martes, 2 de octubre de 2007

LA MASCOTA DE MI VECINA


Hoy día 20 de Septiembre 2007

Hace mas o menos un mes que mi aijada se fue a la parroquia en busca del cura, para preguntarle si podía sacrificar a su perrito que tenía más de 100 años (edad canina) sin cometer pecado, más o menos 17 años, edad humana.

El sacerdote le dijo que si era por enfermedad o por alguna circunstancia muy especial, era un acto de misericordia hacerlo, y que no se sintiera mal... era un animalito, no era un ser humano. Yo le había dicho lo mismo... pero, nunca está demás una segunda opinión, sobre todo si viene de una persona autorizada.

La verdad es que el pobre animalito se ensuciaba en cualquier sitio, estaba enfermo... incomodaba. Mi ahijada, lo tomó en sus brazos hasta que llegara el veterinario, me pidió que sea en mi casa la despedida.... yo acepté. Luego de 15 minutos, el ex - compañero partió, no sé donde. Por ahí escuché alguna vez que existe el alma animal”, sólo una vez lo escuché, quizá de algún cura piadoso que lo dijo para que los dueños de las mascotas no se sintieran mal... Riqui está enterrado frente al edifico donde vivimos en un terral entre jardines.

Hoy día, a las 7pm. - mi vecino que me tiraba flores, por lo bien que mis dos Poodles obedecían a mi palabra - sacó a su Chitsu y éste corrió a la avenida y lo mató un carro. Cinco minutos antes mis dos mascotas caninas – porque también tengo dos piwichos (pequeños loritos) – se pusieron a llorar con un sentimiento anormal, o sea que no lloraban por hambre o no sé qué.

Al momento escuché los gritos de la hija de mi vecino – que se supone era la dueña – y salí raudo para ver de qué se trataba... y me enteré.

Algunos se deben preguntar ¿por qué tanto grito por un perro?

Este animalito era el compañero de esta joven agraciada, soltera - sólo Dios sabe por qué -. era el que en las mañanas la despertaba, en las tardes la esperaba con su colita que parecía ventilador, era el que la hacía sentirse necesitada por alguien – me refiero a su alimentación –, era el que la escuchaba silencioso cuando ella lloraba, y le movía la colita cuando ella estaba alegre, y muchas cosas más.

Me pregunto... ¿Alguien se sentirá así cuando yo tenga que partir por cualquier motivo a una nueva vida... sea la que sea? ¿Te lo has preguntado tú? ¿Alguien notará nuestra ausencia? Y si lo notan... ¿por cuánto tiempo lo notarán?... horas, un día, un mes, un año o siempre.

En esta vida hay que hacerse querer. Si el día que yo me muera va aunque sea uno a mi velorio, creo que ya cumplí.... amé a alguien y alguien me amó. No se necesitan muchas personas... Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo... dice el Señor. Creo que, aunque sean mascotas hay que amarlas - total, fueron también creadas por Dios.... - el Juicio Final me dará la razón, sino
... ¡reclama!

Hace años tuve que sacrificar al abuelo de mis dos compañeros mascotas actuales. Estaba con cáncer a la boca y tuve que convencer a mi madre que eso era lo indicado para evitar sus sufrimientos. O sea sacrificarlo. Las personas hablan y te dicen lo que sienten, los animalitos sólo lloran y tienes que adivinar. Me costó mucho convencer a mi madre... total, era el que más tiempo estaba con ella. Esa tarde todos lloraban en casa y yo me sentía el culpable, pero comprendí algo... a mi madre le faltaba cariño, justamente ese cariño que el perrito le daba. De ahí en adelante, traté que ese cariño no le faltara.

Para eso sirven las mascotas o lo que Dios nos ponga en el camino para reconocer en qué nos equivocamos. Aunque las mascotas te den cariño por instinto de conservación... algo te enseñan. No por eso tiene que nombrarlo tu heredero.

Bendiciones de Jesús y María... son lo máximo.... gracias a Dios Padre.
José Miguel Pajares Clausen

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