“La
santidad es rostro más bello de la Iglesia y no te hace menos humano”, afirmó
Mons. Santiago Olivera, delegado episcopal para la Causa de los Santos de
Argentina durante el encuentro anual de este organismo.
“La santidad no nos aleja de los otros, al
contrario, por eso es muy significativo también que (el Papa) Francisco nos
hable de los santos de la puerta de al lado”, agregó el
también Obispo Castrense.
El 10 de septiembre, Mons. Olivera junto a la Delegación para la Causa
de los Santos de Argentina se reunieron en el encuentro anual en la Santa Casa
de Ejercicios Espirituales, ubicada en el barrio de Monserrat de Buenos Aires.
Mons. Olivera explicó que esta delegación es un “instrumento
para hacer visible este bello rostro de nuestra Iglesia”.
“La función de la delegación es sostener en las
Iglesias particulares de la Argentina el interés por promover las causas de
personas que se hayan destacado por su santidad de vida y asesorar a los
actores, postuladores y peritos que lo necesiten y requieran, en cuanto sea
posible”, explicó el obispo.
Asimismo, “promover el culto de los beatos y
santos argentinos según las normas de la Iglesia y recordar la vocación de
todos los fieles del pueblo de Dios a la santidad y promover la oración por
este objetivo”, agregó.
Durante la jornada, el P. Juan Cruz Villalón explicó los primeros pasos
de una causa de beatificación y canonización; además se presentó el informe
sobre el estado de las causas argentinas.
El postulador de la causa de canonización del Negro Manuel, Mons. Juan
Durán, tuvo la oportunidad de presentar el libro “Manuel
Costa de los Ríos, fiel esclavo de la Virgen de Luján”.
En otro momento, se presentaron los detalles del desarrollo de la 23°
Jornada de Oración por la Santificación del pueblo argentino y la glorificación
de sus siervos de Dios que se realizará el próximo 1 de noviembre.
El delegado episcopal dijo también que la exhortación apostólica del
Papa Francisco Gaudete et exsultate “invita a
reconocer a estos testigos (los santos) aún en nuestras familias y comunidades,
que, aunque aún con vidas que no fueron siempre perfectas, esto es, con caídas
e imperfecciones, siguieron delante. ¡Qué consuelo es también saber esta
verdad!, por los que rezamos y por nosotros mismos que debemos serlo”.
El encuentro anual finalizó con una Misa presidida por Mons. Olivera y
concelebrada por fray Martín Bitzer, Obispo Maronita; Mons. Juan Habib Chamie;
y los sacerdotes Diego Pereyra y Pedro Narambuena.
Redacción ACI
Prensa
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