REDACCIÓN CENTRAL, 09 Ene. 17 / 01:19 pm (ACI).- En dos
textos recientemente publicados en su blog, el famoso teólogo español José
Antonio Fortea analiza y da respuesta a la inquietud: ¿La Iglesia, los obispos o los
laicos pueden corregir al Papa?
El P. Fortea subraya que “la relación entre
el papado y los obispos en la custodia de la Verdad es de armonía. Como en un
sistema solar en el que cada astro tiene su órbita propia, pero todos se
interrelacionan”.
“Ahora bien, si tras veinte siglos algo ha quedado
claro es que el Papa no puede ser
juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio universal”, señala.
“La Iglesia no puede sentenciar nada contra el
sucesor de Pedro”, precisa el P. Fortea, e indica
que si bien “todo miembro de la Iglesia puede
dirigirse al Papa en privado y hacerle notar lo que desee. Pero públicamente, cuando nos dirigimos a él,
debemos recordar que es Vicario de Cristo, el dulce Cristo en la tierra,
el garante último de la ortodoxia”.
El sacerdote español hace una comparación con el derecho constitucional
de los estados, en donde solo existe una máxima instancia que resuelve de forma
“vinculante e inapelable”.
“Este principio del derecho acerca de que solo
puede haber un Tribunal Supremo vale para un Estado y para el Reino de Dios
sobre la tierra. Dios que todo lo hace con tanta sabiduría ¿no estableció tal
principio en su Iglesia? Evidentemente, sí: Prima Sedes a nemine iudicatur, la
Primera Sede no es juzgada por nadie”, señala.
“La Iglesia
no puede corregir al Papa, porque los fieles no pueden hablar por sí
mismos formando un coro unánime y perfecto. Porque un cuerpo habla por su
cabeza, y la cabeza es el Papa”.
El P. Fortea subraya además que “sería falso
decir que el pueblo fiel habla a través de sus obispos, porque los obispos no
representan a sus rebaños. Lo repito: el obispo no representa a sus fieles”.
Sobre quienes podrían decir que el concilio universal podría corregir al
Santo Padre, el P. Fortea destaca que este “no está
por encima del Papa”.
“Algunos afirman: el Papa puede ser hereje. Eso no
es posible. Pero es que si lo fuera ¿quién declara hereje a un Papa? La Iglesia
no, porque no tiene una voz. Unos cuantos obispos, no. El concilio universal,
no. ¿Quién por tanto? ¿Los ángeles del cielo? ¿Una voz que habla
desde el cielo? ¿Los blogs de la blogosfera?”.
El teólogo español recuerda que “los cardenales durante la sede
vacante se reúnen en un lugar del mundo, oran, dialogan, se escuchan, piden la
iluminación del cielo: una vez elegido
el Vicario de Cristo ya no hay marcha atrás. ¿Creemos que existe Dios o
no? Hay cosas que dependen de Dios, no de los estamentos inferiores”.
“No hace falta repetir que creo que el Papa puede equivocarse siempre que no
hable ex cathedra” (NdR: Se dice que el Papa habla
ex cathedra y es infalible cuando, en virtud de su suprema autoridad
apostólica, define una doctrina concerniente a la fe o a la moral).
El sacerdote español indica que “el Papa
puede ser incluso deleznable: pero no puede ser públicamente corregido. No
puede hacerse tal cosa sin quebrantar algo tan sacro como el Ordo Ecclesiae”
(orden de la Iglesia), advierte.
Al finalizar, el P. Fortea señala que de corregir públicamente al Papa “se juega con fuego y después las cosas se van de las
manos. Al final, por querer defender la
ortodoxia, se provoca un daño que, a la postre, es mayor”.
Puede leer los dos posts del P. José Antonio Fortea
en estos enlaces:
Por David Ramos
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