Santos
ángeles custodios vengan en mi auxilio, corte celestial, vengan en mi ayuda,
Iglesia peregrina de la tierra, intercedan por mí.
Padre
amado, de ti proviene toda bendición en el Cielo y en la tierra. Humildemente
Señor yo te pido perdón por mis pecados, me postro ante Ti porque sé que he
hecho mucho daño, he hecho mucho daño a mi cuerpo, sé que necesito tu ayuda
Señor, sin Ti, yo no puedo, humildemente pido la asistencia de la Virgen María,
madre mía, Santa María Virgen ayúdame, ayúdame que estoy desesperado, estoy en
un momento terrible de mi vida, hay una adicción fuerte, hay una atadura
terrible de la que me siento incapaz de vencer, Santos ángeles custodios vengan
en mi auxilio, corte celestial, vengan en mi ayuda, Iglesia peregrina de la
tierra, con el Papa, con los religiosos y religiosas, con todos los laicos
comprometidos, almas víctimas y contemplativas, rosarios, coronillas, todas las
eucaristías que se celebran, vengan y auxilien mi grito de dolor, Señor,
humildemente yo clamo a tu poderosa presencia porque me siento derrotado,
porque estoy triste, porque estoy hecho nada, humildemente yo te pido que sanes
mi cuerpo Señor, que sanes mi alma, que sanes las heridas más profunda que
hacen que yo me apegue a este vicio terrible. Me siento avergonzado, siento
dolor y tristeza en el fondo de mi corazón, siento un miedo terrible, no me
siento capaz de nada, siento necesidad de drogarme, de asfixiar mis dolores, y
no puedo salir de allí por mis propios medios Señor.
Reconozco
ante Ti, Señor de mi vida, toda mi pequeñez, reconozco mi incapacidad,
reconozco mi miseria, reconozco el dolor inmenso que tengo en mi corazón y te
clamo humildemente Señor, te clamo con todo mi corazón, te clamo con toda mi
miseria y con mi adicción, te clamo que sanes el fondo de mi corazón, te clamo
que sanes las heridas más profunda que vienen desde el vientre de mi madre, te
clamo por aquel dolor profundo por la que ella pudo haber atravesado desde el
momento del embarazo, sana señor ese dolor. Mamá, Papá, yo les perdono por todo
el dolor que pudieron haber causado a mi corazón durante el embarazo, debido a
las angustias y sufrimientos en su relación.
Te pido
humildemente Señor, que vengas a sanar lo profundo de mis heridas. Te pido
humildemente que vengas con tu Santo Espíritu, con tu Poder, con tu Amor, a
sanar todos mis dolores. Ven sobre mis miserias y dolores, reconozco que no
puedo sólo, por eso clamo desde mi dolor, que venga tu Santo Espíritu a
sanarme.
Ven, oh
Santo Espíritu de Dios a cerrar mis heridas. Ven, oh Señor, con tu sangre
preciosa a lavar mis errores y culpas.
Humildemente
te clamo que vengas Virgen Santa, ponme en tu vientre, pon en tu vientre toda
mi miseria, mi adicción y todo ese dolor de mi corazón, para que lo sanes, lo
restaures con el poder virginal y maternal que Dios te ha concedido.
Gracias
señor porque sé que ya estás iniciando ese proceso de sanación de mi adicción.
Gracias Señor, porque sé que estás sanando toda esta rabia profunda que me
incita a hacerme daño, estás sanando todo este profundo abatimiento, sanándome
de toda esta incapacidad de actuar.
Te
bendigo y te alabo, Señor mío, te doy gloria Señor, porque eres Tú, el único y
poderoso quien me sana y me despojas del hombre viejo. Santísima Trinidad, tres
divinas personas, un sólo Dios, gloria y alabanzas sean a ustedes por siempre
en los Cielos y en la Tierra
Gloria al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era un principio ahora y siempre por
los siglos de los siglos. Amén
Dr.
Octavio Escobar, Psicólogo católico pildorasdefe.net
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