Hoy, de paso que iba al obispado a por formas para la capilla del hospital, he visitado la iglesia de los oratorianos, porque han estado mucho tiempo de obras. Hay una comunidad de san Felipe Neri en Alcalá, muy fervorosa, una comunidad óptima, solo tengo que buenas palabras para ellos. La iglesia les ha quedado muy bien, sobre todo, la pequeña más interna. Rezan solemnemente las vísperas cada domingo. Aunque no había ninguna misa cercana, había un sacerdote con sotana en el confesionario. Todos se hacen bocas de lo espirituales que son estos filipenses.
Qué
hermoso era cuando en cada gran ciudad, en la catedral, los canónigos rezaban
las horas. Que los salmos fueran recitados, aunque fuera de forma sencilla,
desde el amanecer al atardecer; con los canónigos revestidos con sus roquetes.
En mi
obra Obispo reinante me costó mucho encontrar un horario real. Al
final logré eso en un horario de un campanero que ha llegado a nuestros días.
Este es un ejemplo del rezo de las horas canónicas en el siglo XIX, pero es
válido para muchos lugares desde el siglo XVI.
Prima: en verano a las 8:00, en invierno a las 9:00
Misa mayor: después de tercia
Sexta: al mediodía
Nona y vísperas: 2:00
Completas y maitines: 4:00
Hoy he
ido a visitar a un canónigo muy anciano. Yo creo que ya no me ha reconocido.
Habría que recuperar el rezo de las horas con la ayuda de los laicos. Pero un
rezo con una estética muy solemne, muy tradicional.
El
Espíritu Santo movió a los corazones para que en todas las grandes ciudades de
la Cristiandad hubiera un corazón (la catedral) donde se alabase a la Trinidad
siete veces al día. Había monasterios, pero estaban en el campo. La catedral
estaba en el mismo centro de las poblaciones.
♣ ♣ ♣
No soy
muy dado a la música ligera, pero hay que reconocer que esta canción es muy
hermosa. Se titula Un beso y una flor.
La verdad es que esta es una voz realmente bella, un placer escucharla. Pero,
además, la letra y la música son magistrales.
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