El presidente de la Comisión de Fe y Cultura de la
Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Víctor Fernández, propuso 13 unas
medidas para reabrir las iglesias durante la pandemia del coronavirus para
celebrar las Misas reduciendo los riesgos de contagio.
Este 21 de abril se cumplió el primer de la
cuarentena establecida por el Gobierno argentino para controlar el contagio de
coronavirus. Según la Universidad John Hopkins, en Argentina hay 3.031 casos
confirmados de COVID-19, con 145 fallecidos.
Mons. Fernández, también Arzobispo de La Plata, indicó que si bien la
Iglesia colabora con el sostenimiento material de los más golpeados por la
pandemia, cuando “cuando pensamos en sostener la
vida interior de los fieles y en alentar su crecimiento, nos encontramos con la
dificultad grave de verlos privados de la Eucaristía durante mucho tiempo,
previendo además que esta situación pueda prolongarse por varios meses”.
En una carta con fecha 19 de abril, dirigida a la Comisión Ejecutiva de
la CEA, el Prelado señaló que esto plantea un dilema, pues el Concilio Vaticano
II enseña que “no se edifica ninguna comunidad
cristiana si esta no tiene su raíz y centro en la celebración de la Sagrada
Eucaristía”; y que “San Juan Pablo II
remarcaba que la Misa ‘antes que un precepto debe sentirse como una exigencia
inscrita profundamente en la existencia cristiana’”.
Mons. Fernández, que indicó que la carta recoge las sugerencias de
varios obispos, dijo que es comprensible “que
muchos fieles nos reclamen que busquemos alguna manera de volverla accesible”.
“Nosotros les decimos que pueden experimentar otras formas de oración, y lo
hacen, pero ya decía San Juan Crisóstomo: ‘También puedes orar en tu casa; sin
embargo no puedes orar igual que en la Iglesia, donde se reúnen los hermanos’”.
“Además están las Misas transmitidas on line y
ellos saben bien que la comunión espiritual tiene valor, que Dios también
derrama su gracia de esa manera, pero lo hace en tanto es deseo de Cristo
presente en la Eucaristía”, señaló.
Sin embargo, recordó que el Papa Francisco “enseña
que Dios ‘en el colmo del misterio de la Encarnación, quiso llegar a nuestra
intimidad a través de un pedazo de materia’. Es bueno que nuestros fieles lo
hayan aprendido, y por eso no les da lo mismo”, sino que ansían “el alimento del amor que es fuente de vida
sobrenatural”.
“No será fácil fundamentar que esta situación se
prolongue demasiado tiempo, ni podremos esperar sencillamente que pase por
completo la pandemia”, expresó Mons. Fernández.
“Sabemos que exponerse al contagio es una
irresponsabilidad sobre todo porque implica exponer a otros al contagio e
indirectamente puede favorecer una situación de crisis sanitaria que no
queremos ver en nuestro país”, indicó.
Por ello, para dar “un claro mensaje a
nuestro Pueblo de Dios mostrando que de verdad nos preocupa, y que intentamos
dar algún paso que permita resolver esta situación lo más pronto posible”, sin
dejar de acompañar “la preocupación sanitaria de
las autoridades”, propuso una serie de medidas obligatorias para
celebrar la Misa reduciendo al mínimo los riesgos y no sea caracterizada como
un acto masivo.
ESTAS MEDIDAS OBLIGATORIAS SON:
1) Que haya una distancia de dos
metros entre las personas, tanto hacia los costados como hacia atrás y hacia
adelante. Esto requerirá retirar o anular la mitad de los bancos de los
templos.
2) Que no haya más de dos personas
por banco.
3) Que una vez cubiertos los bancos
de esta manera, no se acepte el ingreso de más personas.
4) Que en los templos donde suele
haber mayor afluencia de gente se multiplique la cantidad de misas, de manera
que los fieles se distribuyan entre el sábado y el domingo en diversos
horarios. Dada la capilaridad y cercanía de los templos esto no incidirá en el
transporte.
5) Que no se celebre la Misa con
fieles en los santuarios más visitados debido a la dificultad para establecer
allí un control de este tipo. En estos casos, sólo podrá invitarse, a puertas
cerradas, a los agentes pastorales que cumplen servicios en la comunidad.
6) Que en la Misa no haya cola para
comulgar sino que los ministros se acerquen a las personas ubicadas en los
extremos de los bancos y depositen la Eucaristía en la palma de las manos.
7) Que cada ministro que acerque la
comunión se lave las manos previa y posteriormente con jabón y se coloque
alcohol en gel.
8) Que se omita el saludo de la paz
y todo contacto físico
9) Que las Misas no duren más de 40
minutos.
10) Que la salida del templo sea
progresiva y se eviten los saludos.
11) Que no se tomen intenciones para
la Misa en el momento y que sólo se reciban previamente por teléfono, mail o
mensajes.
12) Que quienes por su edad estén
impedidos de asistir puedan recibir la comunión en sus hogares.
13) Que se mantenga transitoriamente
la dispensa del precepto dominical, de manera que las personas que prefieran
extremar los cuidados no se sientan obligadas a asistir. De hecho, antes que se
declarara la cuarentena la cantidad de asistentes a Misa ya había disminuido
mucho de modo espontáneo.
En su carta, Mons. Fernández indicó que “si
hay que prever los impactos económicos, también es conveniente valorar aquellas
cosas que proveen consuelo y fortaleza a las personas en los momentos duros”.
Redacción ACI Prensa
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