Al dirigir el rezo del Ángelus este domingo 8 de agosto, el Papa Francisco explicó el significado de que Jesús se describa a sí mismo como el “pan de vida” y cuáles son las implicaciones concretas en la vida de todo cristiano.
“¿Qué significa pan de vida? Para vivir es necesario el pan. Quien tiene hambre no pide alimentos
refinados y costosos, sino pan. Quien está sin trabajo no pide enormes
salarios, sino el ‘pan’ de un empleo. Jesús se revela como el pan, es decir lo esencial, el necesario para la
vida de cada día. No un pan entre muchos otros, sino
el pan de la vida”, señaló el Papa.
Como es habitual, el Santo Padre reflexionó en el pasaje del Evangelio
de la liturgia dominical, en esta ocasión, el relato de San Juan cuando Jesús
se describe como “yo soy el pan de la vida”.
De este modo, el Papa invitó desde la ventana del palacio apostólico del
Vaticano a los numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro a recordar
que Jesús “es el pan esencial de la vida”.
“Yo soy el pan de la vida, dice. Permanezcamos en
esta bella imagen de Jesús. Había podido hacer un razonamiento, una
demostración, pero -lo sabemos- Jesús habla en parábolas, y en esta expresión
‘Yo soy el pan de la vida’, resume verdaderamente todo su ser y toda su misión:
‘Yo soy el pan de la vida’”, afirmó el Santo Padre.
En esta línea, el Pontífice subrayó “en
otras palabras, que nosotros, sin Él, más que vivir, ‘vamos tirando’:
porque solo Él nos nutre el alma” y añadió que “solo Él nos perdona de aquel mal que solos no
conseguimos superar, solo Él nos hace sentir amados incluso si todos nos
decepcionan, solo Él nos da la fuerza de amar, solo Él nos da la fuerza de
perdonar en las dificultades, solo Él da al corazón aquella paz que se busca,
solo Él, solo Jesús da la vida para siempre cuando la vida de aquí termina”.
Por ello, el Santo Padre recordó también el pasaje de la Última Cena
momento en el cual “Jesús sabe que el Padre le pide
no solamente dar de comer a la gente, sino darse a sí mismo, de partirse a sí
mismo, su propia vida, su propia carne, su propio corazón porque nosotros
podemos tener la vida”.
En el #EvangelioDeHoy
(Jn 6,41-51) Jesús se revela como el pan de la vida. Solo Él nos nutre el alma,
solo Él nos hace sentir amados aunque todos nos decepcionen, solo Él nos da la
fuerza de amar y perdonar, solo Él da la vida para siempre.
— Papa Francisco
(@Pontifex_es) August 8, 2021
ADORAR A JESÚS EN LA
EUCARISTÍA
“Estas palabras del Señor despiertan en nosotros el
asombro por el don de la Eucaristía. Ninguno en este mundo, por cuanto ames a
otra persona, puede hacerse ‘comida’ por ti. Dios lo ha hecho, y lo hace, por
nosotros. Renovemos este asombro. Hagámoslo adorando el Pan de vida, porque la adoración
llena la vida de asombro”, destacó
el Papa.
Por último, el Santo Padre advirtió que el Evangelio también relata que
algunas personas “en lugar de asombrarse” se
escandalizan “se rasgan las vestiduras” porque
piensan “a este Jesús nosotros lo conocemos,
conocemos a su familia, ¿cómo puede decir: ‘soy el pan bajado del cielo’?” y
agregó que “también nosotros, quizá, nos
escandalizamos: sería más cómodo un Dios que está en el Cielo sin entrometerse,
mientras que nosotros podemos gestionar las cosas de aquí...”.
“En cambio, Dios se ha hecho hombre para entrar en
lo concreto del mundo, para entrar en lo concreto. Dios se ha hecho hombre por ti,
por mí, para entrar en nuestra vida. Y le interesa todo de nuestra
vida. Le podemos contar los afectos, el trabajo, el día, los dolores, las
angustias, muchas cosas. Le podemos decir todo, porque Jesús desea esta
intimidad con nosotros. ¿Qué no desea? Ser dejado en un rincón -Él, que es el
pan-, ser desatendido, colocado en un costado, o invocado solo cuando lo
necesitamos”, concluyó el Papa.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario