En la
Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, celebrada el 29 de junio, el diario
italiano Il Messagero publicó una entrevista que le hizo al Papa Francisco en
la que le dijeron al Santo Padre que él “pasa por ser un Papa comunista”. En
esta nota lea la respuesta del Pontífice.
En la
entrevista, el periodista le dice a Francisco que “Usted pasa por ser un Papa
comunista, populista. The Economist que le dedicó una portada afirma que habla
como Lenin. ¿Se identifica con esto?”. A la pregunta el Santo Padre contesta
que “yo digo solo que los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de
los pobres es cristiana. La pobreza está en el centro del Evangelio. Los pobres
están en el centro del Evangelio”.
El Papa
recuerda luego un pasaje del Evangelio que cita con frecuencia y que propuso a
los jóvenes argentinos en su encuentro con ellos en julio del año pasado en el
marco de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, el de las obras
de misericordia: “Si miramos Mateo 25, el protocolo sobre el cual seremos
juzgados: tuve hambre, tuve sed, estuve en la cárcel, estuve enfermo, desnudo.
O miremos las Bienaventuranzas, otra bandera. Los comunistas dicen que todo
esto es comunista. Sí, como no, veinte siglos después. Entonces cuando
hablamos, podríamos decirles: pero ustedes son cristianos (risas)”.
El Santo
Padre explica también en la entrevista que “la pobreza está en el centro del
Evangelio. No se puede entender el Evangelio sin entender la pobreza real,
teniendo en cuenta que existe también una pobreza bellísima del espíritu: ser
pobre ante Dios porque Dios te llena”.
“El
Evangelio –precisó el Papa– se dirige indistintamente a los pobres y a los
ricos. Y habla tanto de pobreza como de riqueza. No condena para nada a los
ricos, pero sí las riquezas cuando se hacen objetos de idolatría. El dios
dinero, el becerro de oro”.
Al ser
preguntado sobre la pobreza material y la espiritual, el Pontífice dijo que “a
mí me asustan las dos. Un hambriento, por ejemplo, puedo ayudarlo para que no
tenga más hambre, pero si ha perdido el trabajo y no encuentra otra ocupación,
tiene que ver con otra pobreza. Ya no tiene dignidad. Quizá pueda ir a Cáritas y
llevarse a casa un poco de víveres, pero experimenta una pobreza gravísima que
le arruina el corazón”.
“Un
Obispo auxiliar de Roma me contó que muchas personas van a comedores en
secreto, llenos de vergüenza, y se llevan a casa la comida. Su dignidad se ha
empobrecido y viven en un estado de postración”.
Para leer
la entrevista completa, ingrese
a:http://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-francisco-concede-nueva-entrevista-esta-vez-al-diario-italiano-il-messagero-99036/#.U7FgxZR5P2Y
Juan García Inza
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