En una audiencia en el Vaticano con los miembros de la Orden de la Estricta Observancia, conocida como Orden de la Trapa (trapenses), el Papa Francisco destacó 4 “sueños de Jesús”.
En su discurso en el Palacio Apostólico, el Santo Padre invitó a los trapenses a realizar una búsqueda
espiritual: “La búsqueda de los sueños de Jesús, es decir, de sus mayores deseos que el Padre suscitó en
su divino corazón humano”.
“Se trata de interpretar todos estos sueños a
través de Cristo, identificándonos con Él a través del Evangelio e imaginando
en un sentido objetivo, contemplativo, cómo Jesús soñó estas realidades:
comunión, participación, misión y formación”, explicó.
1.- COMUNIÓN
Respecto a este primer “sueño de Jesús”, el
Papa Francisco explicó que “consiste en
nuestra común relación con Cristo, y en Él con el Padre en el Espíritu”.
En esta línea, recordó que “Jesús no tuvo
miedo de la diversidad que existía entre los Doce, y por eso nosotros tampoco
debemos temer la diversidad, porque al Espíritu Santo le encanta suscitar las
diferencias y hacer de ellas armonía”.
“Por eso, el sueño de comunión de Jesús nos libera
de la uniformidad y las divisiones”, añadió.
2.- PARTICIPACIÓN
El Papa Francisco describió este segundo “sueño”
como el deseo de Jesús “de una comunidad fraterna, donde
todos participan sobre la base de una
relación filial común con el Padre y como discípulos de Jesús”.
“En particular, una comunidad de vida consagrada
puede ser un signo del Reino de Dios al testimoniar un estilo de fraternidad
participativa entre personas reales y concretas que, con sus limitaciones,
eligen cada día, confiando en la gracia de Cristo, vivir juntos”, señaló.
3.- MISIÓN
En cuanto al sueño de la misión, el Santo Padre explicó que “el Evangelio nos entrega también el sueño de Jesús de
una Iglesia totalmente misionera”.
“Este mandato concierne a todos en la Iglesia. No
hay carismas que sean misioneros y otros que no lo sean”, aclaró el Papa Francisco.
“Todos los carismas, tal y como han sido dados a la
Iglesia, son para la evangelización del mundo; por supuesto, de formas
diferentes, muy diferentes, según la ‘imaginación’ de Dios”, dijo a continuación.
“Un monje que reza en su monasterio -continuó el
Papa-, desempeña su papel para llevar el Evangelio a esa tierra, para enseñar a
la gente que vive allí que tenemos un Padre que nos ama y que en este mundo
estamos en camino hacia el Cielo”.
4.- FORMACIÓN
Por último, el Papa Francisco habló del sueño de la “formación”, y explicó que “los Evangelios nos muestran a Jesús cuidando a sus discípulos,
educándolos con paciencia, explicándoles, al margen, el significado de ciertas
parábolas; e iluminándolos con la palabra, el testimonio de su forma de vida,
de sus gestos”.
“El Maestro sueña con la formación de sus amigos según el
camino de Dios, que es la humildad y el servicio”, aseguró.
POR ALMUDENA
MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
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