordinario.
ROJO: Representa las fiestas de los mártires y misas especiales de los santos.
MORADO: Para la Semana Santa y cuaresma, así como para la misa de difuntos.

ALBA:
Es una amplia túnica que cubre al celebrante de arriba a abajo y se sujeta a la cintura con un cíngulo, simboliza la pureza del corazón que el sacerdote ha de llevar al altar.

CÍNGULO:
Cordón o cinta de seda o de lino, con una borla a cada extremo, que le sirve al Sacerdote para ceñirse el alba.

LOS SACRAMENTOS, LO QUE LA IGLESIA CELEBRA - EL SIGNO DE LOS SACRAMENTOS
Dios quiso comunicar su gracia de manera sensible para que al hombre le fuera más fácil entender.

Por: Cristina Cendoya de Danel | Fuente: Catholic.net
SIGNO: MATERIA Y FORMA

Dios – que conoce la naturaleza humana –
quiso comunicar su gracia de manera sensible para que al hombre le fuera más fácil entender. También Jesucristo quiso utilizar signos sensibles que demostraran la acción invisible del Espíritu Santo, utilizando elementos materiales y comunes a la vida diaria de los hombres.

Estos elementos materiales no fueron escogidos arbitrariamente, sino que llevan el significado de lo que desean obtener sobrenaturalmente y que unidos a unas palabras se lograra un efecto santificador. Ejemplo: el agua nos hace pensar en limpieza. En el Bautismo se utiliza el agua como señal de toda mancha de pecado que pudiera existir en el alma y que impide la santificación.

Estos signos son algo que implican un significado que demuestra otra cosa – la gracia -, al ser sensibles, se perciben por los sentidos. Existe una diferencia entre “signo” y “símbolo”. “Signo” es algo qué “está ocurriendo” en ese momento, existe una relación natural. La sonrisa de una persona, es signo de una alegría interior. El "símbolo” es algo que representa otra cosa. Aquí la relación es convencional. La bandera es un símbolo de un país, pero no es el país.

A estos elementos materiales los denominamos “materia” y las palabras que la acompañan son la “forma”. La materia y la forma son elementos constitutivos de los sacramentos y son la esencia misma de cada uno de ellos. Ambas son inseparables, significan una sola acción. Si falta la forma, no hay sacramento, si falta la materia, tampoco. La Iglesia, en su calidad de custodia de estos medios de salvación, no puede variar la esencia misma, solamente puede cambiar el rito. (Cfr. Ef. 5, 26; Hechos 6, 6; Sant. 5, 14).

La Materia es la “cosa sensible” ”lo que se realiza” que se emplea cuando se administran y que se percibe a través de los sentidos. Por ejemplo el agua en el Bautismo, el pan y el vino en la Eucaristía. Esa cosa sensible y unida a la forma es “signo” de otra cosa, la “gracia”.

La Forma son las palabras que se pronuncian, guardan una relación con la materia y ambas le dan sentido completo a la acción, que allí se está llevando a cabo. Ejemplo de palabras: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, dichas mientras se derrama el agua sobre el bautizado.

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