La Arquidiócesis de Santa Fe, en Nuevo México (Estados Unidos), advirtió a sus sacerdotes de que podrían perder la facultad de predicar si pronuncian homilías de más de cinco minutos durante las Misas.
La Arquidiócesis le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que la
restricción es parte de la respuesta arquidiocesana a la pandemia de
coronavirus COVID-19.
En el memorando enviado el 31 de julio, el vicario general
arquidiocesano, P. Glennon Jones, dijo que la cancillería arquidiocesana había “recibido informes de algunas homilías que duraban mucho
más del límite de 5 minutos establecido por el arzobispo”.
“Esto no solo aumenta el tiempo de exposición [del
coronavirus] a otros, sino que aumenta el desconcierto de muchos feligreses,
hasta el punto de que algunos no asisten a Misa por ello”, comentó.
El P. Jones escribió que “si tales homilías
continúan, [el Arzobispo John Wester] considerará acciones más severas para el
clero en cuestión, hasta e incluyendo la posible suspensión de la facultad de predicar”, escribió
el P. Jones.
La advertencia fue parte de una serie de “comunicaciones
periódicas” de la cancillería sobre la práctica pastoral y sacramental
en la Arquidiócesis de Santa Fe durante la pandemia.
Desde el 16 y 17 de mayo, las iglesias de la arquidiócesis reabrieron
para la celebración pública de la Misa de acuerdo con la Fase 1 de las pautas
emitidas por el gobernador, lo que permite una asistencia del 10% de la
capacidad del templo.
Según las pautas
publicadas en el sitio web de la arquidiócesis, se
mantienen varias restricciones sobre la celebración de la liturgia, incluida la
prohibición del canto de los feligreses.
El límite de tiempo de cinco minutos para las homilías al que se hace
referencia el memorando del 31 de julio parece haber sido precedido por una
relajación de las pautas publicadas, que establecen que las homilías deben ser “muy breves” y “tres
minutos como máximo”.
Las diversas restricciones y directivas emitidas por Mons. Wester tienen
como objetivo garantizar que la Misa dure entre “30
y 40 minutos”.
El memorando del 31 de julio también dice a los sacerdotes que a la luz
de la pandemia del coronavirus, los comulgantes pueden recibir la Eucaristía “dentro de la Iglesia si se van enseguida después de
eso”.
CNA pidió a la Arquidiócesis que confirmara si la directiva con respecto
a la duración de las homilías se había emitido de manera consistente con el Derecho
Canónico, y que aclarara cómo se haría cumplir la política. Un portavoz de la
Arquidiócesis respondió que el propósito del correo electrónico y la política
era asegurar que los sacerdotes tomaran todas las precauciones necesarias
contra el coronavirus.
“La intención del memorando del P. Glenn Jones era
subrayar la gravedad de la pandemia, la gran preocupación del Arzobispo por la
vida humana y la salud y seguridad de nuestros feligreses”, dijo el portavoz.
“Nuestros feligreses también han sido informados de
los protocolos arquidiocesanos y han expresado sus preocupaciones. Por lo
tanto, a nuestros sacerdotes se les ha recordado que deben seguir el protocolo
de predicar solo breves homilías de 3 a 5 minutos durante estos tiempos
peligrosos”, continuó.
Las otras diócesis del estado de Nuevo México, Gallup o Las Cruces, no
han establecido límites a la duración de las homilías desde que se reanudó la
celebración pública de la Misa.
La Instrucción General del Misal Romano
no prescribe un período de tiempo particular para la homilía. Señala que esta “es necesaria para alimentar la vida cristiana. Conviene
que sea una explicación o de algún aspecto de las lecturas de la Sagrada
Escritura, o de otro texto del Ordinario, o del Propio de la Misa del día,
teniendo en cuenta, sea el misterio que se celebra, sean las necesidades
particulares de los oyentes”.
“Los domingos y las fiestas del precepto debe
tenerse la homilía en todas las Misas que se celebran con asistencia del pueblo
y no puede omitirse sin causa grave, por otra parte, se recomienda tenerla
todos días especialmente en las ferias de Adviento, Cuaresma y durante el
tiempo pascual, así como también en otras fiestas y ocasiones en que el pueblo
acude numeroso a la Iglesia”, explica la
instrucción.
En una audiencia de 2018, el Papa Francisco exhortó a los sacerdotes a
asegurarse de que sus homilías estén bien preparadas y no debe durar más de
diez minutos. En las celebraciones dominicales de la Misa, sin embargo, el Papa
ha predicado más de la cantidad recomendada y no ha establecido normas formales
sobre la duración de las homilías.
En su exhortación apostólica Evangelii
gaudium de 2013, el Papa Francisco enfatizó la
importancia de las homilías.
“Hay una valoración especial de la homilía que
proviene de su contexto eucarístico, que supera a toda catequesis por ser el
momento más alto del diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la comunión
sacramental. La homilía es un retomar ese diálogo que ya está entablado entre
el Señor y su pueblo”, escribió.
El Papa enfatizó que un sacerdote debe discernir en la oración, y de su
conocimiento de su pueblo, la mejor manera de predicarles. “El que predica debe reconocer el corazón de su comunidad
para buscar dónde está vivo y ardiente el deseo de Dios, y también dónde ese
diálogo, que era amoroso, fue sofocado o no pudo dar fruto”.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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