miércoles, 10 de octubre de 2018

EL CAMINO HACIA TU VIDA PROFESIONAL


Hay tantas profesiones que como mujer podrías ejercer de una manera más humana, maternal y espiritual.

“Si has de servir a Dios con tu inteligencia, para ti estudiar es una obligación grave.” – Josemaría Escrivá de Balaguer

¿Qué vas a ser cuando seas grande? – solía preguntar a aquella niña su papá -. Ella lo miraba y le decía, no sé.

– ¿Qué vas a estudiar cuando llegues a la Universidad? – Preguntaba su mamá, ella la miraba y respondía, no sé. Y así llegaron los años de su adolescencia y se despertaron en su alma muchas ilusiones, faltando una de las que definen para siempre la vida, ¿qué profesión tendrás al salir de la Universidad? …no sé…

Llegó entonces el momento de decisión para esta joven y “adivinando” decidió comenzar con la carrera de Derecho, pues decía ella que por su carácter fuerte llegaría a ser una gran abogada. No logró aprobar los exámenes de Derecho Romano por lo que decidió intentar la carrera de Administración de Empresas, la profesión de su papá, pero al tener el primer examen parcial de matemáticas… ¡Horror! No sabía qué hacer.

Bueno, decidió una vez más que esta carrera no era buena para ella, así que se fue a intentar de nuevo estudiar Derecho. Esta vez en otra Universidad, según ella, más fácil. Al llegar a los 25 años ya había pasado por tres o cuatro Universidades y no había llegado a nada. ¿Por qué? Muy sencillo. Cuando no sabes lo que vas a hacer cuando aún eres adolescente, estás en peligro de malograr para siempre tu existencia, te expondrás a rebotar como una pelota sin encontrar tu lugar en la vida. Querida amiga, el oficio o la profesión que elijas le dará sentido y dirección a tu vida. Más importante aún, encontrarás en ese oficio una misión que completar a lo largo de tu vida.

PARA SERVIR, HAY QUE ESTUDIAR
¿Has pensado alguna vez que estás en la tierra como parte de un plan divino? ¿Alguna vez has reflexionado sobre todos los años de preparación que tuvo que tener Jesucristo para después completar su misión entre los hombres y mujeres del mundo? Pues tú debes hacer lo mismo. Para poder servir al mundo con eficacia y con verdadera excelencia (Perfección de Cristo) es necesario que te prepares, y lo debes hacer estudiando conscientemente y ofrecer todo tu esfuerzo para darle gloria a Dios. Para un apóstol moderno, una hora de estudio es una hora de oración, solía decir el fundador del Opus Dei, ahora a punto de ser canonizado.

BUSCA TUS MEJORES TALENTOS
Como se trata de servir a la humanidad, te recomiendo que desde hoy comiences a observar aquello que haces bien. ¿Tienes habilidad para el dibujo?, ¿se te facilita la biología?, ¿tu aptitud para aprender idiomas es admirada por otros?, ¿sientes compasión en el corazón cuando miras a los enfermos? Todo esto amiga, si le pones atención, te irá indicando la vocación profesional a la que has sido llamada. Incluso desde que tienes 13 años puedes saberlo. No, me equivoco, desde que tienes cinco años ya puedes dar muestras que tal vez algún día serás pintora, bióloga marina, traductora o religiosa. ¡Que maravilloso es descubrir tu vocación profesional! Aunque debes estudiar fuerte para llegar a ser la mejor, de esta manera disfrutarás del estudio.

Es importante también considerar aquellas profesiones en que, como mujer, puedes lograr mucho más debido a tu especial sensibilidad para las relaciones humanas y apertura a las cuestiones del espíritu. Por ejemplo, imagínate siendo una maestra de kindergarden, primaria, bachillerato o incluso universitaria, ¡a cuántos alumnos podrás llegar a apadrinar espiritualmente!, especialmente si te preocupas por una formación humana y espiritual profunda. Puedes considerar también abrazar la profesión de enfermera, médico o psicóloga. Por ser mujer, Dios te ha dado los dones específicos que ayudan mejor a los otros en los momentos de dar apoyo, aliento, guía o simplemente consejo en sus momentos de crisis emocionales.

Hay muchas otras profesiones que puedes considerar, como son la Administración de Empresas e ir con miras a ser una gerente o jefe diferente, que humanice los ambientes empresariales con su sola presencia; o música, como ejecutante o hasta un Doctorado para ser Directora de orquesta y despertar lo “divino” que hay en cada uno de nosotros.

En fin, amiga mía, hay tantas profesiones que como mujer podrías ejercer de una manera más humana, maternal y espiritual que nuestros hermanos los hombres… porque recuérdalo siempre: La mujer ha sido puesta en la tierra para la más grande de todas las misiones: sacar lo mejor, la semilla de la bondad que cada ser humano trae dentro de sí.

OBSTÁCULOS
Por supuesto que para llegar a alguna parte importante en la vida siempre hay que saltar obstáculos. En tu caso, si apenas has dejado atrás a la niña y empiezas a descubrir a la mujer que hay en ti, si eres una joven mujer que piensa, siente, descubre los ideales y decide, tal vez te servirán estos humildes consejos:
– No permitas nunca la comodidad, la pereza o la ley del menor esfuerzo.
– Trata siempre de aprovechar al máximo los talentos e inteligencia que Dios te ha concedido. Tu tiempo es oro.
– Vigila bien quiénes son tus amigos y si están colaborando a que des lo mejor de ti. Muchas veces, por ser demasiado sentimentales o depender mucho del cariño de otros, te haces grupos de amigos que no son lo mejor para ti. Lamentablemente te das cuenta de esto cuando ya has perdido un precioso tiempo de la vida.
– Empieza a observar desde ahora a las jóvenes ejecutivas que están triunfando. Por mujeres triunfadoras, me refiero a aquellas que se esfuerzan en vivir cara a Dios y dan claras muestras de practicar las virtudes humanas, aumentando así su prestigio profesional. No para ser admirada por otros, sino para dar Gloria a Dios en todo lo que emprende.
– Te puedes dar permiso de enamorarte, pero nunca perder la cabeza por un amor. Entre más pronto aprendas a dominar interiormente tu corazón, más pronto alcanzarás la madurez tan necesaria para enfrentarse con dignidad al mundo. ¿Por qué viene esto del amor al caso? Porque lamentablemente hay muchas jovencitas que dejan sus estudios a un lado para ir detrás de un amor que en la mayoría de las veces no es correspondido. ¿Vale la pena? Que te lo responda tu inteligencia.

Querida amiga, cada mujer tiene su camino. Un camino que viene determinado por las características individuales – aptitudes, personalidad, intereses e ideales- y por el mercado de trabajo. Cuando ese camino se halla, no sólo se resuelve la vida a nivel económico, sino lo que es mucho más importante, que como mujer te realices a ti misma y honres a Dios al trabajar con la perfección con la cual trabajó aquel hermoso carpintero llamado Jesús. El mismo que en su día fue un bebé, niño, adolescente y que seguramente también tuvo sus crisis como las tienes tú. Más sin embargo, encontró y se preparó intensamente para desempeñar con perfección aquello para lo cual había nacido: Ser el Salvador del Mundo y tu modelo de profesional completo. ¡Que maravilloso es saberlo y así ponerle alegría y entusiasmo al estudio! Pruébalo.

Sheila Morataya-Fleishman

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