miércoles, 13 de enero de 2021

SUPERANDO LA DEPRESIÓN

El corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos.

Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net

“El corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos”  Prov 17, 22

Todas las personas estamos llamados a vivir con alegría, plenitud, gozo. Pero hay cosas que llevan al hombre a sentirse triste momentáneamente, esto es natural y parte de la vida del hombre.

Cuando la tristeza que se presenta es profunda, permanece todo el día y se prolonga en el tiempo, haciendo sentir a la persona que se encuentra en un  pozo profundo sin salida aparente,  ha llegado, con querer y sin querer, a un estado de depresión.

Este momento, en muchas de las veces, va acompañado de sentimientos de angustia, soledad, de poca valía y de culpabilidad, desgano, agitación, fatiga, dificultad para concentrarse, insomnio o sueño excesivo, pérdida o aumento de apetito, irritabilidad, llanto frecuente, baja autoestima, desesperanza. Esta es una enfermedad que de manera segura afecta los pensamientos, sentimientos, conducta y salud física.

Cuando la depresión proviene de cambios químicos cerebrales se le llama endógena. Por ejemplo cuando hay cambios en los neurotransmisores, la serotonina provoca insomnio. Los cambios o la baja en la noradrenalina, que es la que nos da energía, causan desgano, cansancio, fatiga. Si disminuye la dopamina, que es la que regula el dolor y produce placer, la persona se hace más susceptible al dolor y las actividades normales ya no le ilusionan. Esta depresión, sin duda, debe ser tratada con medicamentos.

La exógena tiene que ver con los eventos externos en la vida de las personas como son: pérdidas de seres queridos, reveses económicos, de trabajo, enfermedad, divorcios, violencia intrafamiliar, traiciones, etc.

La depresión en el varón se da más por pérdida de status o laboral. En la mujer por pérdidas emocionales.

CÓMO SE SUPERA

Si es endógena la solución casi segura llega a través de medicamentos y psicoterapia, la dosis y duración dependen del grado de depresión. Tanto si es exógena o endógena la persona con ayuda espiritual y de psicoterapia debe buscar resolver los problemas de raíz. Quien se somete a este tratamiento tendrá en cuenta que hay mucho trabajo personal.

TRABAJO PERSONAL

La labor de quien se encuentra en un estado de depresión es tener paciencia y acciones concretas para lograr salir de esta situación. Los siguientes puntos que ayudan son:

-Tomar conciencia del precio que se está pagando por permitir pensamientos negativos y cambiarlos por positivos, para evitar que afecten su salud.

-Importante fortalecer la autoestima, valorarse, hacer un recuento de las propias  fortalezas, de las cosas positivas que haces o has hecho.

-Atender las necesidades personales tales como  alimentación rica en vitamina B 12 y folato, deportes, descanso, momentos de recreación.

-Evitar el consumo de drogas y alcohol.

-Reconocer y expresar de forma constructiva sus sentimientos, pensamientos y necesidades.

- Apoyo familiar y social.

-Poner límites para evitar el abuso de los demás o de uno mismo.

-Cambiar lo que se pueda cambiar de la situación y manejar en forma positiva lo imposible de cambiar.

-Recordar si es posible qué evento desencadenó la depresión. Si se toma conciencia se puede re-significar el evento, es decir verlo desde un enfoque positivo para salir de la depresión.

-Tener la convicción de que con la ayuda necesaria, se puede manejar la propia depresión.

-La percepción de uno mismo es de gran importancia para la salud emocional y física. Si es positiva habrá más probabilidad de responder de forma adecuada y asertiva a situaciones externas.

-Ver la depresión como una oportunidad de crecer  facilita la tarea.

-Centralizar o ubicar el problema y no totalizarlo pensando que todo está mal, que la vida es un desastre.

-Ver de lejos el problema, para lograr ser objetivo en la observación de la realidad, enfatizar las cosas positivas, lo que si se tiene.

-Evitar hacer recuento permanente de la (s) experiencia (s) dolorosa (s) del pasado; traumas, desilusiones, injusticias.

-Realizar acciones concretas en el aquí y ahora realistas, alentadoras.

-No tomar las cosas a nivel personal, pensando por ejemplo que esa persona quería hacerte daño.

-Agradecer las cosas positivas de cada día, la salud, la vista, el amanecer, etc.

-Buscar motivaciones, sentido de vida. Quien vive con fe y trasciende los hechos no puede sufrir depresión de manera permanente.

-Aunque por el momento sienta que no hay mejora, es necesario perseverar en el sentido contrario al que se venía caminando.

-Es importante cambiar la forma en que manejas el origen de la depresión, para prevenir que te lleven de nuevo a la depresión.
 
Finalmente recordar que si tenemos fe y creemos en Dios, si nos dejamos abrazar por su amor estamos seguros. “Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad”. Sal 23, 4

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