miércoles, 19 de mayo de 2010

LO QUE SABEMOS DEL ESPÍRITU SANTO


La inteligencia del hombre jamás podría vislumbrar por si misma, el misterio de la vida íntima de Dios.

Lo que sabemos, creemos y profesamos no es por esfuerzo o mérito nuestro, sino sólo por la revelación divina. Los cristianos, a diferencia de otros creyentes, proclamamos no lo que hemos descubierto por nuestra razón acerca de Dios, sino lo que el mismo Dios nos ha comunicado, a través de su revelación = correr el velo de su misterio infinito. Lo que ha querido Dios comunicar al hombre para su salvación se encuentra sobre todo en la Biblia, en su Hijo Jesucristo y en el Magisterio oficial de la Iglesia.

Por desgracia, hay muchos bautizados que casi ignoran todo acerca de la existencia y presencia del Espíritu Santo en sus vidas. Sin ánimo de ser exhaustivo, enumero las principales verdades de fe sobre Dios, Espíritu Santo:

1-Es la tercera persona de la Sma. Trinidad. Igual en todo al Padre y al Hijo, de los que procede eternamente y que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. Es Señor y dador de vida que habló por los profetas”.

2-“Ha sido enviado a nuestros corazonesa fin de que recibamos la nueva vida de hijos adoptivos de Dios.

3-Ejerce la misma misión del Hijo, del que es inseparable.

4-Sus nombres son Espíritu Paráclito, Consolador, Abogado, Espíritu de Verdad, Espíritu de Cristo, del Señor, de Dios, de la gloria y de la promesa.

5-Se le representa con los símbolos del agua viva, de la unción, del fuego, de paloma, de la imposición de manos.

6-Se da al abrazar la fe, en el bautismo y confirmación y llena a los hombres con sus dones y sus frutos espirituales.

7- Somos su templo. Se nos exhorta a no extinguirlo, a seguir sus impulsos e inspiraciones. El nos ilumina y fortalece.

8-Es fuente de conocimiento sobrenatural. Da inteligencia, es principio de amor, fuente de agua viva, principio de santificación y de intrepidez apostólica, principio de unidad del cuerpo místico y principio de la resurrección.

9-Deber de todo buen cristiano es conocer más y mejor al Espíritu Santo, amarlo, invocarlo, vivir en su amistad, no contristarle y mucho menos ofenderle gravemente.

10- Nunca olvidemos que lo que más desagrada al Espíritu Santo es que profanemos su templo, que es nuestro cuerpo, con el pecado de impureza.
Miguel Rivilla Sanmartín

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