Tras ver el telediario el Anacoreta dijo a su joven
seguidor:
- Uno de los grandes problemas de los dirigentes,
tanto políticos como religiosos, es la falta de autocrítica. ¿Has visto a algún
político reconocer públicamente sus errores?
Movió la cabeza tristemente y añadió:
- La autocrítica, el saber analizar lo que hacemos
y valor ar lo bueno y lo malo, es lo que nos permite crecer. ¿Te imaginas un
científico que investigara sin pararse a sopesar los resultado y a analizar que
el camino que lleva es el correcto? No llegaría a nada. Parece como si los
dirigentes estuvieran enamorados de sí mismos y creyeran que todo lo que hacen
es perfecto.
Sonrió con amargura y concluyó:
- Y lo peor, ante estas actitudes, el pueblo se ha
vuelto conformista. Se ha convertido en un pequeñoburgués sin otro ideal que el
de vivir lo mejor posible. Si protesta, no es por la injusticia, sino porque ha
perdido la tan cacareada sociedad del bienestar. Se contenta con depositar cada
cuatro años una papeleta en una urna y olvida que la defensa del bien y la
igualdad requieren un compromiso constante. El pueblo tampoco es autocrítico.
Le es más fácil echarle la culpa de todo a los demás. Así, nuestra sociedad
camina hacia el fracaso.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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