¡PUEBLO MÍO, EL SIGNO DEL ICTUS EN EL UMBRAL DE LA PUERTA DE
ENTRADA DE VUESTROS HOGARES, SERA LA SEÑAL QUE OS PROTEGERÁ, CUANDO PASE CON MI
JUSTICIA!
SEPTIEMBRE
10 2017 1: 15 P.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL JUSTO JUEZ A LA HUMANIDAD
Mi
paz sea con vosotros, hijos míos
Grandes
acontecimientos que cambiarán el destino de la humanidad están por desatarse.
La furia de la naturaleza enlutará muchas naciones; el agua del mar se
levantará y olas gigantescas destrozarán ciudades y poblaciones. La creación
está en los dolores de parto y su gemido se hará sentir en los cinco
continentes.
Del
cielo fuego caerá a la tierra y un gran cuerpo celeste que ya se aproxima,
chocará con ella; este suceso todo lo cambiará en este mundo. El pánico se apoderará
de la humanidad, sólo los que pongan su esperanza y confianza en Dios,
superarán esta prueba. Gritos y ayes de dolor se escucharán por doquier, la
inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora, me culpará por sus
desgracias. ¡Oh humanidad pecadora, no soy Yo, el causante de vuestras
desgracias; sois vosotros los que con vuestro pecado, estáis desatando mi
Justicia! La creación no soporta más vuestros ultrajes, vuestro pecado la
lacera y su gemir y dolor la estremecen. Su estremecimiento es lo que estáis
recibiendo por todas vuestras injusticias.
¡Oh
humanidad ingrata y pecadora, se acerca el tiempo de mi Justicia! ¿Quién podrá
resistirla? Falta muy poco, vuestro pecado y maldad están llegando ya al
límite; cuando esto suceda, conoceréis mi Justa Ira. Yo, el Justo Juez, vengo a
pediros cuentas y a pesar vuestras obras. Ayes, será lo que escucharé, porque
las obras de la inmensa mayoría de esta humanidad, no le servirán para
justificarse. ¡Corred insensatos a poner vuestras cuentas en orden, porque los
días de mi Justicia se acercan; la noche de mi Justicia está cerca y con ella,
el Ángel del Exterminio! Pasaré como lo hice en Egipto, y mi paso, sólo llanto
y desolación dejarán.
Pueblo
mío, el signo de Ictus en el umbral de la puerta de entrada de vuestros
hogares, será la señal que os protegerá, cuando pase con mi Justicia. Mi Ángel
justiciero pasará de largo al ver la señal; pero en los refugios de los impíos,
llanto y lamento se escucharán. Haced oración, ayuno y penitencia, y orad con
mi Salmo 91, en los tres días de oscuridad. No soltéis el Rosario de mi Madre,
ni el Rosario de mi Preciosísima Sangre. No abráis la puerta de vuestro hogar a
nadie y cubrid con tela roja las ventanas, para que no entre la luz; cerrad los
cerrojos de puertas y ventanas, porque durante esos tres días de oscuridad,
exterminaré a los malvados y acabaré para siempre con la maldad y el pecado en
la creación.
Preparaos
Pueblo mío, no perdáis la calma, ni entréis en pánico, cuando la creación esté
en las últimas horas de parto. Todo se moverá, pero nada os pasará, si tenéis
puesta vuestra confianza y esperanza en el Señor. Permaneced unidos a Mí y a mi
Madre y todo lo que está por venir, pasará para vosotros como un sueño. Esta
cerca el día grande del Señor. El sol y la luna se oscurecen, las estrellas
pierden su brillo, el cielo y la tierra se estremecen. Pero el Señor será un
refugio para su pueblo.
Vuestro Señor, el Justo Juez
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, pueblo mío.
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