jueves, 2 de febrero de 2012

¿A LA MIERDA O AL INFIERNO? ¿A DÓNDE MANDO OBAMA A LOS CATÓLICOS AMERICANOS?


...siempre según el testimonio del Obispo de Pittsburg, Mons. Zubik?

Nada tiene de particular que el tema se suscite precisamente en un diario, como éste, religioso, - más que nada por lo del infierno, digo -, adonde la trajo a colación con ocasión del artículo que titulé “Obama manda a la mierda a los católicos americanos”, un comentarista que firmaba Manolito Zubi quien, bajo el que a todas luces parece ser un nick, sostenía en su comentario:

“¿Cómo puede ser tan animal el responsable de este blog como para creerse que en una carta abierta un obispo - además, de un sitio grande como Pittsburg - va a decir la basta grosería que ponen en el titular? A lo mejor, en un comentario de bar, o en un blog como este la palabra “mierda” se dice con total naturalidad, pero, ¡en una carta pública de un obispo!
En el fondo todo se reduce a la falta de profesionalidad del autor del blog. Es decir, el denostado periodismo de internet de nula fiabilidad. El no contrastar el original en inglés donde habla
de ‘To Hell with Catholics’”

Más allá del desacierto en que a mi entender se incurre cuando bajo el anonimato que proporciona un nick se aterriza en los blogs ajenos como elefante en cacharrería insultando a su autor o autores como si con eso se fuera a reforzar el argumento, y entrando de lleno en el
fondo de la cuestión que plantea el comentarista, lo primero que he de hacer es explicar que, efectivamente, la expresión utilizada por Mons. Zubik en la carta abierta que dirige a su feligresía es “to hell!”, expresión a la que, por cierto, no recurre ni una vez ni dos, sino en hasta seis ocasiones.

Traducir “to hell!” por “¡al infierno!” como parece defender el comentarista no es, ciertamente, incorrecto, se corresponde perfectamente con la traducción literal de la locución y sería
obligado si la expresión incluyera un doble sentido, como el que se propone en la ilustración a la derecha.

Estimo, sin embargo, que en general, y particularmente en esta ocasión, es más correcto traducirlo por “¡a la mierda!”, y voy a dar mis razones.

En primer lugar, desde el punto de vista de la traducción inversa (del español al inglés), la españolísima expresión “¡a la mierda!” no tiene más posible traducción al inglés que “to hell!”,
ya que la expresión literal “to shit!”, menos aún "to the shit!", no significa nada en la lengua de Shakespeare y Mr. Bean.

¡Qué le vamos a hacer si somos más escatológicos los españoles! Recuerdo, cuando estaba en Reino Unido, cuánto maravillaba a mis amigos británicos la temática de la insultología española, llena de referencias a los órganos del aparato reproductor y a las funciones del aparato excretor.
Pero en segundo lugar y sobre todo, traducir “to hell!” como “¡a la mierda!” y no como “¡al infierno!” trasmite mucho mejor la fuerza que la expresión tiene en inglés, de manera
parecida a como traducir el inglés “bastard” por el español “bastardo”, aunque no sería incorrecto por cuanto que efectivamente se corresponde con la traducción literal, pierde en cambio buena parte de su eficacia ultrajante al trasladarla de manera tan estricta al español.

Tanto “¡al infierno!” como “bastardo” son, en español, expresiones anticuadas (aunque indudablemente a nadie halagaría ser honrado con semejante calificativo, dudo que la segunda haya sido alguna vez propiamente utilizada como insulto en español). Tanto así que estimo
que lo que Mons. Zubik ha querido hacer al utilizar la expresión “to hell!”, - tampoco,
convengamos, la más apropiada en boca de un obispo -, ha sido, precisamente, remarcar la indignación que le embarga y transmitirla con toda claridad a los destinatarios de su mensaje. Razón por la que me ha parecido más apropiado traducirla con ese elocuente "¡a la mierda!" español sin traducción literal al inglés.

Dice también Manolito Zubi que “el fondo del texto no lo discuto, porque es correcto”, lo que es muy de agradecer sobre todo después de haber sostenido poco más arriba que el autor de este blog milita en “el denostado periodismo de internet de nula fiabilidad”.

Y termina afirmando que la información está “copiada de otros sitios, porque tampoco es original”. Evidentemente una exclusiva no es, pero me gustaría que me dijera el comentarista en qué otro medio español se ha encontrado traducida en su totalidad, como es el caso aquí, la carta del indignado Obispo de Pittsburg.

Luis Antequera

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