Un
Madre de tres niños pequeños, completamente ciega, recupera inexplicablemente
su vista. Fue después de rezar ante las reliquias de San Charbel Makhlouf.
Además de la confesión, y ser bendecida con el santo óleo y con una de sus
reliquias.
Cuando Dafne Gutiérrez perdió la vista temía que nunca sería capaz de
ver a sus tres hijos de nuevo.
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Pero entonces San Charbel vino en su ayuda.
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Pero entonces San Charbel vino en su ayuda.
Sufría de
hipertensión intracraneal, una enfermedad que causa un aumento de la presión en el cerebro. En 2012, el aumento de la presión provocó la pérdida de la visión en su
ojo derecho. Y tres años más tarde, en noviembre de 2015, perdió la vista en su ojo izquierdo
también.
DETALLES
DE LA ENFERMEDAD DE DAFNE
En 1999 cuando tenía sólo trece años, Dafne Gutiérrez – que ahora es una
madre de tres niños pequeños y con 30 años – fue oficialmente diagnosticada con
una condición médica conocida como hipertensión intracraneal idiopática (HII).
Uno de los
efectos de esta enfermedad es que a menudo el llamado edema de papila en que la
presión en el cerebro es muy alta.
Lo que afecta negativamente a los
nervios ópticos, que en algunos casos, como en el de Dafne, a la larga
conduce a la ceguera total.
En el 2012 Dafne había perdido el ojo derecho.
Y en los
últimos años distintos médicos intentaron con varias medicinas farmacéuticas.
Pero para el 2014 la visión de su ojo izquierdo comenzó a deteriorarse
de manera espectacular.
En un último
esfuerzo en 2014 los médicos intentaron
dos cirugías para la instalación de diferentes tipos de catéteres en un
intento drenar y reducir la presión en su cerebro. Pero esto también lamentablemente falló, lo que la lleva
a la ceguera en el ojo izquierdo también.
LA
CEGUERA DE DAFNE
Para noviembre el año 2015 había perdido de vista en su ojo derecho
también y se sumergió en la oscuridad total.
Fue en este
punto que ella fue declarada legalmente
ciega. En una entrevista después de su curación, ella explicó cómo en
ese momento a finales de 2015 ella podía
mirar directamente al sol y no ver ninguna luz en absoluto.
Además de esto, ella estaba aquejada de dolores de cabeza, convulsiones,
tinnitus (zumbido en los oídos), vómitos y mareos.
En este
punto, para desgracia de Dafne, sus médicos no tenían otra cosa que hacer que declarar su ceguera en ambos ojos “permanente y médicamente irreversible”. Debido a su ceguera total, Dafne era incapaz de cuidarse a sí misma. Y
también era incapaz de cuidar de sus
tres hijos pequeños, lo que le rompió por completo el corazón.
El 7 de enero de 2016, ingresó en una residencia de ancianos, porque no
podía cuidar de sí misma ni de sus hijos, debido a su ceguera y convulsiones.
Ella no quería ser una carga adicional para su
familia. Con respecto a este momento tan difícil para ella y su familia,
dijo más tarde en una entrevista: “Lo que me dolía más es no haber podido ver a mis hijos de nuevo”.
VIENEN
NOTICIAS DE SAN CHARBEL
El viernes 15 de enero de 2016, Dafne había oído en un informe de
noticias de radio en español, que las reliquias de primera clase de San Charbel
Makhlouf estaban en peregrinación EE.UU.
Y que iban a estar en una iglesia católica maronita
cercana; en la iglesia San José en Phoenix, durante para el fin de
semana del 16 al 17 de enero. Curiosamente,
la cuñada de Dafne la llamó mismo día
y le dijo que ella ha visto un cartel publicitario de la visita de las
reliquias. Y quería Dafne y su marido fueran
con ella. En ese momento las reliquias de San Charbel estaban en una
gira nacional por los EE.UU. para celebrar
el 50 aniversario de la beatificación del gran santo y milagrero libanés.
Y así fue que la madre de tres niños ciega fue llevada a visitar las reliquias de huesos de San Charbel durante
una veneración especial y de sanidad en Iglesia de San José.
Ella admite ahora cándidamente que antes de la noche de aquel sábado
nunca había oído hablar de San Charbel.
En este
documental, Dafne comparte una visión de sus pensamientos y oraciones a Dios mientras ella estaba en el camino a la
Iglesia San José: “Por favor, que Dios me sane. Si no por mí, entonces que lo haga por mis
hijos”.
Tales eran
sus pensamientos y oraciones en el camino a la iglesia para visitar y venerar
las reliquias de San Charbel.
CONFESIÓN,
IMPOSICIÓN DE MANOS, BENDICIÓN CON SANTO ÓLEO Y LAS RELIQUIAS DE SAN CHARBEL
Cuando entró
en la Iglesia oraba a Dios, y luego a San Charbel. Y decía: “No sé quién eres, pero por
favor ayúdame”. Después de
la misa y la veneración de las reliquias de San Charbel celebrada por el
párroco, el Padre Wissam Akiki, su cuñada le ayudó a ir al confesionario.
Después de la confesión, el padre Akiki la bendijo con aceite santo,
ella tocó la reliquia de primera clase de San Charbel, y oró específicamente
para que ella sea curada.
El padre
Akiki afirma: “Le puse las manos en la cabeza, a continuación, en ambos ojos, y
le pedí a Dios que la sanara a través de la intercesión de San Charbel”
Después le dijo a la hija de Dafne:
“No te preocupes, tu madre va a ver otra vez”.
Cuando el
padre Akiki estaba orando por ella y la bendecía con el aceite santo de San
Charbel, de repente
“… tenía muy claro que alguien estaba de pie junto a mí a mi lado
derecho”.
Después de
las oraciones y bendición del óleo santo, Dafne le preguntó a su cuñada “¿Quién fue que estaba a mi
lado, en mi lado derecho?”.
Su cuñada le
respondió: “no había
nadie a tu lado que no fuera el padre Akiki”. Al día de hoy,
Dafne no está segura de quien estaba de pie junto a ella en ese momento, pero sabe que “alguien
estaba allí”.
Dice Dafne:
“A partir de ese momento empecé a sentir diferente.
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No puedo explicarlo, pero mi cuerpo se sentía diferente”.
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No puedo explicarlo, pero mi cuerpo se sentía diferente”.
LA
CURACIÓN DE DAFNE
Al día siguiente, domingo 17 de enero de 2016, fue de nuevo a iglesia de San José para la misa de
las 15:00 y a venerar una vez más la reliquia de San Charbel.
Ese mismo domingo por la noche a las 4:00 de la mañana de repente se
despertó con los ojos ardiendo:
“Ellos
me quemaban y me dolía la cabeza,
como después de una operación”.
Por lo que despertó
desesperadamente a su marido exclamando que los ojos le estaban quemando
Él respondió “no puede ser
porque no tienes ninguna sensación en
los ojos”.
Luego puso sus manos sobre los ojos y se dio cuenta que se sentían calientes y dijo “Ellos están vibrando y
moviéndose”. Y también notó un fuerte olor como a “carne quemada”. Entonces ella se dio cuenta que en el resplandor
de la noche en realidad podía ver a su
marido muy vagamente, como una sombra.
Ella gritó “¡Puedo verte! ¡Te puedo ver con mis dos ojos!
Empecé a llorar… Me limpié los ojos y luego los abrí de nuevo
para ver si realmente podía ver, y pude hacerlo. No podía creer y
no quería cerrar mis ojos”, afirmó después en una entrevista. “Mis
hijos estaban gritando. ¡Mamá
puede ver a Papá Dios la ha curado”
Dentro de las 48 horas (exactamente tres días
desde su visita de fin de semana para venerar las reliquias) recuperó la vista
por completo en una visión de 20/20.
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Como confirmó ese día un oftalmólogo, y más tarde varios otros médicos.
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Como confirmó ese día un oftalmólogo, y más tarde varios otros médicos.
NO HAY EXPLICACIÓN MÉDICA
En una declaración que garantiza su curación, la Dra. Anne
Borik dice:
“En términos médicos, lo
que es interesante – y lo que captó mi interés en este caso – es que no es
posible la visión en 48 horas a partir de un problema del nervio óptico de
larga data como el que Dafne tenía.
Mi trabajo como médico es tratar de averiguar cómo esto
sucedió por razones médicas. Hemos discutido este caso con un
neuro-oftalmólogo, y también un consultor externo lo revisó en su totalidad. Y básicamente no
hay explicación [médica] de cómo la visión de Dafne Gutiérrez, un día
completamente ciega, y luego 48 horas más tarde fue restaurada a la normalidad…
En base a esta información, nosotros como comunidad médica que revisamos
este caso no podemos explicar esto
desde el punto de vista médico”.
Los médicos consideraron que, incluso si se
hubiera recuperado algo de su vista, debería haber habido algún daño permanente
y pérdida de la visión en al menos su ojo izquierdo, porque el ojo estuvo
efectuado durante 2 años.
Se espera que deba haber al menos algo de daño del nervio óptico. Así que simplemente no
hay explicación médica para una restauración completa de una visión de 20/20 en
ambos ojos.
“La fe y la confesión” es lo que Dafne Gutiérrez continúa repitiéndose
una y otra vez cuando se le pregunta acerca de su curación.
“Yo estaba desesperada
cuando entré en la Iglesia Católica Maronita San José. Sentía como si Dios
nunca me hubiera oído antes, pero esta vez era diferente, simplemente diferente. Para mí, ser capaz de ver y leer los periódicos y los
informes médicos que dicen que nunca iba a ser capaz de ver otra vez es una
bendición”
Dafne explicó que a lo largo de su enfermedad a menudo había ido a varias iglesias católicas y orado, aunque
a menudo le parecía que Dios no escuchaba sus oraciones, ya que
aparentemente no fueron respondidas.
“No sé a cuántas Iglesias diferente fui a, cuántas veces le
pedí a Dios, y parecía que nunca me escucha. Pero ese día era diferente…”.
Sin embargo, ella dice que siempre tuvo fe y esperaba que Dios algún día la curara.
Exactamente un mes más tarde, fue realizada una
misa especial y bendición con el Santo de aceite de San Charbel en
Iglesia de San José, el 18 de febrero de 2016, como un gesto de profunda acción de gracias y
agradecimiento a Dios por su sanidad.
Fue presidida por Mons Abdallah Elias Zaidan,
obispo católico maronita de Los Ángeles.
Ese día, de pie en la Iglesia ante la multitud que se había
reunido para dar gracias a Dios por su curación por intercesión de San Charbel,
Daphne declaró: “Todos
los doctores han dicho: ‘No hay una explicación’. Dios me sanó”.
Y en una entrevista dice: “Yo
sólo quiero seguir diciendo a todo el mundo. No pierdan la fe”.
Existe Dios. Sólo tengan
fe. Vayan a la confesión. No pierdan la esperanza”.
¿QUIÉN FUE SAN CHARBEL?
Nacido Youssef Antoun Makhlouf en las altas
montañas del norte de Líbano en 1828, San Charbel
(también escrito Charbel) era el menor de cinco hijos de una familia pobre,
pero religiosa.
Su nombre de pila era José. Sólo cuando entró en un monasterio a la edad de 23 se le
dio el nombre de Charbel, por un mártir antiguo. Estudió en el seminario
y fue ordenado sacerdote en 1858.
Durante 16 años, el padre Charbel vivió
con sus hermanos sacerdotes. La suya fue una vida comunitaria de oración y devoción a Dios. En 1875, al
padre Charbel se le concedió permiso
para vivir una vida de ermitaño.
En su celda pasó los próximos 23 años, en
mortificación y el sacrificio.
A menudo con un
cilicio, durmiendo en el suelo, y comiendo sólo una comida al día. La Eucaristía era el centro de su vida.
El santo sacerdote celebraba misa todos
los días a las 11 de la mañana, y pasaba la mañana en su preparación y el resto del día en acción de gracias.
Cuando el Padre Charbel tenía 70 años
sufrió un ataque mientras celebra la misa. Un cura que le asistía se vio obligado a quitarle la Eucaristía que
mantenía en sus dedos rígidos. Nunca
recuperó la conciencia; y ocho días más tarde, en la víspera de Navidad
en 1898, el padre Charbel murió. Su
cuerpo fue enterrado en el suelo sin un ataúd, vestido con el hábito
completo de la orden y sin embalsamar,
según la costumbre de los monjes. Durante
los siguientes 45 noches ocurrió un evento inusual.
De acuerdo a muchos vecinos del lugar, una luz
extraordinariamente brillante apareció por encima de su tumba, iluminando el
cielo nocturno.
Como la misteriosa luz persistía, los monjes del monasterio
solicitaron a las autoridades eclesiásticas el permiso para exhumar el cuerpo de Charbel. Cuando la tumba fue
abierta cuatro meses después de la muerte de Charbel, encontraron su cuerpo incorrupto.
Veintiocho años después de su muerte, en 1928, y
nuevamente en 1950, la tumba fue abierta de nuevo, y su cuerpo también se
encontró incorrupto.
Se permitió a numerosos investigadores médicos examinaron los
restos, y encontraron
que estaba completamente incorrupto. Durante 67 años el cuerpo permaneció intacto, incluso cuando se
dejó al aire libre sin protección durante todo el verano. Y constantemente desprendía un líquido que
tenía el olor de la sangre. Se describe como una mezcla de líquido y sangre, que fluía continuamente desde el
primer día de sus restos.
Pronto comenzó una costumbre local de empapar
piezas de tela con este líquido y distribuirlas como reliquias.
Y se han acreditado
curas impresionantes. Al día de
hoy esta costumbre de ese “aceite sagrado” y el tocado de las reliquias
de San Charbel se utiliza como una bendición de los fieles. Que fue lo que se
utilizó en la curación de Dafne. Finalmente, sin embargo, el cuerpo de Charbel siguió su curso natural.
Cuando la tumba fue abierta de nuevo en
el momento de su beatificación en 1965, se encontró desintegrado, a
excepción del esqueleto, que era de
color rojo intenso. La restauración de la visión inexplicable de Dafne
Gutiérrez no es la primera curación
atribuye a San Charbel. La doctora Anne Borik informado de que ha habido cientos – tal vez miles – de
milagros atribuidos al santo. Incluso se ha informado que imágenes
suyas exudan líquidos, en varias partes del mundo.
Francisco se dice que tiene una profunda
devoción a San Charbel, al punto que la Navidad pasada, informó Borik, el Santo
Padre pidió tener una reliquia de San Charbel cosida en el borde de sus
vestiduras.
Fuentes:
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