Jorge Enrique Mújica nos ofrece un artículo sobre el cine religioso y su impacto en las carteleras internacionales.
Por: Jorge Enrique Mújica | Fuente: Yoinfluyo.com
Viernes, 08 de enero de
2010
Posiblemente el primer prejuicio sobre el cine religioso es pensar que “no vende” porque “no
llama la atención”. En los tiempos que corren el prejuicio podría
parecer del todo atinado. Paradójicamente, la realidad va por otro lado.
Cada vez es más frecuente encontrarse con películas con un explícito
tratamiento religioso de la realidad humana en sus diferentes etapas y facetas.
Y además, con éxito.
Echando la mirada atrás, quizá las cintas con temática religiosa más exitosas
fueron “Ben-Hur” (Metro-Goldwyn-Mayer, 1959)
y “Los diez mandamientos” (Cecil B. DeMille,
1956). Pero con películas como “La Pasión de
Cristo” (Icon, 2004) se abrió una nueva era para la filmografía
religiosa en general y para la cristiana en particular.
Los festivales de cine religioso se comienzan a multiplicar, las productoras
cristianas crecen, los guiones confesionales se multiplican, los actores,
directores y productores hablan abiertamente de su fe, y todo esto nos deja ver
no sólo la vitalidad de este género cinematográfico concreto, sino también la
sed del público hacia producciones que nutran esa dimensión de su vida humana
–la espiritual– con buenos contenidos.
Algunos festivales de cine exitosos y empresas a la alza.
Algunos festivales internacionales de cine (certámenes, simposios, muestras,
congresos, etcétera) comienzan a consolidarse como referentes en la
cinematografía religiosa a nivel internacional.
Es el caso de, por ejemplo, el simposio internacional “Filmar
lo inefable”, el certamen cinematográfico dedicado al diálogo
interreligioso “Religion Today Film Festival”,
la “Muestra Internacional de Cine Familia” (España),
el “Young Values Film Festival” que promueve
a jóvenes que pretenden desarrollar su actividad en el mundo del cine, “La Semana de Cine Espiritual de Barcelona” (Barcelona),
el “Festival Internacional de Cine Juan Pablo II”,
o, por último, el potente “Festival de Cine de San
Antonio” del emprendedor Doug Phillips que, de hecho, está dotado con un
premio que supera al de los festivales de Cannes y Sundance: 101 mil dólares.
Fue precisamente Doug Phillips el que afirmó: “Veremos
productoras dispuestas a financiar con 200 millones de dólares películas hechas
por cristianos, tendremos nuestros propios Steven Spielberg, tendremos nuestros
propios cineastas que contarán grandes historias, producirán películas enormes,
pero lo harán con una visión cristiana, y sin avergonzarse de ello”. Agregó:
“En vez de quejarnos de la violencia y el sexo, y
de que Hollywood no nos escucha, vamos a hacer nuestras propias películas”.
Para Steve Morales, del Fondo Family Media de Franklin Spring, hay hambre de
Dios y a través del cine se puede saciar también. Todo eso lo saben los grupos
de personas con fe y también los que hacen negocio con la fe, pero al menos
redunda a favor de los creyentes.
En 2006, inició la andadura de FoxFaith, la división cristiana del gigante
multimedios Fox Entertainment. Después de constatar la buena acogida hacia las
películas de fe y valores, FoxFaith se estrenó con “Love’s
Abiding Joy”, un western sobre la defensa de la fe, escrita y dirigida
por Michael Landon Jr., hijo del protagonista de “La
Casa de la Pradera”. Ni el presupuesto (2 millones) ni la distribución
de esta primera cinta fueron altos; y es que Fox busca mantener la fidelidad a
un público dispuesto a gastar su dinero en productos que refuercen sus
creencias.
“Hay un sector del mercado hambriento por este tipo
de contenidos”, reconoció Simon Swart, director general de Fox
Entertainment, y es verdad: “El Señor de los
anillos” y “Las crónicas de Narnia” son
un buen ejemplo de que, a pesar de las conquistas en modernidad, ciencia y
tecnología, la mayoría del público conserva arraigada esa necesidad por ser
salvados que, en definitiva, remite al ámbito de la fe.
Ciertamente también ha habido otros festivales afines de impacto, aunque no
confesionales, o al menos no confesionales cristianos. Por ejemplo el “Fiuggi Family Festival”, organizado por la RAI,
Time Warner y Nickelodeon, para reflexionar sobre el contenido y calidad de los
programas y películas para niños, especialmente ahondando en cómo la teoría del
género representa una amenaza para la institución familiar.
También es el caso del cada vez más importante Festival de Cine Musulmán
(Kazán, Rusia), un festival de cine interreligioso donde se premia películas
donde la violencia y el sexo no tienen cabida.
Dice mucho que filmes donde no se lucra con lo erótico o lo sexual tengan
éxito.
Una periodista española, no precisamente creyente, criticó nada menos que desde
las páginas del diario afín al socialismo español, “El
País”, esa banalización de la sexualidad: “Hace
años pensaba que la incontenible tendencia de los directores a poner a las
mujeres a cuatro patas o de rodillas en las escenas sexuales estaba motivada en
gran parte por una especie de trauma sexual, el lastre de la represión
franquista, pero ahora mi teoría se ha hecho pedazos viendo cómo hay una
especie de rijosismo juvenil heredado en una generación que ha crecido con la
misma libertad sexual que pueda tener un noruego y para la que Franco es un
personaje histórico”.
Y, por último, The Doorpost Film Project, un concurso abierto que busca sacar a
la luz la verdad del hombre y abrir la puerta a trabajos cinematográficos que
no sólo entretengan, sino que también provoquen un impacto en la vida de los
espectadores.
FILMES DE ÉXITO EN LOS ÚLTIMOS
AÑOS
Además de películas como “La Pasión”, “El señor de
los anillos” o “Las crónicas de Narnia”,
hay otras producciones de éxito nada desdeñable.
Ciertamente las películas de cariz cristiano se han impuesto a las abiertamente
beligerantes contra la Iglesia Católica en particular y contra el cristianismo
en general. Es el caso, por ejemplo, de “Las
crónicas de Narnia” y “La brújula dorada”. La
primera del ex ateo converso al cristianismo, C.S. Lewis, y la segunda del ateo
anticlerical militante y enemigo de las novelas de Lewis, Phillip Pullman.
En ambas películas había una historia de fantasía, niños y los autores de las
historias son británicos. Pero tal parece que al público no le gusta la
fantasía atea: en Estados Unidos, “La brújula
dorada” recaudó 25.8 millones de dólares mientras que “Narnia”, sólo en su
estreno, recaudó más de 65 millones. Y el número de salas donde se estrenó “La
brújula dorada” estaba apenas 100 abajo que en las que se estrenó,
comparativamente, Narnia, es decir: 3 mil 500.
El largometraje “El gran silencio” (2008),
del realizador alemán Philip Gröning, es un video-documental que se centra en
la vida de silencio y oración de los monjes cartujos. Fue un éxito de taquilla
en las principales salas de cine de media Europa y también en países
sudamericanos como Chile o Argentina. “El gran
silencio” ganó, incluso, el premio al mejor documental en los Premios
del Cine Europeo de 2006.
Años atrás, en 2006, salió la película “The
Nativity Story” (en español "Natividad,
la historia" o "El
Nacimiento"), producida por New Line Cinema, uno de los estudios
más conocidos de Hollywood. “El Nacimiento” presenta
el año en la vida de María que culmina con el nacimiento de Jesús, la visita de
los pastores y magos al establo, la brutal masacre de inocentes de Herodes y la
huida de José y María con el Niño a Egipto.
También en 2006 se estrenó "Guadalupe", una
película que recuerda la actualidad del mensaje de amor y esperanza de la
Virgen Patrona de América. La película está ambientada en la época actual y
presenta la historia de los hermanos José María y Mercedes, dos científicos que
han dedicado su vida a la arqueología y la historia y deciden investigar el
caso de la Virgen de Guadalupe. Motivados por su curiosidad científica y por la
dura situación que atraviesan, los protagonistas descubrirán algo inesperado
que cambiará sus existencias de manera radical.
La intención del director ecuatoriano Santiago Parra ha sido captar toda la
riqueza del fervor guadalupano de México por un cineasta que viene de fuera y
que es capaz de ver a fondo lo que muchos mexicanos no ven.
No es todo: “Fireproof” (“A prueba de fuego”) mostró
que el cine de valores y contenido cristiano tiene ganado su lugar en el cine.
Sin “grandes” actores y un presupuesto de
apenas medio millón de dólares, “Fireproof” logró superar en taquilla a otras
grandes producciones en octubre de 2008. La película narra la historia de un
bombero cuyo matrimonio se va a pique. Los padres del bombero lo saben y le recomiendan
leer un libro que desarrolla, en 40 días, un método “salva
matrimonios” basado en el apoyo primordial de la Biblia.
¿CÓMO HALLAR ESE CINE
RELIGIOSO SI NO SIEMPRE ES EXHIBIDO?
Muchas personas desearían que esas y tantas otras producciones de corte religioso
llegaran a las salas de cine de sus ciudades pero, por diversos factores, no
siempre es posible. Sin embargo, las más de las veces ni siquiera se conocen y
no precisamente porque no valga la pena darlas a conocer. ¿Qué hacer?
Hay portales especializados en estas temáticas y en hacer recomendaciones,
inclusive de películas de corte no religioso pero que contribuyen para
ayudarnos a discernir qué conviene ver.
Es el caso de Cinema Net, una asociación dedicada a la promoción de los valores
familiares y educativos en el cine, desde la óptica del humanismo cristiano.
También son valiosas los análisis de Ace Prensa cine, AnálisisDigital,
Encuentra Almudi Hispanidad, o las secciones dedicadas al análisis y
recomendación de películas de Conferencias Episcopales como la española o la de
obispos católicos de Estados Unidos que, por cierto, es una de las mejores,
aunque está en inglés.
O luego también se pueden encontrar recomendaciones como las que hacen algunas
oficinas de comunicación de Conferencias Episcopales, arquidiócesis, diócesis u
organizaciones.
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