Bendito sea el hombre que llega sin malas intenciones y con sinceridad a la vida de una mujer...
Aquel que
le brinda seguridad y la hace sentir hermosa, sexy, inteligente, que la hace su
cómplice de locuras, pero sobre todo la hace sentir amada, respetada y
deseada...
Bendito
sea ese hombre que le brinda más cariño que problemas, el que se gana a pulso
su confianza y es capaz de ayudarle a restaurar sus heridas...
Aquel que
no llega con mentiras ni traiciones, el que aún sabe ser un caballero y tiene
claro que el romanticismo no pasa de moda...
El que no
llega a hacer llorar y ayuda a limpiar sus lágrimas, el que sabe que su
relación es una prioridad y por ende la resguarda como un tesoro...
Ese varón
maduro que no necesita andar conquistando cientos de mujeres para disfrazar su
baja autoestima, porque sabe que un verdadero hombre es capaz de convertir a su
pareja en su mujer, su amiga y amante...
Aquel que
puede ser tan perverso como tierno, tan apasionado como cursi, tan loco como
cuerdo...
Bendito
sea ese hombre y bendita sea la mujer que lo valore y le corresponda de la
misma manera...
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