El P. José Luis nos
regala una guía que nos ayudará muchísimo.
Por: P. José Luis González S. | Fuente: padrejoseluisgs.com
Cuando nos damos cuenta de
que tenemos pecados que no podemos vencer o que cometemos muy seguido, nos
desanimamos y pensamos que es inútil confesarnos. Lo que sucede es que muchas veces no hacemos
un buen examen de conciencia. Te
comparto esta guía, basada en los 10 mandamientos y los 7 pecados capitales,
que te ayudarán a preparar una buena confesión. No tengas miedo, Dios te espera
con los brazos abiertos para regalarte su perdón.
A.-
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Examina tu conciencia. Se recuerdan los pecados
preguntándose sin prisa lo que se ha hecho en contra de los mandamientos de la
Ley de Dios y de la Iglesia, con plena advertencia y pleno consentimiento.
PRIMER
MANDAMIENTO – AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
- ¿He admitido en serio alguna duda contra las verdades de
la fe? ¿He llegado a negar la fe o algunas de sus verdades, en mi
pensamiento o delante de los demás?
- ¿He desesperado de mi salvación o he abusado de la
confianza en Dios, presumiendo que no me abandonaría, para pecar con mayor
tranquilidad?
- ¿He murmurado interna o externamente contra el Señor
cuando me ha acaecido alguna desgracia?
- ¿He abandonado los medios que son por sí mismos
absolutamente necesarios para la salvación? ¿He procurado alcanzar la
debida formación religiosa?
- ¿He hablado sin reverencia de las cosas santas, de los
sacramentos, de la Iglesia, de sus ministros?
- ¿He abandonado el trato con Dios en la oración o en los
sacramentos?
- ¿He practicado la superstición o el espiritismo?
¿Pertenezco a alguna sociedad o movimiento ideológico contrario a la
religión?
- ¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento?
- ¿He leído o retenido libros, revistas o periódicos que
van contra la fe o la moral? ¿Los di a leer a otros?
- ¿Trato de aumentar mi fe y amor a Dios?
- ¿Pongo los medios para adquirir una cultura religiosa
que me capacite para ser testimonio de Cristo con el ejemplo y la palabra?
- ¿He hecho con desgana las cosas que se refieren a Dios?
SEGUNDO
MANDAMIENTO – NO JURARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
- ¿He blasfemado? ¿Lo he hecho delante de otros?
- ¿He hecho algún voto, juramento o promesa y he dejado de
cumplirlo por mi culpa?
- ¿He honrado el santo nombre de Dios? ¿He pronunciado el
nombre de Dios sin respeto, con enojo, burla o de alguna manera poco
reverente?
- ¿He hecho un acto de desagravio, al menos interno, al
oír alguna blasfemia o al ver que se ofende a Dios?
- ¿He jurado sin verdad? ¿Lo he hecho sin necesidad, sin
prudencia o por cosa de poca importancia?
- ¿He jurado hacer algún mal? ¿He reparado el daño que
haya podido seguirse de mi acción?
TERCER
MANDAMIENTO – SANTIFICARÁS LAS FIESTAS
- ¿Creo todo lo que enseña la Iglesia Católica? ¿Discuto
sus mandatos olvidando que son mandatos de Cristo?
- ¿He faltado a Misa los domingos o fiestas de guardar?
¿Ha sido culpa mía? ¿Me he distraído voluntariamente o he llegado tan
tarde que no he cumplido con el precepto?
- ¿He impedido que oigan la Santa Misa los que dependen de
mí?
- ¿He guardado el ayuno una hora antes del momento de
comulgar?
- ¿He trabajado corporalmente o he hecho trabajar sin
necesidad urgente un día de precepto, por un tiempo considerable, por
ejemplo, más de dos horas?
- ¿He observado la abstinencia durante los viernes de
Cuaresma?
- ¿He rezado alguna oración o realizado algún acto de
penitencia los demás viernes del año en los que no he guardado la
abstinencia? ¿He ayunado y guardado abstinencia el Miércoles de Ceniza y
el Viernes Santo?
- ¿Cumplí la penitencia que me impuso el sacerdote en la
última confesión? ¿He hecho penitencia por mis pecados? ¿Me he confesado
al menos una vez al año?
- ¿Me he acercado a recibir la Comunión en el tiempo
establecido para cumplir con el precepto pascual? ¿Me he confesado para
hacerlo en estado de gracia?
- ¿Excuso o justifico mis pecados?
- ¿He callado en la confesión, por vergüenza, algún pecado
grave? ¿He comulgado después alguna vez?
CUARTO
MANDAMIENTO – HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE
(Hijos)
- ¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas
importantes?
- ¿Tengo un desordenado afán de independencia que me lleva
a recibir mal las indicaciones de mis padres simplemente porque me lo
mandan? ¿Me doy cuenta de que esta reacción está ocasionada por la soberbia?
- ¿Les he entristecido con mi conducta?
- ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o
les he deseado algún mal grave o leve?
- ¿Me he sentido responsable ante mis padres por el
esfuerzo que hacen para que yo me forme, estudiando con intensidad?
- ¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales
o materiales?
- ¿Me dejo llevar del mal genio y me enfado con frecuencia
y sin motivo justificado?
- ¿Soy egoísta con las cosas que tengo, y me duele
dejarlas a los demás hermanos?
- ¿He reñido con mis hermanos?
- ¿He dejado de hablarme con ellos y no he puesto los
medios necesarios para la reconciliación?
- ¿Soy envidioso y me duele que otros destaquen más que yo
en algún aspecto?
- ¿He dado mal ejemplo a mis hermanos?
(Padres)
- ¿Desobedezco a mis superiores en cosas importantes?
- ¿Permanezco indiferente ante las necesidades, problemas
y sufrimientos de la gente que me rodea, singularmente de los que están
cerca de mí por razones de convivencia o trabajo?
- ¿Soy causa de tristeza para mis compañeros de trabajo
por negligencia, descortesía o mal carácter?
- ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis
deberes religiosos, familiares o profesionales? ¿Les he entristecido con
mi conducta?
- ¿Les he corregido con firmeza en sus defectos o se los
he dejado pasar por comodidad? ¿Corrijo siempre a mis hijos con justicia y
por amor a ellos, o me dejo llevar por motivos egoístas o de vanidad
personal, porque me molestan, porque me dejan mal ante los demás o porque
me interrumpen?
- ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o
les he deseado algún mal grave o leve?
- ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus
deberes religiosos y de evitar las malas compañías?
- ¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a
recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa humana,
podrían hacerlo sin las debidas disposiciones?
- ¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con que
Dios les llama a su servicio? ¿Les he puesto obstáculos o les he aconsejado
mal?
- Al orientarles en su formación profesional, ¿me he
guiado por razones objetivas de capacidad y medios, o he seguido más bien
los dictados de mi vanidad o egoísmo?
- ¿Me preocupo de modo constante por su formación en el
aspecto religioso?
- ¿Me he preocupado también de la formación religiosa y
moral de las otras personas que viven en mi casa o que dependen de mí?
- ¿Me he opuesto a su matrimonio sin causa razonable?
- ¿Permito que trabajen o estudien en lugares donde corre
peligro su alma o su cuerpo? ¿He descuidado la natural vigilancia en las
reuniones de chicos y chicas que se tengan en casa evitando dejarles
solos? ¿Soy prudente a la hora de orientar sus diversiones?
- ¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos
entre las personas que viven en mi casa?
- ¿Sacrifico mis gustos, caprichos y diversiones para
cumplir con mi deber de dedicación a la familia?
- ¿Procuro hacerme amigo de mis hijos? ¿He sabido crear un
clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que impiden la
legítima libertad de los hijos?
- ¿Doy a conocer a mis hijos el origen de la vida, de un
modo gradual, acomodándome a su mentalidad y capacidad de comprender,
anticipándome ligeramente a su natural curiosidad?
- ¿Evito los conflictos con los hijos quitando importancia
a pequeñeces que se superan con un poco de perspectiva y sentido del
humor?
- ¿Hago lo posible por vencer la rutina en el cariño a mi
esposo(a)?
- ¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en
la vida familiar?
- ¿He reñido con mi consorte? ¿Ha habido malos tratos de
palabra o de obra? ¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge, evitando
reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos?
- ¿Le he desobedecido o injuriado? ¿He dado con ello mal
ejemplo?
- ¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen
las obligaciones domésticas?
- ¿He dejado demasiado tiempo solo a mi consorte?
- ¿He procurado avivar la fe en la Providencia y ganar lo
suficiente para poder tener o educar a más hijos?
- ¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes en
sus necesidades espirituales o materiales?
QUINTO
MANDAMIENTO – NO MATARÁS
- ¿Tengo enemistad, odio o rencor hacia alguien?
- ¿He dejado de hablarme con alguien y me niego a la
reconciliación o no hago lo posible por conseguirla?
- ¿Evito que las diferencias políticas o profesionales
degeneren en indisposición, malquerencia u odio hacia las personas?
- ¿He deseado un mal grave al prójimo? ¿Me he alegrado de
los males que le han ocurrido?
- ¿Me he dejado dominar por la envidia?
- ¿Me he dejado llevar por la ira? ¿He causado con ello
disgusto a otras personas?
- ¿He despreciado a mi prójimo? ¿Me he burlado de otros o
les he criticado, molestado o ridiculizado?
- ¿He maltratado de palabra o de obra a los demás? ¿Pido
las cosas con malos modales, faltando a la caridad?
- ¿He llegado a herir o quitar la vida al prójimo? ¿He
sido imprudente en la conducción de vehículos?
- ¿He practicado o colaborado en la realización de algún
aborto? ¿He abortado o inducido a alguien a abortar, sabiendo que
constituye un pecado gravísimo que lleva consigo la excomunión?
- ¿He contribuido a adelantar la muerte a algún enfermo
con pretextos de evitar sufrimientos o sacrificios, sabiendo que la
eutanasia es un homicidio?
- Con mi conversación, mi modo de vestir, mi invitación a
presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista,
¿he sido la causa de que otros pecasen? ¿He tratado de reparar el
escándalo?
- ¿He descuidado mi salud? ¿He atentado contra mi vida?
- ¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas?
- ¿Me he dejado dominar por la gula, es decir, por el
placer de comer y beber más allá de lo razonable?
- ¿Me he deseado la muerte sin someterme a la Providencia
de Dios?
- ¿Me he preocupado del bien del prójimo, avisándole del
peligro material o espiritual en que se encuentra o corrigiéndole como
pide la caridad cristiana?
- ¿He descuidado mi trabajo, faltando a la justicia en
cosas importantes? ¿Estoy dispuesto a reparar el daño que se haya seguido
de mi negligencia?
- ¿Procuro acabar bien el trabajo pensando que a Dios no
se le deben ofrecer cosas mal hechas? ¿Realizo el trabajo con la debida
pericia y preparación?
- ¿He abusado de la confianza de mis superiores? ¿He
perjudicado a mis superiores o subordinados o a otras personas haciéndoles
un daño grave?
- ¿Facilito el trabajo o estudio de los demás, o lo
entorpezco de algún modo, por ejemplo, con rencillas, derrotismos e
interrupciones?
- ¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes?
- ¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar
o estudiar?
- ¿Tolero abusos o injusticias que tengo obligación de
impedir?
- ¿He dejado, por pereza, que se produzcan graves daños en
mi trabajo? ¿He descuidado mi rendimiento en cosas importantes con
perjuicio de aquellos para quienes trabajo? materiales?
SEXTO
Y NOVENO MANDAMIENTOS – NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS (6) Y NO CONSENTIRÁS
PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS (9)
- ¿Me he entretenido con pensamientos o recuerdos
deshonestos?
- ¿He traído a mi memoria recuerdos o pensamientos
impuros?
- ¿Me he dejado llevar de malos deseos contra la virtud de
la pureza, aunque no los haya puesto por obra? ¿Había alguna circunstancia
que los agravase: parentesco, matrimonio o consagración a Dios en las
personas a quienes se dirigían?
- ¿He tenido conversaciones impuras? ¿Las he comenzado yo?
- ¿He asistido a diversiones que me ponían en ocasión
próxima de pecar? (ciertos bailes, cines o espectáculos inmorales, malas
lecturas o compañías). ¿Me doy cuenta de que ponerme en esas ocasiones es
ya un pecado?
- ¿Guardo los detalles de modestia que son la salvaguardia
de la pureza? ¿Considero esos detalles ñoñería?
- Antes de asistir a un espectáculo, o leer un libro, ¿me
entero de su calificación moral para no ponerme en ocasión próxima de
pecado evitando así las deformaciones de conciencia que pueda producirme?
- ¿Me he entretenido con miradas impuras?
- ¿He rechazado las sensaciones impuras?
- ¿He visto pornografía? ¿Me he masturbado?
- ¿He hecho acciones impuras? ¿Solo o con otras personas?
¿Cuántas veces? ¿Del mismo o distinto sexo? ¿Había alguna circunstancia de
parentesco o afinidad que le diera especial gravedad? ¿Tuvieron
consecuencias esas relaciones? ¿Hice algo para impedirlas? ¿Después de
haberse formado la nueva vida? ¿He cometido algún otro pecado contra la
pureza?
- ¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado?
¿Estoy dispuesto a dejarlas?
- En el noviazgo, ¿es el amor verdadero la razón
fundamental de esas relaciones? ¿Vivo el constante y alegre sacrificio de
no convertir el cariño en ocasión de pecado? ¿Degrado el amor humano
confundiéndolo con el egoísmo y con el placer?
- El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto
y en el conocimiento mutuo; ¿mis relaciones están inspiradas no por afán
de posesión, sino por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto,
de delicadeza?
- ¿Me acerco con más frecuencia al sacramento de la Penitencia
durante el noviazgo para tener más gracia de Dios? ¿Me han alejado de Dios
esas relaciones?
(Esposos)
- ¿He usado indebidamente el matrimonio? ¿He negado su
derecho al otro cónyuge? ¿He faltado a la fidelidad conyugal con deseos o
de obra?
- ¿Hago uso del matrimonio solamente en aquellos días en
que no puede haber descendencia? ¿Sigo este modo de control de la
natalidad sin razones graves?
- ¿He usado preservativos o tomado fármacos para evitar
los hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen? ¿He influido de
alguna manera —consejos, bromas o actitudes— en crear un ambiente
antinatalista?
SÉPTIMO
Y DÉCIMO MANDAMIENTOS – NO ROBARÁS (7) Y NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS
(10)
- ¿He robado algún objeto o alguna cantidad de dinero? ¿He
reparado o restituido pudiendo hacerlo? ¿Estoy dispuesto a realizarlo? ¿He
cooperado con otros en algún robo o hurto? ¿Había alguna circunstancia que
lo agravase, por ejemplo, que se tratase de un objeto sagrado? ¿La
cantidad o el valor de los apropiado era de importancia?
- ¿Retengo lo ajeno contra la voluntad de su dueño?
- ¿He perjudicado a los demás con engaños, trampas o
coacciones en los contratos o relaciones comerciales?
- ¿He hecho daño de otro modo a sus bienes? ¿He engañado
cobrando más de lo debido? ¿He reparado el daño causado o tengo la
intención de hacerlo?
- ¿He gastado más de lo que me permite mi posición?
- ¿He cumplido debidamente con mi trabajo, ganándome el
sueldo que me corresponde?
- ¿He dejado de dar lo conveniente para ayudar a la
Iglesia?
- ¿Hago limosna según mi posición económica?
- ¿He llevado con sentido cristiano la carencia de cosas
superfluas, o incluso necesarias?
- ¿He defraudado a mi consorte en los bienes?
- ¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o
sueldos?
- ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás?
- En el desempeño de cargos o funciones públicas, ¿me he
dejado llevar del favoritismo, acepción de personas, faltando a la
justicia?
- ¿Cumplo con exactitud los deberes sociales, v. gr., pago
de seguros sociales, con mis empleados? ¿He abusado de la ley, con
perjuicio de tercero, para evitar el pago de los seguros sociales?
- ¿He pagado los impuestos que son de justicia?
- ¿He evitado o procurado evitar, pudiendo hacerlo desde
el cargo que ocupo, las injusticias, los escándalos, hurtos, venganzas,
fraudes y demás abusos que dañan la convivencia social?
- ¿He prestado mi apoyo a programas inmorales y
anticristianos de acción social y política?
OCTAVO
MANDAMIENTO – NO LEVANTARÁS FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIRÁS
- ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido
seguirse? ¿Miento habitualmente porque es en cosas de poca importancia?
- ¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de
otra persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos? ¿He reparado de
alguna manera, v. gr., hablando de modo positivo de esa persona?
- ¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era
verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo?
- ¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado?
- ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he
comunicado a otras personas? ¿He rectificado ese juicio inexacto?
- ¿He revelado secretos importantes de otros,
descubriéndolos sin justa causa? ¿He reparado el daño seguido?
- ¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia, o por
dejarme llevar del mal genio?
- ¿He hablado mal de los demás —personas o instituciones—
con el único fundamento de que “me contaron” o de que “se dice por ahí”?
Es decir, ¿he cooperado de esta manera a la calumnia y a la murmuración?
- ¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas,
profesionales o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar
o hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan a
descubrir sus defectos morales a menos que lo exija el bien común?
- ¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en
provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He reparado el
daño que causé con mi actuación?
- ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que
por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren
darlos a conocer?
- ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los
que las mantenían?
B.-
LOS SIETE PECADOS CAPITALES
1.-
LA SOBERBIA:
Opinión demasiado buena que tiene uno de sí mismo. Admiración
excesiva del propio yo. El orgullo hace que uno sea su propia ley, su propio
juez en cuestiones de moral y su propio Dios. El orgullo engendra la censura,
la maledicencia, las frases hirientes y la difamación de la personalidad de
otros, que infla más nuestro “EGO”. El orgullo hace que califique uno de
imbéciles a quienes no están de acuerdo con uno. Preguntémonos:
- ¿Asumo actitudes de jactancia o vanagloria?
- ¿Me produce engreimiento que se hable de mí?
- ¿Soy acaso hipócrita?
- ¿Pretendo ser lo que no soy?
- ¿Soy terco?
- ¿Rehúso renunciar a mi voluntad o capricho?
- ¿Nunca doy mi brazo a torcer?
- ¿Soy voluntarioso/a? ¿Me causa resentimiento todo lo que
contraría mi voluntad?
- ¿Me peleo cada vez que mis deseos son amenazados?
- ¿Soy desobediente? ¿Soy renuente a someterme a las
decisiones de quienes legítimamente son mis superiores?
- ¿Rehúso someterme a
la Voluntad de Dios?
2.-
LA AVARICIA:
Apego desordenado a las riquezas. Perversión del derecho que
Dios nos ha concedido de poseer cosas.
- ¿Quiero tener dinero como una finalidad en
sí
- ¿Deseo tenerlo como un medio para lograr
una finalidad, como satisfacer necesidades de mi espíritu y de mi
organismo?
- ¿Carezco de honradez? ¿Hasta qué grado y en
qué forma?
- ¿Correspondo con toda honradez, con mi
trabajo al pago que por desempeñarlo se me da?
- ¿Cómo empleo el dinero que gano?
- ¿Soy tacaño (a) con mi familia?
- ¿Siento apego al dinero en sí?
- ¿Hasta qué grado llega mi amor al lujo?
- ¿En qué forma ahorro dinero?
- ¿Me valgo de trampas ó no me detiene el
hecho de que un negocio no sea limpio con tal de hacer y ganar dinero?
- ¿Trato de engañarme a mí mismo (a) y cierro
los ojos en casos como estos?
- ¿Le llamo ahorro a lo que sé que es
tacañería?
- Cuando se trata de negocios que pueden
dejarme utilidades considerables, pero que obviamente son de mala fe,
¿trato de justificarme diciendo que “son negocios de gran envergadura”?
- ¿Confundo lo que es un atesoramiento
irrazonable, con lo que es asegurar el porvenir propio y de mi familia?
- Si en la actualidad no tengo dinero, ni
ningún bien económico, ¿qué me propongo hacer para llegar a tenerlo?
- ¿Me valdría de medios poco limpios para
lograrlo?
3.-
LA LUJURIA:
Afición desordenada a los placeres de la carne. Deseo
excesivo de los placeres de la carne.
- ¿Soy culpable de Lujuria en cualquiera de sus formas?
- ¿Trato de justificarme cuando doy rienda suelta a mi
apetito sexual, diciéndome que mis desmanes son “necesarios para la salud”
o la expresión de mi individualidad?
- ¿Tengo relaciones sexuales extra-maritales?
- Si soy casado, ¿me conduzco como un hombre o como una
bestia? ¿Realmente creo que la lujuria es amor?
- ¿Sé en el fondo de mí mismo que la lujuria no es amor y
que el amor no se reduce al sexo?
- ¿Creo que la cuestión sexual no es más que una parte del amor, una de las formas en que se
manifiesta y que moralmente se limita al matrimonio?
- ¿He cometido excesos de lujuria que hayan afectado a mi
razón en alguna de las siguientes formas:
a.- Pervirtiendo mi modo de ver y de entender, hasta hacer que no pueda discernir la verdad?
b.- Menguando mi prudencia y por consiguiente dañando mi sentido de los valores, con el resultado de cometer desatinos?
c.- Amando mi egoísmo y como consecuencia, falta de consideración de mi parte?
d.- Debilitando mi voluntad hasta llegar a perder la facultad para tomar una decisión y convertirme en un ser voluble? - ¿Es posible que Dios, tal como lo concibo, le conceda lo
que le pida a una persona relajada en sus costumbres sexuales, dentro o
fuera del matrimonio?
- ¿Aprobaría Dios mis hábitos sexuales?
4.-
LA ENVIDIA:
Disgusto ó pesar del bien ajeno.
- ¿Me molesta que otros sean felices o tengan éxitos tal
cómo si esa felicidad o ese éxito, fuese algo que me lo hubiesen quitado a
mí?
- ¿Me causan resentimiento aquellos que son más
inteligentes que yo, porque envidio que lo sean?
- ¿Censuro lo que hacen otros porque para mis adentros,
quisiera haberlo hecho yo, por el honor o el prestigio que eso trae?
- ¿Soy envidioso al grado de tratar de menguar la personalidad
de alguien intrigando insidiosamente contra él?
- ¿Propago chismes?
- ¿Creo que son envidiosos aquellos que llaman hipócritas
a quienes aunque sujetos a error como todo ser humano, tratan de cumplir
con los preceptos de su religión? ¿ Soy culpable en ese sentido?
- ¿Califico de presumidos a quienes son bien educados o
instruidos, porque les envidio esas ventajas?
- ¿Es real el aprecio que manifiesto por otros?
- ¿Envidio a alguien por alguno de los motivos mencionados
o por cualquier otro?
5.-LA
IRA:
Cólera, enojo, apetito de venganza. Irritación, movimiento
desordenado del alma ofendida. Molestia.
- ¿Me dejo llevar por la ira?
- ¿Tengo arranques de cólera?
- ¿Siento deseos de venganza?
- ¿Juro que: “esto me lo pagarán”?
- ¿Recurro a la violencia?
- ¿Soy susceptible, sensitivo o impaciente con exceso?
- ¿Me molesto por cualquier cosa?
- ¿Murmuro o refunfuño?
- ¿Ignoro que la ira es un obstáculo para el equilibrio de
la personalidad y para el desarrollo espiritual?
- ¿Me doy cuenta de que la ira rompe el equilibrio mental
y por consiguiente, impide juzgar acertadamente?
- ¿Dejo que me maneje la ira, cuando sé que me ciega a los
derechos de los demás?
- ¿Cómo puedo
justificarme ni el más insignificante berrinche, cuando sé que la ira
rompe la concentración que necesito para poder cumplir con la voluntad de
Dios?
- ¿Me contagia la ira de otros que por su debilidad se
molestan conmigo?
- ¿Puedo esperar que la Serenidad de Dios llegue a mi
alma, mientras ésta está sujeta a mis accesos de ira, motivados a veces
por insignificancias?
6.-
LA GULA:
Falta de moderación con la comida o en la bebida. Abuso del
placer que Dios ha conferido de comer y beber lo que necesitamos para nuestra
subsistencia.
- ¿Me debilito moral o intelectualmente
debido a mis excesos con la comida o con la bebida?
- ¿Acostumbro a comer con exceso,
esclavizándome así a los placeres de la mesa?
- ¿Creo que el hecho de comer o beber con
exceso no afecta a la moral en mi vida?
- ¿He bebido o comido con tal exceso que haya
vomitado, para luego seguir bebiendo o comiendo?
- ¿Bebo con tal exceso que esto llega a
afectarme?
7.-
LA PEREZA:
Vicio que nos aleja del trabajo, del esfuerzo. Enfermedad de
la voluntad que nos hace descuidar nuestro deber.
- ¿Soy perezoso (a)?
- ¿Soy dado a la holganza o indiferente
cuando se trata de cosas de orden material?
- ¿Soy tibio o descuidado en mis oraciones?
- ¿Desprecio la disciplina?
- ¿Prefiero leer una novela que algo que
requiera un esfuerzo mental?
- ¿Soy pusilánime para llevar a cabo lo que
moral o espiritualmente es difícil?
- ¿Soy descuidado (a)?
- ¿Siento aversión por lo que signifique
esfuerzo?
- ¿Me distraen fácilmente las cosas de orden
temporal de las que son espirituales?
- ¿Llega mi indolencia al grado de desempeñar descuidadamente mi trabajo?
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