El 8 de diciembre de 2015
comienza el Año Santo de la Misericordia.
El comienzo del Año Jubilar
siempre está marcado solemnemente por la apertura de la Puerta Santa por el
Papa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
La apertura de esta Puerta en
Roma será el martes 8 de diciembre comenzando así el Año de la Misericordia que
durará hasta el 20 de noviembre de 2016.
La
ceremonia,
de
acuerdo con el Centro Televisivo Vaticano, será transmitida para todo el mundo
con mayor claridad que cualquier otro evento papal en la historia por la
incorporación de equipamiento HD ULTRA y tecnología 4K.
La celebración del martes 8 de diciembre también
conmemorará el 50 aniversario de la
conclusión del Concilio Vaticano II. Y por supuesto es la fiesta de la Inmaculada Concepción.
La innovación esta vez es que
se abrirá una Puerta Santa en cada catedral católica del mundo, por primera
vez. Las puertas se abrirán el domingo 13 de diciembre, coincidiendo con la apertura de la puerta santa en la Catedral de San
Juan de Letrán.
Para todo el proceso, se ha planificado que el Papa
lleve a cabo un “gesto simbólico” de
misericordia una vez al mes. En este marco, el viernes 18 de diciembre se abrirá
una “Puerta de la Misericordia” en un albergue de personas sin hogar de
Cáritas.
También se
recitará el Rosario diariamente en la plaza de San Pedro, en frente de la
estatua de San Pedro.
Se prevé que el 13 de
noviembre de 2016 se cierren todas las Puertas Santas en el mundo y el 20 de
noviembre de 2016 la de la Basílica de San Pedro.
HISTORIA DE LA PUERTA SANTA
Desde
el año 1300, cuando el Papa Bonifacio VIII declaró el primer Año Santo, la
Iglesia Católica ha celebrado regularmente “Años Santos”, por lo general cada
veinticinco años (por lo menos desde 1470), con excepción de
circunstancias especiales, como en 1983, cuando fue declarado un Año Santo con
motivo del 1950° aniversario de la muerte y resurrección de nuestro Señor.
La
tradición de una puerta santa durante un jubileo se remonta al siglo XV. El Papa Martín V abrió la Puerta
Santa por primera vez en la historia del Jubileo en 1423 en la Basílica de San
Juan de Letrán.
Sus sucesores, especialmente el Papa Alejandro VI en 1499, mantuvo esta
tradición y la extendió a las cuatro basílicas mayores, es decir, además
de San Juan de Letrán, la Basílica de San Pedro en el Vaticano, Santa María la
Mayor y San Pablo Extramuros.
Antes
del jubileo del año 2000, era costumbre que el Sumo Pontífice abriera la
Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, y luego delegara este poder a un
cardenal para la apertura de puertas en las otras tres basílicas.
El Papa Juan Pablo II rompió
con esa tradición mediante la realización de la
apertura y cierre de cada una de estas puertas él mismo. La Basílica de San
Pedro siguió siendo la primera que se abre y la última en ser cerrada.
En
1975, el ritual de cierre y la apertura de la Puerta Santa cambió para resaltar
mejor el símbolo de la puerta.
En cierto modo, hasta 1975, el rito enfatizaba la
pared que impedía el acceso, en tiempos normales, a la Puerta Santa.
El
acto de inauguración consistía en la demolición de la pared, que destacaba
además el lado excepcional del Jubileo. Por lo tanto, el simbolismo unido a las
herramientas de albañilería usadas: un martillo para golpear la pared, una paleta para
la construcción, ladrillos con inscripciones y marcas de pontificado, el agua
bendita para bendecir las piedras y ladrillos, monedas con la efigie del Papa,
nos permiten datar la construcción del muro de la Puerta Santa.
En la Navidad de 1975 se
hicieron modificaciones al rito de cierre de la Puerta Santa. El Papa ya no usa la llana y ladrillos para comenzar la reconstrucción
de la pared, sino se limitó a cerrar los dos lados de la puerta de bronce.
A pesar que la pared que cerraba la puerta fue
reconstruida en el interior de la Basílica, el simbolismo fue cambiado para llamar la atención sobre la puerta y no
tanto sobre la pared.
COMO ES LA PUERTA SANTA DE LA
BASÍLICA DE SAN PEDRO
La puerta es una obra de arte de 1949 por Ludovico
Consorti que se abrió por primera vez para el Jubileo de 1950.
La puerta consta de
dos hojas y dieciséis paneles, cuatro paneles agrupados en cuatro filas, con dos
columnas de paneles para cada puerta.
La
fila más alta
tiene
dos paneles que muestran el exilio de
Adán y Eva del Jardín del Edén después de la caída con el ángel que guarda la
entrada con la espada de fuego.
Los dos paneles a la derecha representan la Anunciación, con el Arcángel Gabriel pidiendo a
María ser la Madre de Jesús.
La
siguiente fila
de
cuatro paneles resaltan historias de misericordia del evangelio y del perdón de
Dios: En primer lugar, el bautismo de
nuestro Señor
por
San Juan al Jordán y al lado el buen pastor
hallando la oveja perdida.
A la derecha, el
hijo pródigo pidiendo perdón a su padre y al lado Jesús
curando al paralítico, pero primero diciendo: “Tus pecados te son
perdonados toma tu camilla y anda”.
La
tercera fila
sigue
el mismo tema. En primer lugar, la mujer
penitente lava los pies de Jesús en casa de Simón el fariseo. Al lado, San Pedro preguntando a nuestro Señor cuántas veces
debe una persona perdonar y nuestro Señor respondiendo: “Setenta veces
siete”.
Las dos de la derecha, son Pedro llorando después que hubo negado a nuestro
Señor tres veces fuera de casa de Caifás el Jueves Santo por la
noche. Y al costado, la crucifixión,
con nuestro Señor entre los dos ladrones, y diciendo al “buen ladrón”, “Hoy estarás
conmigo en el paraíso”.
La
última fila
proclama el misterio de Pascua y el nacimiento de la Iglesia. En primer lugar, Santo Tomás inspecciona las marcas de las heridas
de Jesús:
“Dichosos
los que creen”. A su lado, Jesús
aparece a los apóstoles en la noche del Jueves Santo, diciendo: “Recibid
el Espíritu Santo”.
A la derecha Jesús
apareciendo a San Pablo en el camino a Damasco: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”. Y por último, una
imagen del Santo Padre golpeando la Puerta Santa, “yo estoy a la puerta
y llamo”.
En total, estas escenas nos recuerdan nuestro llamado como peregrinos para entrar en el misterio de la
salvación y para pasar del pecado a la gracia, de la separación a la unión con
Dios y de la muerte a la vida eterna.
¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LA
PUERTA SANTA?
Un aspecto importante del Año Santo ha sido el de
la peregrinación a Roma para hacer reparación por el pecado y la renovación
de la conversión de la vida de cada uno.
Un acto simbólico muy importante realizado por cada
peregrino es pasar por la Puerta Santa.
Cristo se identificó a sí
mismo como “la puerta”. En su bula Incarnationis Mysterium el Papa Juan Pablo II declaró que la
Puerta Santa:
“… evoca el
paso del pecado a la gracia de la que todo cristiano está llamado a realizar.
Jesús dijo: “Yo soy la puerta” (Juan 10: 7) con el fin de dejar claro que nadie
puede venir al Padre, sino por medio de Él. Esta designación que Jesús se
aplica a sí mismo atestigua el hecho de que sólo Él es el Salvador enviado por
el Padre. Sólo hay una
manera de que se abra ampliamente la entrada a esta vida de comunión con Dios: Este es Jesús,
el camino y la absoluta salvación. A Él solo se pueden aplicar las palabras del
salmista: ‘Esta es la puerta del Señor, donde los justos pueden entrar’ (Salmo
118: 20).”
Por lo tanto pasar a través de la puerta desde el
exterior de la Basílica de San Pedro a la basílica es pasar de este mundo a la presencia de Dios, al igual que en
el antiguo Templo de Jerusalén, el sumo sacerdote en la fiesta de Yom Kipur
pasa a través del velo que cubre la entrada del Santo de los Santos para entrar
en la presencia de Dios para ofrecer el sacrificio de expiación.
Por otra parte, pasar por la
puerta es confesar con firme convicción que Jesucristo es el Hijo de Dios, el
Señor y el Salvador que sufrió, murió y resucitó para nuestra salvación.
Con valentía, una persona decide libremente cruzar
el umbral dejando atrás el reino de este mundo para entrar en
la nueva vida de la gracia del Reino de Dios.
En la apertura de la puerta, el Santo Padre
golpeaba tradicionalmente la puerta tres veces con un martillo de plata, pero la última vez ese el Papa Juan Pablo II golpeó tres
veces la puerta.
El golpe de la puerta también
tiene un significado simbólico: Moisés golpeó la roca para que el agua se derramara milagrosamente
para saciar la sed del pueblo (Números 20: 6 ss).
El Año Santo es un tiempo cuando Dios derrama abundantes gracias para saciar la sed
de nuestras almas.
Dios
hizo temblar la tierra para liberar a San Pabo y Silas de la prisión, que se tradujo
en que el carcelero y su familia pidieran el bautismo (Hechos 16: 25ss).
Dios
ha golpeado el corazón de ellos abriéndolo a sus gracias, empezando por
la gracia salvadora del bautismo.
Como
cuando nuestro Señor colgado en la cruz fue golpeado por el soldado en su
Sacratísimo Corazón, y fluyó sangre y agua, símbolos de la Eucaristía y
el Bautismo (Juan 19: 31f) que nutren cada una de nuestras almas, el llamado a
la puerta simboliza la liberación de gracias, que fluyen abundantemente a los
fieles.
Por otra parte, cuando
se abre la puerta, los obstáculos de paso a nuestro Señor son eliminados.
Durante el Año Santo,
esperamos y oramos para que los obstáculos de la debilidad personal, la
tentación y el pecado sean eliminados de manera que tengamos una santa unión
con nuestro Señor.
LAS INDULGENCIAS OTORGADAS POR
PASAR POR LA PUERTA SANTA
Una indulgencia plenaria con
la remisión de la pena temporal por los pecados perdonados es otorgada a los
que pasan por la puerta santa.
Los fieles deben cumplir primeramente las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y
oración por las intenciones del Santo Padre.
Estos son los detalles que ha expresado Francisco:
Los
fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta
Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo
diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, como
signo del deseo profundo de auténtica conversión”.
“Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se
abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante
que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento
de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un reflexión
sobre la misericordia”.
“Será necesario acompañar estas celebraciones con
la profesión de fe y con la oración por mí y por las
intenciones que llevo en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo”.
A esto se le debe acompañar con obras de misericordia corporales y
espirituales.
En
el caso de los enfermos y las personas ancianas que no pueden salir de casa, recomienda Francisco
para ellos
“Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de
prueba, recibiendo la comunión o
participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través
de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la
indulgencia jubilar”.
Respecto
de los presos,
Francisco
explica: “en las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda,
dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto
ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios,
capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en
experiencia de libertad”.
Y respecto a la Indulgencia
para los difuntos: “de igual modo que los recordamos en la celebración
eucarística, también podemos, en el gran misterio de la comunión de los santos,
rezar por ellos para que el rostro misericordioso
del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda
abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin”.
FUENTES:
- http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/7l9BxuxxRN4/
- https://www.aciprensa.com/noticias/asi-se-podra-obtener-indulgencias-durante-el-ano-de-la-misericordia-44578/
- http://catholicstraightanswers.com/what-is-the-significance-of-the-holy-door/
- http://stpetersbasilica.info/Interior/HolyDoor/HolyDoor.htm
- http://stpetersbasilica.info/Interior/HolyDoor/Panels/HD-panels.htm
- http://www.catholicherald.co.uk/issues/december-4th-2015/holy-doors-to-be-opened-in-every-cathedral-in-the-world-for-the-first-time/
- http://en.lourdes-france.org/jubilee/holy-door
Foros de la
Virgen María
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