Yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles. No diga ahora que no sabía.
Por: Jaime Duarte Mtz. | Fuente: Yo influyo
ES PELIGROSO PORQUE…
1. Disciplina
o práctica milenaria, mística-espiritual hindú (1,800 a.C.). Sus posiciones y
ejercicios son inseparables de su cosmovisión; “no
hay hinduismo sin yoga, y no hay yoga sin hinduismo”.
2.
Fueron Christopher Isherwood y la Sociedad Teosófica quienes trajeron a
Occidente el budismo zen y el yoga del Oriente. No se conocían antes estas
creencias ni en Estados Unidos ni en Europa. Los gobiernos estadounidense y
británico impulsaron sus planteamientos. La Sociedad Teosófica fue dirigida por
masones y ocultistas (Helena P. Blavatsky, Annie Besant, Alice Bailey).
(1)
3. En
cualquiera de sus formas, la finalidad del yoga no es únicamente la relajación,
la correcta respiración ni el bienestar o control físico, sino la “iluminación”. Es una “vía
de perfección” (de ocho pasos) a través del control de los “elementos físicos y psíquicos” de la persona que
pretende el “nirvana” (extinción del
sufrimiento) para alcanzar la “iluminación” (apertura
del “tercer ojo”) y la “unión con Dios”.
Dicen los yoguis hindúes que los primeros cinco pasos (disciplina moral,
purificación corporal y espiritual, posturas gimnásticas-corporales, control
respiratorio y desconexión sensorial) son la preparación para alcanzar los
grados más altos del “yoga regio” o “raja yoga”.
(2)
4. La “Iluminación” se lograría despertando a Shiva
(deidad hindú) en forma de serpiente (kundalini), que se dice mora al final de
la espina dorsal, o bien, en los genitales, con objeto de que ascienda desde
ese punto por la columna vertebral y vaya “activando”
uno a uno los seis o siete chakras (supuestos centros de energía
ubicados a lo largo la espina dorsal), y así se una a su esposa Parvati (diosa “energía”) que le espera en la cabeza.
El enlace Shiva-Parvati abriría el “tercer ojo” a nivel psíquico y… ¿físico? Esta es la meta del “yoga kundalini” y de la “meditación
dinámica”. (3)
5. Instructores
y difusores de esta disciplina como Ana Paula Domínguez (Directora del
Instituto Mexicano del Yoga) confirman que, en efecto, las diferentes
posiciones de ese método encarnaban al dios Shiva, a quien solían adorar
mediante un símbolo fálico llamado linga, y que “el
objetivo era obtener la liberación al fundirse con aquella poderosa deidad”. (4)
6. La
apertura del “tercer ojo” ha sido motivo de
interés de los yoguis, swamis y “maestros”
orientales, como también de los ocultistas occidentales, pues afirman que con
ello se tiene acceso al conocimiento de todo cuanto existe, de toda la
realidad, aún de la sobrenatural (por ejemplo, sobre el futuro).
Por ello, personalidades como el fundador del
satanismo, Aleister Crowley (“el satanista más
depravado de todos los tiempos”), y Jon Klimo (el “médium” más famoso de la historia), practicaban y
recomendaban ampliamente el yoga. (5)
7. Asociaciones
como la Masonería (excomulgada por la Iglesia Católica) promueven dicha
práctica oriental. En el ritual llamado “Paladión”,
el segundo paso (de cinco en total) consiste en la “iluminación” o apertura del “tercer ojo”.
Willian Shnoebelen (ex satanista y ex masón),
quien practicó el ritual, afirma que ese ojo (“el
Ojo que todo lo ve”) “es el punto de
contacto entre los humanos y la conciencia de Lucifer”, y se comienza a “pensar como él piensa y a ver con sus ojos... No es una
buena experiencia”. (6)
8. Gopi
Krishna, ex yogui de Cachemira quien introdujo la teoría del “Kundalini” (“energía vital” y “serpiente”), estuvo a punto de caer en locura
completa en 1937, mientras meditaba sobre su “chakra”
superior (o “tercer ojo”).
Dijo: “De aquí en
adelante, durante largo tiempo, tuve que vivir pendiente de un hilo,
debatiéndome entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad. (…) He
pasado por casi todas las etapas de (...) tipos de mente: mediúmnica, psicótica
y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”. (7)
9. El
Swami Prabhavananda advierte sobre los peligrosos efectos físicos que pueden
resultar de los ejercicios de respiración yoga: “A
menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el
cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una
supervisión adecuada, pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico
conocidos pueden curar”.
Los ejercicios respiratorios tienen como
finalidad, en la religión hindú, aspirar el prana
= la esencia del éter, el Atman-Brâhman, lo
divino, la “fuerza vital” (“la energía”). Asimismo, el yogui Shakta Kaur
Khalsa afirma:
“El mito de que el kundalini es peligroso sólo sería posible mediante una muy
mala práctica... la técnica y preparación adecuadas son el aislante necesario
para el flujo correcto de la energía kundalini”. (8)
10. Ana
Paula Domínguez y Marco Antonio Karam (Director de Casa Tíbet México),
reconocieron juntos en el programa radiofónico “¿Qué
tal Fernanda?”, en 2004, que el yoga puede presentar un riesgo para
quienes lo practican, debido, en parte, a que en México existen numerosos
institutos o escuelas no autorizados para enseñarlo.
11. El Presbítero Manuel Guerra, un importante
investigador de las sectas, afirma que es un riesgo “suprimir
la conciencia”, pues según el segundo principio del “sutra” (discurso de Buda),
“el yoga consiste en impedir que la conciencia/pensamiento tome formas
diversas”, o sea, en la “cesación de la actividad mental”. (9)
12. El
Presbítero Alfonso Uribe Jaramillo considera: “El
yoga puede ser instrumento válido para el hindú que busca con sinceridad la
salvación y no ha conocido la verdad revelada por el Verbo de Dios. Pero para
el cristiano, es un camino erizado de peligros y, a la larga, si no lo aparta
de Jesucristo, lo llevará a una gran confusión, pero no a la verdadera
perfección cristiana”. 10)
13. El
Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: “El yoga
es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la
espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un
simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del
hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al
cristianismo. La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’. Habría que preguntarnos:
¿unión con qué?”. (11)
14. El
Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso del Vaticano, ubican al yoga como parte de las muchas prácticas
de la New Age, al tiempo de cuestionarla como forma de “iluminación”. (12)
15.
Existen ya testimonios de posesiones demoniacas, parciales o totales, en
personas que practicaron el yoga. Los mismos ocultistas y médiums ya
mencionados, nos confirman lo anterior, pues usaban su cuerpo con esta técnica
para entrar en contacto con los “muertos”
(espíritus malignos).
Por lo tanto, el Yoga es una forma actual de
idolatría, esoterismo, neopaganismo, ocultismo, adivinación, comunicación “mediúmnica”, y posesión diabólica. Así, yoga y
cristianismo son esencialmente incompatibles. ¡No
diga ahora… que no sabía!
* Fuente: www.nuevaeravsbuenanueva.blogspot.com
* Fuente: José Lesta y
Miguel Pedrero. Claves Ocultas del Poder Mundial. Ed. Edaf, Madrid, 2005.
* Fuente: Manuel Guerra
Gómez. Las sectas y su invasión del mundo hispano: una guía. EUNSA, Navarra,
2003, p. 491 y 992.
* Fuente: Fernando D.
Saraví. Invasión desde Oriente: Los peligros de las nuevas filosofías
hinduistas. Clie, Barcelona, 1995, p. 185-186. Mitch Pacwa. Los católicos y la
nueva era. Florida Center for Peace, Miami, Florida, 1992, p. 256. La Biblia
nos dice en Mateo 4, 10: “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a Él
darás culto”.
* Fuente: Milenio Diario,
12 julio 2002.
* Fuente: Jaime Duarte
Martínez. Nueva Era vs. Buena Nueva. México, 2007, p. 64 y 329.
* Fuente: William
Shnoebelen. La Masonería más allá de la luz. Chick Publications, California,
1997, p. 197.
* Fuente: Abraham
Dastferrez. Nueva Era. Ed. Clie, Barcelona, 2000, p. 235.
* Fuente: Michel Gleghorn.
“El yoga y el cristianismo: ¿son compatibles?”, en:
http://www.ministeriosprobe.org/docs/yoga-esp.html#text19; y Shakta Kaur Khalsa.
Kundalini Yoga. Ed. Alamah, 2001, p. 10.
* Fuente: Manuel Guerra
Gómez. Las sectas y su invasión del mundo hispano: una guía. EUNSA, Navarra,
2003, p. 992.
* Fuente: Alfonso Uribe
Jaramillo. Ángeles y demonios. Lumen, Argentina, 1995, p. 205.
* Fuente: Norberto Rivera
Carrera. 18 preguntas sobre la Nueva Era. México, 1996, pregunta 16.
* Fuente: www.vatican.va
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