San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé
nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios,
pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno
con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan
dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
lunes, 20 de noviembre de 2017
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