jueves, 23 de julio de 2020

ME LO HAS ENSEÑADO TODO PAPÁ, AHORA ES MI TURNO DE DEVOLVERTE LAS GANAS DE SOÑAR


«Todos los mayores han sido primero niños, pero pocos lo recuerdan» El Principito. Con los años uno va madurando y cambiando. Sucede que muchos de los sueños o deseos que teníamos cuando éramos niños o jóvenes ya no son los mismos en la edad adulta. O quizás, algunos los dejamos de lado, los olvidamos y guardamos en el fondo de nuestro corazón.
Las responsabilidades, obligaciones, quehaceres del día a día. El trabajo, las frustraciones, el dolor, el miedo, el ruido, los «estándares» de la sociedad y tantas otras cosas de la vida adulta, pueden hacer que nos alejemos de nosotros mismos y de nuestra esencia, incluso dando paso a la amargura y desilusión si no sabemos cómo enfrentar estas situaciones de una manera adecuada.
El siguiente video me hizo recordar mucho la relación que tengo con mis papás, especialmente con mi papá.  A él, le gusta mucho el aire libre, el contacto con la naturaleza, las aventuras y la fotografía, igual que a mí.
De niña hacíamos numerosos paseos a distintos lugares donde me enseñaba a relacionarme con la naturaleza. Sin embargo ahora, soy yo quien lo intento convencer y sacar de la rutina para continuar haciendo lo que tanto le gusta y le recuerda quién es.
LOS HIJOS SON PARTE DEL LEGADO DE LOS PADRES
Cuando somos pequeños, son nuestros padres quienes nos cuidan, nos protegen y nos guían por el camino de la vida. Ellos nos enseñan a descubrirnos a nosotros mismos. Quizás algunos saben hacerlo mejor que otros, pero lo cierto es que la intención de hacerlo con amor y de la mejor manera siempre está.
Con el pasar del tiempo vamos creciendo y tomando nuestro propio rumbo y nuestros padres también van cambiando y viviendo otras etapas de su vida. A veces, las dificultades que enfrentamos y enfrentan ellos en el camino, pueden hacer que se olviden de todas aquellas situaciones que los hacían «vibrar» y sentirse «vivos».
UNA PROPUESTA PARA PADRES E HIJOS
Si eres papá o mamá, piensa en aquellas cosas que te gustaban y antes hacías. Esas que te hacían encontrarte contigo mismo y tu verdadera esencia.
Si eres hijo, conversa con tus padres, recuérdales quiénes son, qué les gusta, qué los hace encontrarse con su interior y anhelos más profundos. ¡No dejes que entierren sus sueños y solo sean parte de un recuerdo!
«Desempolva su mochila», tal como lo hace el chico del video, y aliéntalos a hacer eso que siempre les gustó hacer y han dejado de lado con el pasar de los años. Ahora te toca a ti recordarles quiénes eran y quiénes continúan siendo.
Escrito por Francesca Giannoni

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