ESTA RELIGIOSA QUE HA SIDO MISIONERA Y REVIERTE ABORTOS PARTICIPÓ EN LA CONVENCIÓN REPUBLICANA
La religiosa, que ha ostentado el cargo de coronel en el Ejército, ayuda a los más pobres y revierte abortos.
La hermana
Deirdre Byrne es en
estos momentos una de las religiosas más famosas de Estados Unidos, sobre todo
por su participación en la Convención del
Partido Republicano en la que hizo una ferviente defensa
a favor de la vida, declarándose “provida eterna”.
Este
hecho le ha provocado grandes alabanzas, pero también numerosas críticas por su
apoyo a Trump en estas cuestiones relacionadas con la vida. Pero ya mucho antes
de esta polémica, esta religiosa de las Pequeñas Operarias de los Sagrados Corazones
era ya considerada una heroína nacional tras
haber sido coronel del Ejército, cirujana en varios países del mundo y posteriormente
una monja que atiende a pacientes en situación de extrema pobreza en Estados
Unidos. Por todo, ello fue reconocida hace más de un año en el Lincoln Memorial
de Washington durante el Día de la Independencia.
La
coronel retirada del Cuerpo Médico del Ejército de los Estados Unidos y
cirujana misionera, ha viajado por todo el mundo,
tratando al personal militar y a los necesitados en Afganistán, Irak, Haití,
Kenia o Sudán. En la
actualidad, es cirujana voluntaria en el Centro Católico Español en Washington,
DC, y ayuda con la clínica de fisioterapia de su orden, mientras cuida a varios
miembros ancianos.
UNA
PREOCUPACIÓN POR LOS MÁS DÉBILES
En una
entrevista con el National Catholic Register,
la hermana Byrne ha explicado que “como doctora
católica, hermana y ser humano, creo que el aborto legal es el tema
más crítico para nosotros”.
Por
tanto, decidió arriesgarse a las críticas con esta participación en la
convención tras reflexionar “cómo otros temas van
de la mano con nuestra responsabilidad de defender la vida por nacer, como el respeto
a la libertad religiosa y la libertad de expresión”.
“Tomé todo esto en oración y le pedí al Señor: ‘Señor, ayúdame a ser tu voz en
la forma que quieras’.
Luego recibí una llamada ese mismo día de la Casa Blanca pidiéndome que hablara”, agregó.
Esta
religiosa tiene una doble condición de cirujana y médico experto en revertir
abortos químicos. Y ve en EEUU un gran avance en esta materia. “Usamos ecografías ahora y vemos claramente al bebé y su corazón latiendo
a las 6 semanas, que es cuando muchas
mujeres descubren que están embarazadas. Eso es lo que convirtió al Dr. Bernard
Nathanson, el médico abortista que se convirtió en un activista provida”, explica.
Aunque
asegura que su trabajo principal en el campo de la medicina es como cirujana, “mi corazón –agrega- está con los no nacidos y ayudo con un programa que sirve a mujeres que quieren
revertir su aborto” realizado a través de una píldora.
REVERTIR
ABORTOS QUÍMICOS
La
hermana Byrne “cuando una joven hace clic en el sitio web
para ver cómo puede revertir su aborto, las enfermeras están disponibles en
todo Estados Unidos las 24 horas del día. Encuentran la ubicación de la persona que llama y usan una lista
nacional de médicos para encontrar a alguien que pueda ayudarla”.
Una vez
que la han llamado para estos casos –cuenta la religiosa- “ofrezco ayuda a la joven y respondo sus preguntas. Luego
el tratamiento: una dosis alta de progesterona, que se usa para inundar el
cuerpo y competir contra la mifepristona, también conocida como RU-486, que
ahogaría la vida del niño. Me reúno con la mujer uno o dos días después
para ver cómo le está yendo médica y espiritualmente y le hago una
ecografía para asegurarme de que todo va bien con el niño. Más de la mitad de
los hijos de estas mujeres sobreviven y son saludables y vibrantes”.
Una de
las expresiones que más ha calado de su mensaje fue su definición de “provida eterna”. La hermana ha querido explicarlo
asegurando que como cristianos “nos preparamos
para la vida eterna siguiendo las enseñanzas del Señor. Primero, estamos llamados a cuidar a los más
vulnerables, y no se puede ser más vulnerable que los no nacidos. Y estamos
aquí para cuidar a los pobres y hambrientos. Como nos recordó la Madre Teresa:
‘Todo lo que hagas al más pequeño de mis hermanos, me lo haces a mí” (Mt
25,40)”.
"MUCHOS
CATÓLICOS ESTÁN MAL CATEQUIZADOS"
En su
opinión, este es el “quid” de la fe
católica. Sin embargo, considera que “muchos católicos están mal
catequizados. Por ejemplo, muchos de mis pacientes conviven y usan
anticonceptivos. Si son católicos, les doy la ‘charla directa’, pero con humor.
Hago porque nadie más lo ha hecho o lo hará. Y si no lo hago, tendré que
responderle al Señor, que me preguntará: ‘¿por qué no hiciste más?’”.
Por otro
lado, la hermana Byrne recuerda que “debemos estar en
estado de gracia para entrar al cielo, y el sacramento de la reconciliación nos da la oportunidad de
reflexionar sobre nuestra pecaminosidad. Dios quiere que seamos santos”.
EL
ORIGEN DE UNA VOCACIÓN
Deirdre
Byrne ha servido a los demás con varios atuendos: con su bata de
cirujana médica, con el uniforme de coronel del Ejército y ahora con el hábito
religioso, que es al que quiere dedicar el resto de su vida. Y
con los tres ha podido recorrer el mundo ayudando a los heridos y necesitados: Afganistán, Egipto, Haití, Kenia, Corea, Irak o Sudán…
Incluso
su formación médica le ha permitido ser la que atendiera a la Madre Teresa
durante sus viajes a EEUU, o la encargada de supervisar el postoperatorio del
cardenal Hickey, arzobispo entonces de Washington, tras ser operado a corazón
abierto en 1996. Ya entonces empezó a sentir la vocación a
la vida religiosa. Ella
quería formar parte de una orden tradicional y en la que la Eucaristía fuera el
centro. Pero pasarían unos años antes de que acabara dando el salto a esta
vida.
Mientras
tanto, la hermana Byrne hizo varias experiencias
misioneras en la que ayudaba a las comunidades religiosas como médico. También en California se
dedicó un tiempo formando a personal sanitario que iba a partir a la misión.
Esta inquietud por la vida religiosa iba en aumento en ella. Pero
buscaba cuál sería su sitio. Así fue como conoció una pequeña congregación
llamada las Pequeñas Operarias de los Sagrados Corazones,
centradas en la Adoración, la Educación y la Salud.
Deirdre
hizo una primera profesión de votos, pero entonces el Ejército de Estados
Unidos volvió reclamar su ayuda. Así fue como acabó llegando al grado de
coronel. En ese tiempo estuvo, entre otros destinos, en Afganistán. “Estábamos a solo seis millas de la frontera con Pakistán, y escuchábamos
los misiles sobre nuestras cabezas",
contaba en una entrevista en la revista médica Georgetown . "El hospital era una de las pocas zonas
seguras en la base, ya que estaba a prueba de bombas, por lo que nuestros
pacientes estaban protegidos”, agregaba.
Ella
reconoce que durante aquel tiempo “tenía un pie en
la vida religiosa y otro con el Tío Sam”. Pero finalmente cuando
regresó de Afganistán en 2009 se retiró del Ejército y profesó
los votos perpetuos como religiosa. El uniforme militar era ya parte de su
pasado.
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