De vez en cuando, una oveja dará a luz a un cordero y lo rechazará.
Hay muchas razones por las que ella puede hacer esto. Si el cordero regresa a la oveja, la madre puede incluso patear al pobre animal. Una vez que una oveja rechaza a uno de sus corderos, nunca cambiará de opinión. Estos corderitos inclinaran la cabeza tan bajo que parece que algo está mal con su cuello. Su espíritu está roto... Estos corderos se llaman "bummer lambs" (huérfanos o rechazados). A menos que el pastor intervenga, ese cordero morirá, rechazado y solo...
Entonces, ¿sabes lo que hace el pastor? Lleva al pequeño rechazado a su casa, lo alimenta a mano y lo mantiene caliente junto al fuego. Lo envuelve con mantas y lo sujetará contra su pecho para que el rechazado pueda escuchar los latidos de su corazón... Una vez que el cordero es lo suficientemente fuerte, el pastor lo colocará nuevamente en el campo con el resto del rebaño... Pero esa oveja nunca olvidara cómo el pastor lo cuidó cuando su madre lo rechazó...
Cuando el pastor llama al rebaño, ¿adivina quién corre hacia él primero? Así es, la oveja rechazada. Ella conoce su voz íntimamente. No es que el cordero rechazado sea amado mas, es que conoce íntimamente a quien lo ama. No es que sea amado más, solo lo cree porque ha experimentado ese amor cara a cara... Muchos de nosotros somos corderos huérfanos, rechazados y quebrados. Pero ÉL es el buen pastor. Se preocupa por todas nuestras necesidades y nos mantiene cerca de su corazón para que podamos escuchar su corazón latir.
PODEMOS ESTAR ROTOS PERO EL PASTOR NOS AMA PROFUNDAMENTE... CRISTO ES EL BUEN PASTOR.
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