Hace unos semanas vino a verme un
joven con AMS (atracción al mismo sexo) no deseado, ya que iniciaba su proceso
de terapia. Llevaba varios años buscando respuestas y solución a su lucha
interior. Este joven es católico, práctica su fe y conoce la postura de la
Iglesia en lo referente a la homosexualidad. Este es un perfil común con el que
trabajo y por ello quiero compartir una reflexión e inquietud que llevo dentro.
En la conversación con este joven
me llamó la atención un comentario. Durante varios años había tenido
oportunidad de hablar con personas de Iglesia en confesión y fuera de ella. Con
gran respeto me transmitía su insatisfacción por los consejos que una y otra
vez recibía, no tanto porque sintiese que estos fuesen malos o buenos, sino
porque le parecían que se quedaban cortos, carentes de algo.
Le recomendaban de una manera u
otra: “Se firme contigo mismo, incrementa tu oración, únete al dolor de
Cristo y vive la castidad”.
Este joven se decía a sí mismo: “Llevo
mucho años tratando de mantenerme firme, vivir mi fe y vivir mi castidad, pero
¿es que no puedo hacer nada más? ¿cuál es la misión en mi vida? ¿sentiré esto
siempre? ¿podré casarme teniendo AMS?, si tengo vocación, ¿podré hacerme
sacerdote teniendo AMS?
¿Qué dice
el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad?
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias
homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente
desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben
ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos,
todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar
la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de
la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su
condición.
2359 Las personas homosexuales están llamadas a la
castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad
interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la
oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y
resueltamente a la perfección cristiana.
La Iglesia es un cuerpo, lo forman todos los miembros. Cada uno tiene su responsabilidad, entre ellos se cuidan y protegen. Cada miembro realiza su misión, si la omite el cuerpo se resiente.
Si un miembro del cuerpo tiene una tendencia, como puede ser caminar de una manera que no le permita avanzar y llegar a tiempo a los sitios, lo natural y lógico sería ayudar a ese miembro a aceptarlo y procurar que aprendiera a vivir con esa dificultad o situación. Pero sería todavía más lógico y racional informarle y poner a su alcance los medios concretos para rehabilitarse si eso le aportara resultados positivos.
¿Cómo se
rehabilita una persona con AMS?
Entendamos que la homosexualidad
no se trata de sexo, si no de identidad, una búsqueda por encontrarse a uno
mismo. La Homosexualidad se convierte en una “sexualización” de las necesidades
emocionales no satisfechas en la niñez o edad temprana, entre otras.
Partiendo de la realidad de que
no se nace homosexual, considero que la persona con sentimientos homosexuales
debe tener la opción de elegir si desea vivir su homosexualidad desde la
castidad, como recomienda el catecismo de la Iglesia Católica en el número 2359 u optar por la alternativa de
trabajar a través de la terapia de cambio o reparativa esos aspectos antes
mencionados, que le llevan a experimentar la atracción hacia personas del mismo
sexo. De esta manera podrá realizar en su vida lo que inicialmente fue llamada
a vivir en plenitud, desde su realidad heterosexual.
Por tanto, lanzo una invitación a
informarnos sobre este tema. Desde la riqueza dogmática y apoyándonos en ella
podemos dar un paso adelante y profundizar en: ¿Qué es la AMS? ¿Cuáles son las
causas que lo provocan? ¿Se puede salir de ello? ¿Cómo?
Considero que es un deber de
justicia dar a conocer la terapia como opción para dejar atrás la
homosexualidad.
La
terapia de cambio, reparativa es un proceso de crecimiento de la persona, de
restructuración y formación de vínculos afectivos que va en sintonía con la
misma doctrina cristiana.
Quiero urgir a quienes acompañan,
forman o educan a jóvenes, matrimonios, seminaristas a conocer y leer sobre el
tema, a asistir a algún seminario.
A menudo oigo a muchas personas
ya sea en los procesos de terapia o a través de mensajes, que expresan lo que
ha significado para ellos descubrir que pueden liberarse de su AMS. Es un
mensaje de esperanza para el que quiera que no debemos omitir. Es triste
escuchar este reclamo: ¿por qué no lo he sabido antes? me habría ahorrado
mucho años de no entender, de dolor.
Por este motivo quiero iniciar Sesiones Informativas sobre AMS y la terapia
de cambio. Dirigidas a sacerdotes, consagrados/as y formadores. Por
ahora serán en Madrid, pero extensible a otras ciudades.
Si quieres información o deseas
organizar una Sesión Informativa en tu ciudad escríbeme:
elena@elenalorenzo.com
elena@elenalorenzo.com
Si
quieres conocer más sobre la AMS y la terapia de cambio, visítame en mi blog:LoSé www.elenalorenzo.com
Para los que seguís el Cuaderno de Terapia de Emma, acaba de publicar su 4ª página, pincha aqui.
Elena Lorenzo Rego
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