Los legionarios romanos eran reclutados entre los 17 y 20 años de edad para un servicio de dieciséis años (Las reformas marianas).
La
estatura de un legionario romano promedio era apenas 1,68 m, lo que se
considera la mayor debilidad de los soldados romanos. Los científicos explican
la baja estatura de los romanos por su dieta, ya que se basaba principalmente
en productos de harina, mientras que los bárbaros comían carne rica en
proteínas.
La altura
de un hombre promedio fue confirmada por la investigación de Geoffrey Kron,
realizada en 926 esqueletos masculinos adultos enterrados en Italia entre el
año 500 aC y 500 dC. Eran aproximadamente 1,68 m de altura. Quizás hubo una
selección de altura introducida en el ejército romano para que los legionarios
tuvieran que mantener la alineación en el orden correcto (por ejemplo, la
testudo).
A modo de
comparación, vale la pena mencionar que los germanos o los galos alcanzaban en
promedio la altura entre 1.70 y 1.85 metros. Aunque los romanos eran más bajos
que sus enemigos, poseían habilidades mucho mayores. Tenían la capacidad de
cooperar, luchar en diferentes condiciones climáticas, eran disciplinados, bien
equipados, entrenados y duros.
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