“Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus discípulos,
pero no se quedaron allí muchos días” (Juan 2:12)
PRESENTACION
Dado que la existencia de hermanos carnales de Jesús entra en contradicción
con el dogma católico de la virginidad perpetua de la Virgen María, existe un
debate entre filólogos e investigadores bíblicos de diferentes áreas del
cristianismo sobre cómo deben ser interpretados los textos que hacen referencia
a los hermanos de Jesús. Pero el debate está condicionado por las diferentes
creencias religiosas de los participantes.
Desde el punto de vista estrictamente histórico no hay razón alguna para
suponer que Jesús no haya podido tener hermanos, tal y como se menciona en los
Evangelios. Desde el punto de vista confesional las iglesias protestantes
defienden que estos hermanos de Jesús son hijos de María. Los ortodoxos han
sostenido tradicionalmente que se trata de hijos de un matrimonio anterior de
José, y los católicos y anglicanos dicen que tales hermanos son en realidad
primos de Jesús, posiblemente hijos de una hermana de María, o también que eran
hijos de un anterior matrimonio de José.
Hasta ahora cada confesión cristiana ha defendido su tesis alegando
tener la razón en sus propuestas acerca del grado de familiaridad de Jesús con
sus hermanos. Pero, en realidad, ¿cuál era la relación de Jesús de Nazaret con
sus hermanos mencionados en la Biblia?
LOS HERMANOS DE JESUS EN LA
BIBLIA
En ciertos pasajes del Nuevo Testamento se habla de forma explícita de
los hermanos de Jesús, tal y como podemos apreciar seguidamente revisando los
diferentes versículos.
.- “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María y
sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas
entre nosotros?” (Mateo 13:55-56) (Marcos 6:3).
.- “Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. Alguien le dijo:
¡Oye! Ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte” (Mateo 12:46-47) (Marcos
3:31-32) (Lucas 8:19-20).
.- “Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus
discípulos, pero no se quedaron allí muchos días” (Juan 2:12).
.- “Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en
compañía de algunas mujeres y de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos” (Hechos 1:14).
.- “¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como
los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?” (1ª. Corintios 9:5).
Como hemos visto anteriormente, en las citas bíblicas se menciona a unos
hermanos de Jesús que no están en el grupo de personas a las que Él les estaba
hablando, lo cual presupone que son hermanos consanguíneos de Cristo o medio
hermanos suyos, aunque Jesús denomina también como hermanos a las personas a
quienes está hablando. Entonces, ¿qué eran de Jesús sus hermanos?
La respuesta, aunque difícil, es a la vez muy simple. Sólo hace falta
analizar los diferentes lenguajes hablados en la época de Jesús y en los
primeros siglos del cristianismo, y las distintas interpretaciones del
significado de las palabras.
EL PROBLEMA SEMANTICO
En hebreo y en arameo no existe una palabra con el significado preciso
del término español primo, por lo cual el concepto se expresa recurriendo a
circunloquios. En el hebreo del Antiguo Testamento la palabra אח, que se
pronuncia ah y que significa hermano, se utiliza en algunos pasajes como primo
o sobrino. En el Libro del Génesis, Abraham le dice a Lot: “somos hermanos”
(Génesis 13:8), cuando en realidad se trataba de su sobrino.
Jesús hablaba en lengua aramea, en la cual se usaba una única palabra
para expresar los distintos grados de parentesco cercano, tales como primo,
hermano, tío, sobrino, primo segundo o medio hermanos. Y para indicar estos
grados de parentesco, simplemente usaban la palabra hermano, que en arameo es
aha. Es decir, en la Biblia no se usan las palabras tío o sobrino, sino que a
los que descienden de un mismo abuelo se les llama hermanos.
Ahora bien, para evitar las confusiones, la Biblia utiliza varios
modismos. Por ejemplo, si se trata de hermanos verdaderos, hijos de los mismos
padres, se usaba la expresión: “Tu madre y los hijos de tu madre”, no “tu
madre y tus hermanos”, ya que tales hermanos no eran de tal madre, sino de
un matrimonio anterior del padre.
LA PALABRA “HERMANO” EN EL
SENTIDO RELIGIOSO
Un día preguntó Jesús a sus discípulos: “¿Quién es mi madre y quiénes
son mis hermanos? Y mirando a los que estaban en torno a Él añadió: Aquí están
mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de Dios, ése es mi
hermano, mi hermana y mi madre” (Mateo 12:49-50). De acuerdo a esta cita,
Jesús fue quien primero utilizó la palabra hermano, no en sentido carnal, sino
en sentido figurado. Además Jesús llamó a sus apóstoles y discípulos mis
hermanos (Juan 20:17). Y San Pablo dice que todos los redimidos por Cristo son
sus hermanos (Hebreos 2:11) y que Cristo es el primogénito de estos hermanos
(Romanos 8:29). En el Nuevo Testamento la palabra hermano aparece 160 veces.
Y si instantes antes de su muerte Jesús confió al apóstol Juan a María,
fue precisamente porque la madre de Jesús quedaba sola, sin hijos propios y sin
esposo. Y para los judíos una mujer que se quedaba sola era un signo de
maldición, y por esto Jesús confió a Juan a María y ésta a Juan, tal como nos
narra el Evangelio de Juan, capítulo 19, versículos 26 y 27.
¿QUIENES FUERON LOS PADRES DE
LOS HERMANOS DE JESUS?
Por lo general, las iglesias protestante sostienen que los hermanos de
Jesús son hijos del matrimonio formado por José y María, porque después del
nacimiento de Jesús, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo tal como
nos relatan los Evangelios (Mateo 1:1, 2:23 y Lucas 1:1-2, 2:52), ambos esposos
habrían mantenido relaciones conyugales y tenido varios hijos, siendo Jesús el
primogénito.
Esta posición había sido defendida ya por Tertuliano en el siglo II, en
su obra Adversus Marcionem o Contra Marción. En dicha obra Tertuliano buscó
refutar el docetismo, que es la doctrina que niega la verdadera humanidad de
Jesús, y uno de los argumentos que emplea es el de las relaciones de
consanguineidad entre Jesús y sus hermanos, lo cual sólo pudo darse a través de
María, ya que José no era el padre biológico de Jesús.
Pero hay otra razón cultural de peso que indica que los hermanos de
Jesús no eran hermanos de sangre. En aquella época y entre los judíos, los
hermanos menores no podían aconsejar a los hermanos mayores. Por eso cuando en
alguna cita un hermano aconseja al otro, se entiendo que quien aconseja es el
hermano mayor. Y si leemos detenidamente Juan 7:3, los hermanos de Jesús
aconsejan a éste que se vaya a Judea: “Sal de aquí y vete a Judea, para que
también tus discípulos vean las obras que haces”. Por todo ello, esos
hermanos que aconsejaron a Jesús no pueden ser hermanos de sangre ya que eran
mayores que Jesús en edad, y en cambio Jesús fue el primogénito de María: “Y
dio a luz a su hijo primogénito” (Lucas 2:7). Hay que recordar que el
término primogénito se refiere al primer hijo, no al mayor de los hijos, por lo
cual puede denominarse primogénito al hijo único de una madre.
MATRIMONIO ANTERIOR DE JOSE
El dogma católico de la virginidad perpetua de María, madre de Jesús, se
apoya también en que los hermanos de Jesús de los que se ha hecho mención, eran
en realidad hijos de un matrimonio anterior de José de Nazaret. Eran, por
consiguiente, hijos biológicos de José, pero no de María, quien permaneció
virgen hasta su Asunción.
Por lo tanto, al no ser Jesús hijo biológico de José sino sólo de María,
dichos hermanos lo fueron sólo desde el punto de vista legal, y al ser hijos de
José pero no de María, no tendrían ningún vínculo de parentesco real con Jesús.
Esta posición es conocida como la solución de Epifanio por el nombre de su
defensor, el obispo bizantino Epifanio de Salamis (315-403), quien la
desarrolló en su obra Panarion.
Sin embargo la mencionada postura es bastante anterior a Epifanio ya que
se remonta al siglo II y está presente en un Evangelio apócrifo, el
Protoevangelio de Santiago, en el que José dijo cuando el Sumo Sacerdote le
asignó a María: “Soy viejo y tengo hijos. Por qué me confiáis a esta joven?”
(VIII, 4). También Orígenes menciona otra obra apócrifa, el Evangelio de
Pedro, según el cual los hermanos de Jesús serían hijos de José, nacidos de una
primera esposa que él había tenido antes de María.
Esta es la posición tradicional también de las iglesias orientales y de
la ortodoxa. Desde el punto de vista filológico es una interpretación muy
posible ya que el término hermano en el griego koiné, el idioma de la primera
Biblia escrita, podía significar también medio hermano; es decir, la persona
que con respecto a la otra tiene un solo progenitor común.
CONCLUSION
¿No es cierto que los protestantes, al igual que los católicos, suelen
saludarse como hermanos y que predicadores y sacerdotes se dirigen al pueblo
con las palabras queridos hermanos? ¿Sería lógico entender que la comunidad a
la que se dirigen se trata de hermanos de sangre? Entonces, ¿por qué no
utilizar el buen juicio que Dios nos dio para poder comprender las Sagradas
Escrituras? ¿Por qué no aceptar con humildad la sabia interpretación que los
cristianos han tenido desde los primeros siglos, y que es la enseñanza de la
Iglesia?
Lo que
debemos hacer es orar para que un día podamos vivir todos en paz, como hermanos
que somos en Cristo Jesús.
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