miércoles, 7 de septiembre de 2011

SIGUIENDO LOS PASOS DEL PRIMER PASTOR



Pedro será el primer pastor de esa serie en la que nunca le faltarán sucesores. Los pastores durarán tanto como la roca, es decir, tanto como la humanidad...

Frente a ti Señor, me llega al pensamiento de la enorme gracia que es, primero creer en ti, después saber que eres un Dios-Redentor... pero también toda la inmensa responsabilidad de testimonio de vida que esto implica.

Si siento que el creer en ti y en la Iglesia católica me reviste de unas gracias especialísimas como hijo de Dios, portador de valores eternos y heredero del cielo... ¿cómo ha de ser mi vida?

Y la respuesta es: Siendo fiel al Papa y a la Iglesia porque como bien decía el Padre José Luis Martín Descalzo:
-"El encargo a Pedro es algo más que un encargo puramente personal. Pedro no es inmortal. Las palabras de Jesús van a recordarlo. La consigna, pues, que Cristo le da tienen que tener un significado especial, más largo que la vida personal de Pedro. Si Cristo habla de un rebaño permanente que va a prolongarse por los siglos, es claro que también habla de un pastoreo permanente, que durará después de la muerte de este pastor concreto.

Jesús, estás realmente introduciendo en la historia religiosa de la humanidad una institución llamada a durar tanto como la fe en ti. Más claro aún: estabas instituyendo una dinastía de pastores. No una dinastía carnal y transmisible por la sangre, pero si una dinastía del espíritu.

Pedro será el primer pastor de esa serie en la que nunca le faltarán sucesores. Los pastores durarán tanto como la roca, es decir, tanto como la humanidad...

Tu, Señor, viniste para mostrarnos el Camino. Fuiste el Maestro y fuiste el Pastor...dejando todos los cabos bien atados, todas tus enseñanzas diáfanas, claras. Nos enseñaste a orar, nos hablaste de las Bienaventuranzas, nos hablaste de los Mandamientos, del código del amor, que tomásemos la cruz para seguirte, nos aseguraste que cuando dos o más orásemos al Padre, El estaría allí, entre nosotros, que fuésemos generosos, pero no ostentosos en nuestras dádivas, sino que lo que la mano derecha haga no lo sepa la izquierda, que seguir tus pasos cuesta renuncias y valentía, pero que al final podremos contemplar tu rostro y nos llamarás "benditos de mi Padre".

Sabiendo todo esto ¿viviré como ignorándolo, haciéndome la loca, la indiferente? Y quizá pensando que ya que tu misericordia es infinita, también tendré la infinita disculpa para mi desamor, para mi ingratitud. ¡Cuidado!.

Ya nos mostraste el camino y apartarnos de él pudiera ser, que ni el arrepentimiento del "buen ladrón" nos alcance al final de la jornada a tocar a nuestra puerta, atrapada en el laberinto de las pasiones y del despreocupado vivir.

Ahora frente a ti y en el silencio de ese amor oculto parece que te oigo decir:
-"No pierdas más tiempo. Es hora del cambio, es hora de tomar la religión católica muy en serio y cumplir con los deberes de todo buen cristiano, de haceros apóstoles y llevar mi Mensaje a todos los que estén a vuestro lado con la palabra y con el ejemplo”.
Aquí estoy, esperando que seáis valientes y que llevéis en el alma el legítimo orgullo de ser católicos, portadores de la Verdad”.
Tendréis que seguir siendo pastores, tras los pasos del Primer Pastor... para que un día... haya un solo rebaño, cuyas ovejas no se aparten del Camino enseñado
”.

Autor: Ma Esther De Ariño

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