“No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras
vidas y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta.” Vincent Van Gogh.
Esta semana me toca compartir un seminario
acerca de “La Inteligencia Emocional aplicada al Liderazgo”, y mientras me
estoy preparando y siendo un observador e inquieto investigador creo que las
organizaciones deben invertir más en preparar a sus líderes en esta área a fin
de influir sobre sus colaboradores de forma positiva, autentica, inspiradora y
motivadora.
Un líder con inteligencia emocional logra
más que un líder con un alto coeficiente intelectual. Un líder con inteligencia
emocional, es más poderoso en su gestión llevando a un equipo al logro de las
metas con entera satisfacción de todos.
Es importante saber que las emociones son
parte de nuestra vida, en el coaching decimos que toda emoción es una
predisposición para la acción. De manera que si sabemos manejarlas, o podemos
intervenirlas sacaremos mucho provecho de ellas. Toda emoción es generada por
un cambio o circunstancia en especial.
Si usted recibe una mala noticia, o tiene
un accidente en el trabajo, no alcanzó la meta o no fue la producción deseada,
de seguro que su estado emocional cambia a frustración, tristeza, enojo. Igual
puede pasar que usted recibe una buena noticia, le aumentaron el sueldo, le
dieron un acenso, se le dio un nuevo negocio o una venta, su estado emocional
cambia a alegría, felicidad, optimismo. Eso ocurre porque somos seres
emocionales.
Nuestras emociones condicionan nuestro
actuar, por lo cual debemos prestarle la atención y no dejarnos gobernar por
ellas. Las emociones no son ni positivas ni negativas, ellas son una fuente
poderosa de energía, de hecho la definición en latín “Motus anima” significa
“el espíritu que nos mueve.” ¿Estaré aprovechando esa energía?
“Tome control de sus emociones de manera consistente y conscientemente y
deliberadamente transforme las experiencias de su vida diaria.” Anthony Robbins
¿Cómo podemos liderar nuestras emociones?
Si bien este es un tema de conversación
bastante largo, quisiera dejar tres cosas que probablemente ya usted conozca,
pero como dijo el Apóstol Pedro a los cristianos
del primer siglo: “Por lo tanto,
siempre les recordaré todas estas cosas, aun cuando ya las saben…
– Identifique sus emociones y
acéptelas como parte de su vida. ¿Qué es lo que siento? ¿Qué ocasiona
esta reacción en mí? Deje de proyectarlas en otros, basta de ser “la víctima” y
comience a prestarle atención a cada una de sus emociones. Cuando usted presta
atención puede lograr un cambio de conducta.
– Descifre el mensaje que le comunica la emoción. ¿Qué puedo aprender de esta emoción? Se dice que cuando una persona no
logra adaptarse a determinadas circunstancias, la cantidad de información que
el cuerpo tiene que procesar aumenta. Lo importante de aprender a descifrar el
mensaje es que puede evitarse algunas enfermedades.
– Tome el control de sus
emociones. ¿Cuál es la estrategia para controlarla? Una vez
identificada sus emociones y descifrado el mensaje, usted tiene la posibilidad
de un cambio muy positivo. Es lo que se conoce como el camino del
autoconocimiento. Cuando aprendemos a autoconocernos, podremos soltar lo que
nos retiene e impide el desarrollo de todo nuestro potencial como líderes.
“Algo que reteníamos nos hizo débiles, hasta que descubrimos que éramos
nosotros mismos.” Robert Frost
Como líderes necesitamos liderar sobre
nuestras emociones, eso nos ayuda a tomar mejores decisiones y podremos tener
organizaciones más productivas, y nuestra vida tendrá muchas satisfacciones.
Usted será un líder exitoso de acuerdo a
su liderazgo sobre sus emociones. ¿Seguirá actuando como viene o tomará control
de sus emociones?
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
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