¿CÓMO ES CAMINAR CONMIGO?
Por: Daniela Sandí Torres. | Fuente: Catholic.net
Resulta que hasta hace poco tiempo no sabía cómo
era; más de alguna persona podría pensar que no tiene mucho sentido esto que
digo; pero lo cierto es que así es; el proceso de
irme conociendo tiene menos de un año. Y creo que en los últimos 6 meses el
asunto se ha intensificado.
Y no es que ya sea una experta sobre mí; pero sí
he logrado conocer e identificar muchos aspectos; ha sido un ejercicio muy intenso, porque,
así como he encontrado aspectos que me gustan, me he topado con otros que me
dan miedo, con otros que no me gustan para nada; también he descubierto muchos
errores que cometí en el pasado; pero todo esto me da entonces la oportunidad
de mejorar. (Ser capaz de decir esto último y sobretodo de pensarlo, sin duda
alguna es de lo bueno que me ha dejado este proceso, en otro tiempo solo
hubiera visto negativos).
Hay un tema que no puedo dejar de lado, porque
es parte de mí y de lo que he aprendido en esta convivencia conmigo, y es la
ansiedad. Caminar conmigo es saber que pueden darme ataques de
ansiedad; que si aparece una situación de sorpresa (entre otras cosas), algo
que yo no tenga planeado eso me va a producir ansiedad; caminar conmigo es
saber que entonces tengo que tomarme el tiempo para parar, para manejar esas
emociones y no dejarme llevar por ellas; caminar conmigo es saber que un abrazo fuerte me tranquiliza un
poco, que generar presión en mi cuerpo me hace bien; es saber que voy a llorar
un poco, muchas veces sin tener tan claro el por qué, pero que después pasará.
Caminar conmigo es entender que algunos días
tendré ansiedad, pero que hay otros en los que no; y que no significa que ya no
me dará más, sino que en ese momento no tengo ansiedad y que debo y puedo
disfrutar esos instantes.
Caminar conmigo es tener claro que me es preciso
saber toda la teoría, que necesito que me hablen con conceptos, que me definan
las cosas para entonces avanzar; y en la mayoría de ocasiones hasta no tener
claro el por qué suceden las cosas no dejaré de darle vueltas en la mente, y
que entonces eso, también me genera ansiedad.
También es saber que en muchas ocasiones a
partir de una situación del presente viajo inmediatamente al futuro y ya armo
toda una vida, y que todo ese viaje me produce ansiedad; sin tener seguridad de
que eso sea tal cual.
Por otro lado; también he
aprendido que debo tener más confianza en mí; que puedo aportar mucho al mundo,
a la vida de las personas que me rodean; que puedo abrir mi corazón, y en la
medida que yo me abra a los demás, las personas se abrirán a mí.
Este asunto de caminar conmigo, no ha sido nada
fácil; hay momentos en los que mi propio silencio me causa miedo; y en medio de
ese silencio no solo he visto detalles del ahora, sino que también he podido
ver y comprender muchos asuntos del pasado, temas agradables, pero también más
de uno que no es tan agradable y que no por eso debo hacerlo a un lado, sino
que debo enfrentarlo.
Pero también en medio de ese silencio, en donde
solo escucho mis pasos, me he reencontrado conmigo, con aquello que tanto me
gustaba; un libro, leer un par de poemas por la noche; la música que me llega
al alma; y encontrarme con lo nuevo que no había conocido, por ejemplo; cuánto
disfruto las conversaciones cuando el celular no está de por medio.
Justamente, en medio de todo este proceso,
decidí un día ponerme a prueba con algo nuevo; aprovechando que tenía que ir al
centro de Liberia; fui por un helado y me senté sola en el parque; guardé el
celular y me dediqué a ver a las personas que estaban ahí; era tipo 3:00 pm; un
par de chiquitos en patines jugando, pequeños grupos de amigos de colegio
vacilando; y también más de una persona pasó viéndome con cara de “pecadito, está comiendo helado sola”; al final el
ejercicio estuvo interesante, regresé a la casa feliz porque había pasado la
prueba. El siguiente paso es probar un día salir a comer sola, pero ese está en
proceso.
Por otra parte, caminar conmigo también implica
saber que si eres mi amiga haré lo que esté a mi alcance por ayudarte, porque estés
bien; que si tengo que dejar de hacer algo por sacar el tiempo y escucharte lo
haré; porque valoro muchísimo una amistad; y si se trata de una amistad muy
íntima, te consideraré mi familia; y por mi familia muevo Cielo y Tierra; porque
citando a Lilo “la familia no abandona ni olvida”
Entonces, ¿cómo es caminar conmigo? Es
caminar en medio de días de ansiedad, otros de sonrisas, algunos en silencio y
otros en medio de música o de libros; algunos días serán de hablar mucho y en otros las palabras
estarán de más porque lo único que necesito es un abrazo.
Caminar
conmigo es una aventura, yo ya le voy agarrando el gusto.
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