martes, 23 de septiembre de 2014

QUÉ MINORÍA, QUE NO ES TAN MINORÍA


En Australia el jueves 18 de septiembre de 2014 unos 800 policías detuvieron a australianos musulmanes o conversos influidos por el islamismo y que no han podido viajar a Siria e Irak para unirse al Estado Islámico, por lo que quieren hacer la Yihad en casa. La policía ha informado que los islamistas detenidos estaban planeando decapitar a una persona al azar en Sidney y divulgar los videos en las redes sociales. [1]

Los líderes de opinión intentar ocultar al máximo que todos estos atropellos contra los más elementales derechos humanos proceden de la minoría musulmana.

Es bien cierto que no todos los musulmanes son terroristas, pero no es menos cierto que los únicos terroristas que emplean la violencia en nombre de su divinidad, de su religión y de su libro sagrado son musulmanes.

¿Hasta cuándo aguantará la población en Occidente en general y en España en particular situaciones como estas?

Las blandas leyes occidentales hacia los islamoterroristas y sus cómplices son percibidas por los islamistas y sus correligionarios como señal de cobardía de Occidente y de falta de seguridad en sus propios valores. Los islamistas piensan que si los “infieles” occidentales estuvieran seguros de sus ideas lucharían por ellas, como ellos (los islamistas) hacen. Se basan en el Corán 50: 5: Pero han desmentido la Verdad cuando ha venido a ellos y se encuentran en un estado de confusión.

Esta es la única minoría que en nombre de su religión crea problemas de seguridad pública.

¿Por qué no se exige a los dirigentes de las comunidades musulmanas, que manifiesten pública y notoriamente que repudian y rechazan a los islamistas, y que pidan a sus feligreses que denuncien a todos aquellos bárbaros criminales que planean cometer atentados, que manifiesten públicamente que defienden la igualdad de género, la libertad de apostasía y de conversión a otra religión?

Si esto no se exige, aumentará la inseguridad y la población apoyará las formas políticas de extrema dureza que pueda ofrecer la extrema derecha.

El buenismo de los líderes occidentales, la falta de valentía en nombrar las cosas por su nombre, el ocultar los crímenes que se perpetran en nombre del Islam, del Corán, de Muhammad, y relativizar todo diciendo que no hay ninguna religión que defienda la violencia, va contra el sentido común, la negación de la realidad y el más mínimo conocimiento de la historia de las religiones y de la humanidad.

Ocultarse tras lo políticamente correcto no hace nada más que aletargar las posibles soluciones, debilitar a aquellos que nacidos como musulmanes quieran realmente convivir en armonía y repudian la violencia, y permiten que la voz más chillona y estridente y sanguinaria, la de islamistas, se imponga en el conjunto del coro de musulmanes.

La actitud de los izquierdistas es deleznable al buscar el voto sin importar el precio, queriendo caer en gracia a los que rechazan los valores judeocristianos de Occidente, las libertades que tanto han constado conseguir y tan fáciles son de perder, toda esa política izquierdista no es más que pan para hoy y hambre para mañana.

Esa actitud conlleva el crecimiento de la extrema derecha. Como dice el viejo adagio irlandés: Too Far East Is West (muy al Este es Oeste, Demasiado lejos Oriente es Occidente).

Los izquierdistas y todos aquellos que desvían la mirada de los hechos creen que culpabilizando a Israel de todos los males van a conseguir encubrir las matanzas que perpetran Estado Islámico, Al Qaeda, Hamás, la Yihad Islámica, Lashkar e Taiba, de Pakistán, el Frente Moro de liberación Islámica, de Filipinas, Al Shaba, de Somalia, el Taliban, el Emirato del Cáucaso, Ansa al-Din al-Salafiya, de Mali, Majlis al Shoura, de Libia, Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, de China, Boko Haram, de Nigeria, los ayatolás de la República islámica de Irán, los jeques de Qatar, de Arabia Saudita y una retahíla larguísima de grupos que asesinan en nombre del Islam y de su divinidad, Alá, cuyas víctimas más numerosas son musulmanes.

Los hechos y la realidad se impondrán por mucho que esos izquierdistas huérfanos de Stalin y nostálgicos del Gulag se opongan con sus floridos discursos. Los crímenes perpetrados por los islamistas tienen una base ideológica y en absoluta son de origen económico o territorial.

Si no se tiene en cuenta el hecho religioso que anima a los muyahidines, yihadistas, no se entenderá nada del conflicto bélico generado por los islamistas a nivel de todo el orbe, calificado por el Papa Francisco de Tercera Guerra Mundial.
[2]

NOTAS

[1] Anti-terror operation in Sydney and Brisbane ´thwarted´ beheading plot




[2] El Mundo 13/09/2014

Francisco advierte de una actual Tercera Guerra Mundial combatida ´por partes´

El papa Francisco ha afirmado hoy que en la actualidad puede hablarse de una Tercera Guerra Mundial que se desarrolla "por partes" mediante "crímenes, masacres y destrucciones" y ha invocado la paz para detener la "locura" bélica durante la homilía que pronunció en el cementerio militar de Fogliano Redipuglia.


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