El próximo domingo 13 de marzo todos los santuarios dedicados a la Virgen de Fátima en el mundo han sido convocados a unirse en oración por la conversión de Rusia.
El P. Andrew Draus, rector del Santuario de la Santísima Virgen María de
Fátima en Krisovychi, en la región ucraniana de Lviv, invitó a realizar una
oración conjunta por la conversión de Rusia.
“Se solicita que todos los santuarios en honor de
Nuestra Señora de Fátima se unan en oración por la conversión de Rusia este
domingo 13 de marzo. Le pedimos amablemente que comparta esta información en
los idiomas disponibles para usted”, dijo el
sacerdote ucraniano en un mensaje compartido en redes sociales.
“¡Será un gran apoyo para nosotros! ¡Que Dios te
bendiga!”, agregó.
Este llamado se produce después de que los obispos católicos de rito
latino en Ucrania le pidieron al Papa Francisco que
consagre públicamente este país y a Rusia al Inmaculado Corazón de María, como
lo pidió la Virgen de Fátima en sus apariciones en 1917.
Durante las apariciones en Fátima (Portugal), la Virgen María reveló un
secreto dividido en tres partes. La primera parte del secreto es una visión del
infierno, que revela lo que ocurre después de la muerte sin arrepentimiento y
conversión.
La segunda parte fue una declaración de que la Primera Guerra Mundial
terminaría y una predicción de otra guerra que comenzaría durante el
pontificado de Pío XI si la gente continuaba ofendiendo a Dios y Rusia no se
consagraba al Inmaculado Corazón de María.
Sor Lucía, una de las tres videntes de Fátima, recordó en sus memorias
que Nuestra Señora pidió “la Consagración de Rusia
a mi Inmaculado Corazón, y pido que los primeros sábados de cada mes se hagan
comuniones en reparación por todos los pecados del mundo”.
La religiosa comentó que la Virgen le dijo: “Si
mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, Rusia repartirá
sus errores alrededor del mundo, trayendo nuevas guerras y persecuciones a la
Iglesia los justos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho,
ciertas naciones serán aniquiladas”.
“Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará. El
Santo Padre consagrará a Rusia a mí, y esta será convertida y el mundo disfrutará
de un período de paz”.
En una carta escrita en 1989, la hermana Lucía confirmó que el Papa Juan Pablo II satisfizo el
pedido de Nuestra Señora para la consagración de Rusia en 1984. Otras
autoridades, incluida la Congregación para la Doctrina de la Fe, también
afirmaron que la consagración se completó a satisfacción de Sor Lucía.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa








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