En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa
Marta de este 12 de noviembre, el Papa Francisco señaló que el demonio “siembre
el odio en el mundo, que provoca la muerte”.
Al reflexionar sobre un pasaje bíblico del libro de
la Sabiduría, el Santo Padre destacó que “Dios nos ha creado a su imagen, somos
hijos de Dios” y añadió que “pero por la envidia del demonio la muerte entró en
el mundo”.
En esta línea, el Papa explicó que “le
envidia del ángel soberbio quien no quiso aceptar la encarnación” lo
llevó a “destruir la humanidad”.
De este modo, el Pontífice advirtió que así inicia “la lucha y el deseo de destruir” porque en
nuestro corazón hay “celos, envidia, competencia”
en lugar de vivir “como hermanos, todos en paz”.
“Caín y Abel eran hermanos, pero los celos, la
envida de uno destruyó al otro”, remarcó
el Papa quien añadió que basta ver un noticiero para observar “las guerras, las destrucciones, la gente que por las
guerras muere de enfermedades”.
En este sentido, el Santo Padre recordó en aniversario de la caída del
muro de Berlín en Alemania, el nazismo y las torturas y los otros horrores de
la guerra.
“Detrás de esto hay alguien que nos mueve a hacer
estas cosas. Esto es lo que llamamos tentación. Cuando vamos a confesarnos, le
decimos al padre: ‘Padre, he tenido esta tentación, esta otra, esa otra...’.
Alguien que toca tu corazón para hacerte ir por el camino equivocado. Alguien
que siembra destrucción en nuestros corazones, que siembra odio. Y hoy debemos
decirlo claramente, hay tantos sembradores de odio en el mundo, que destruyen”,
afirmó el Papa.
Por ello, Francisco indicó que en el alma hay “una
semilla de envidia del demonio” y agregó que el demonio tiene envidia “de nuestra naturaleza humana” porque “el Hijo de Dios se hizo uno de nosotros. Esto no puede
tolerarlo, no consigue tolerarlo”.
“Esta es la raíz de la envidia del demonio, es la
raíz de nuestros males, de nuestras tentaciones, es la raíz de las guerras, del
hambre, de todas las calamidades en el mundo”, advirtió.
Además, el Santo Padre se refirió a la tentación de algunos políticos de
“ensuciar al otro, de destruir al otro” sea
con mentiras, que con la verdad y así, no realiza una confrontación política
saludable para el “bien del país”.
“Quisiera que hoy cada uno de nosotros piense: ¿por
qué hoy en el mundo se siembra tanto odio? En las familias, que en ocasiones no
pueden reconciliarse, en el barrio, en el lugar de trabajo, en la política… El
sembrador de odio es esto. Por la envidia del demonio la muerte entró en el
mundo. Algunos dicen: pero padre, el demonio no existe, es el mail, un mal así
etéreo. Pero la Palabra de Dios es clara”, exclamó
el Papa.
Finalmente, el Santo Padre rezó al Señor para que “haga crecer en nuestro corazón la fe en Jesucristo, su
Hijo” quien tomó nuestra naturaleza humana "para luchar con nuestra carne
y ganar en nuestra carne" el diablo y el mal. Y que esta fe "nos de la fuerza para no entrar en el juego de este
gran envidioso, el gran mentiroso, el sembrador del odio".
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa








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