No
nos abandonéis. Si nos abandonáis ahora, nunca recuperaremos la libertad. Eso fue lo que dijeron los alemanes del sector
occidental de Berlín cuando los soviéticos bloquearon los accesos, les cortaron
la luz y daban por supuesto que Occidente tendría que ceder esa zona. No nos abandonéis. Esa fue la súplica de dos
millones de seres humanos que ansiaban vivir en libertad. Y Estados Unidos no
les abandonó.
Hong
Kong, siete millones y medio de seres humanos, abandonados a su suerte.
.......................................
Y
alguien, como despertándose de un plácido sueño, se ha dado cuenta de que es en
China donde se fabrican los chips.
En el 2018 salió esta noticia porque ya era agua pasada de tres años
antes:
Cuando
nos roben nuestra libertad no lo harán los chinos, lo harán regímenes débiles
para enfrentarse al dragón gigante, o regímenes bolivarianos que nacerán como
reacción a la pobreza brutal que se establecerá.
Y
podremos repetir, una y otra vez: “Nos lo merecimos,
nos lo merecimos”. La anaconda fue rodeándonos con sus giros con nuestra
consciencia perfecta. Pero lo mismo que los depredadores buscan presas
enfermas, Occidente está enfermo, ya no tiene capacidad de reacción.
Lo he
visto en tantos vídeos de Youtube (todavía es libre) cómo el mamífero llega un
momento en que se abandona, se deja abrazar.
Hoy hemos
tenido en España el homenaje civil a las víctimas de la COVID. Estéticamente,
ha sido una ceremonia que queda definida por dos palabras: anodina e insípida.
Y no se
piense que estoy en contra de estos actos civiles. Para nada. Entiendo que, en
una sociedad como la española, las autoridades quieran tener una ceremonia no
confesional, algo común a todos. Es más, casi prefiero que ellos hagan lo que
quieran con su ceremonia laica, para que así nosotros podamos tener nuestra
ceremonia católica a nuestro gusto.
Ahora
bien, la ceremonia civil ha sido tan descolorida que creo que deberían haber
contratado a algún inglés. Los ingleses tienen un don para las ceremonias.
Véase la ceremonia del Remembrance Day cada año en Londres.
Si
comparamos las ceremonias, una tiene vistosidad, solemnidad; las impresionantes
campanas de fondo, el silencio de la multitud... La de Madrid parece una
ceremonia que ha sido lavada y que ha perdido el color.
De todas
maneras, sí que pienso que la misa de la Almudena debería haber estado regida
por un espíritu forteniano. Tal como la hicieron tampoco es para echar cohetes.
Pienso que les falta un poco de sentido de la liturgia como marco grandioso
estético. Basta mirar los óleos y frescos de la época barroca para entender que
esos hombres sí que entendían la ceremonia como espectáculo, como un digno
espectáculo. La misa que vimos en la Almudena fue como la misa de cualquier
barrio solo que con más concelebrantes.
Post
Data: Varias almas me han dicho: "Hubiéramos
preferido un rosario. Toda esa ceremonia laica no nos ha quitado ni un día de
purgatorio".
P. FORTEA
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