martes, 22 de febrero de 2011

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL


Para este post traigo unos textos del Génesis que Juan Pablo II escogió para su Encíclica Evangelium Vitae.

Estos textos nos hablan de las consecuencias que tuvo para el hombre la expulsión de Adán y Eva del paraíso. Es en ese momento cuando aparece en el mundo la cultura de la muerte: El hombre deja de vivir en el Paraíso en amistad con Dios, donde todo era fácil para vivir, donde todo era armonía, paz y felicidad. A partir de la desobediencia, se pasa a vivir en el lugar de NOD, lugar de la nada, donde aparece el asesinato, donde todo hay que hacerlo con esfuerzo, el tener hijos, trabajar para comer.

Pues bien, la cultura de la muerte forma parte de lo que nuestros máximos dirigentes, sean del signo político que sean, llaman el Nuevo Orden Mundial. Leamos resumidamente cómo describe el Génesis las consecuencias de la cultura de la muerte, que el el Nuevo Orden Mundial quiere establecer.

Y dijo Yahvé Dios: Resulta que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también el árbol de la vida y comiendo de el viva para siempre" Y lo echó Yahvé Dios del jardín del Edén para que labrase el suelo de dónde había sido tomado....

A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará. Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás».

Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahvé» Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador......Caín hizo a Yahvé una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño y de la grasa de los mismos. Yahvé miró propicio a Abel y su oblación, más no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro... Caín dijo a su hermano Abel: Vamos afuera. Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató.

La humanidad comenzó a multiplicarse... pero viendo Yahvé que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvé de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. La tierra estaba corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llenó de violencias. Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra. (Génesis capitulo 4,5,6).

Concluido el diluvio, que el Dios de la vida envió para acabar con ese "Nuevo Orden Mundial" que impulsó la cultura de la muerte, la Biblia nos narra en Génesis 9 bajo este epígrafe: El Nuevo Orden del Mundo, cómo ha de ser ese Nuevo Orden que Dios quiso implantar después del diluvio: Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: "Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Infundiréis temor y miedo a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todo lo que rapta por el suelo, y a todos los peces del mar: quedan a vuestra disposición. Todo lo que se mueve y tiene vida os servirá de alimento: todo os lo doy, lo mismo que os di la hierba verde. Sólo dejaréis de comer la carne con su alma, es decir, con su sangre, y yo os prometo reclamar vuestra propia sangre: la reclamaré a todo animal y al hombre: a todos y a cada uno reclamaré el alma humana. Vosotros, pues, sed fecundos y multiplicaos: extendeos por la tierra y dominad en ella"....

Más adelante, Yahvé al sacar al pueblo judío del dominio egipcio, les sigue instruyendo sobre cómo ha de ser el Nuevo Orden del Mundo, para que vivan en paz en la tierra que mana leche y miel: Vosotros sabéis hoy la lección de Yahvé vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte y su tenso brazo, sus señales y sus hazañas, las que realizó en Egipto, contra el faraón Rey de Egipto y contra todo su territorio; lo que hizo con el ejercito de Egipto, con sus caballos y con sus carros, precipitando sobre ellos las aguas del mar de Suf cuando os perseguían, y aniquilándolos..., habéis visto con vuestros propios ojos toda esta gran hazaña que ha hecho Yahvé.

Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que os hagáis fuertes y lleguéis a poseer la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión, y para que prolonguéis vuestros días en la tierra que Yahvé juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel.

Porque la tierra en la que vas a entrar para tomar posesión no es como el país de Egipto del que habéis salido... sino que la tierra a la que vais a pasar, para tomarla en posesión, es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo; una tierra de la que cuida Yahvé tu Dios; los ojos de Yahvé tu Dios están constantemente puestos en ella, desde que comienza el año hasta que termina. Y si vosotros obedecéis puntualmente mis mandamientos, que yo os prescribo hoy, amando a Yahvé vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y tu cosecharás tu trigo, tu mosto y tu aceite; yo daré a tu campo hierba para tu ganado, y comerás y te hartarás. Cuidado, que no se pervierta vuestro corazón y os descarríes y deis culto a otros dioses, y os postréis ante ellos; pues la ira de Yahvé se encendería contra vosotros y cerraría los cielos: no habría más lluvia, y el suelo no daría su fruto y vosotros desapareceríais bien pronto de esa tierra buena que Yahvé os da.

Poned estas palabras mías en vuestro corazón y en vuestra alma, atadlas como una señal a vuestra mano, y sean como un signo entre vuestros ojos. Enseñádselas a vuestros hijos, hablando de ellas tanto si estás en casa como si vas de caminito, así acostado como levantado. Las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas, para que vuestros días y los días de vuestros hijos en la tierra que Yahvé juro dar a vuestros padres sean tan numerosos como los días del cielo sobre la tierra.

Porque, si de verdad guardáis todos estos mandamientos que yo os mando practicar, amando a Yahvé vuestro Dios, siguiendo todos sus caminos y apegándoos a Él. Yahvé desalojara delante de vosotros a todas esa naciones, y vosotros desalojareis a naciones mas numerosas y fuertes que vosotros... Nadie podrá resistiros.

Y si tu escuchas de verdad la voz de Yahvé tu Dios, cuidando de practicar los mandamientos que yo te prescribo hoy,... te alcanzarán todas las bendiciones siguientes, por haber escuchado la voz de Yahvé tu Dios.

Bendito serás en la ciudad y bendito serás en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu suelo, y el fruto de tu ganado, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. Bendita tu cesta y tu artesa. Bendito serás cuando entres y bendito serás cuando salgas. A los enemigos que se levanten contra ti, Yahvé los convertirá en vencidos: por un camino saldrán a tu encuentro, y por siete caminos huirán delante de ti. Yahvé mandará a la bendición que esté contigo, en tus graneros y en tus empresas, y te bendecirá en la tierra que Yahvé tu Dios te da.

Yahvé te establecerá como el pueblo consagrado a él, como te ha jurado, si tu guardas los mandamientos de Yahvé tu Dios y sigues sus caminos. Todos los pueblos de la tierra verán que sobre ti es invocado el nombre de Yahvé y te temerán. Yahvé te hará rebosar de bienes: del fruto de tu vientre, del fruto de tu ganado y del fruto de tu tierra, en esta tierra que él juró a tus padres que te daría. Yahvé abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y para bendecir todas tus empresas. Prestarás a naciones numerosas, y tú no tendrás que tomar prestado. Yahvé te pondrá a la cabeza y no a la cola; siempre estarás encima y nunca debajo, si escuchas los mandamientos de Yahvé tu Dios, que yo te prescribo hoy, guardándolos y poniéndolos en práctica, si no te apartas ni a derecha ni izquierda de ninguna de estas palabras que yo os prescribo hoy, yendo en pos de otros dioses serviles.

Cuando te sucedan todas esta cosas, la bendición y la maldición que te he puesto delante, si la meditas en tu corazón en medio de todas las naciones donde Yahvé tu Dios te haya arrojado, si vuelves a Yahvé tu Dios, si escuchas su voz en todo lo que yo te mando hoy, tu y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, Yahvé tu Dios cambiará tu suerte, tendrá piedad de ti, y te reunirá de nuevo de en medio de todos los pueblo por los que Yahvé tu Dios te haya dispersado. Aunque tus desterrados estén en el extremo de los cielos, de allí mismo te recogerá Yahvé tu Dios y vendrá a buscarte; y te llevará otra vez a la tierra que poseyeron tus padres, y tu los poseerás, y te hará feliz, y te multiplicará más que a tus padres.

Tu volverás a escuchar la voz de Yahvé tu Dios y pondrás en práctica todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy. Yahvé tu Dios te hará prosperar en todas tus empresas, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra. Porque de nuevo Yahvé se complacerá en tu felicidad, como se complacía en la felicidad de tus padres, porque tu escucharas la voz de Yahvé tu Dios guardando tus mandamientos y sus preceptos, lo que está escrito en el libro de esta Ley, cuando te conviertas a Yahvé tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteromio Capítulos 11 y 30)

Muchas veces me pregunto, si Dios bendecirá y permitirá a su pueblo librarse del nuevo faraón que le persigue, cuando es su propio pueblo el que sigue confiando mayoritariamente en unos lideres que son similares a los que les oprimen, que no piensan conforme al corazón de Dios. de lo que no hay duda es que sin la bendición de Dios y sin cumplir su voluntad, no tendremos esa Nueva Tierra que mana leche y miel, esos Nuevos Cielos y Nuevas Tierras que todos buscamos al tomar nuestras decisiones personales, familiares y políticas.
Luis Lopez-Cozar

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