Un
embarazo inesperado puede causar muchas emociones encontradas. Pensemos en dos situaciones: la primera es
aquel embarazo fuera del matrimonio que nos toma totalmente desprevenidas, lo
que llamamos un embarazo no planeado. Y por otro lado aquel que deja con la
boca abierta a una pareja casada que esperaba todo menos otro hijo, y aunque
tampoco sea planeado se da en circunstancias totalmente distintas. En
ambos casos hay una vida en juego, un ser inocente en el vientre de la madre.
Estos son algunos consejos que
pueden ayudar en caso de un embarazo inesperado, espera que te sean útiles y
que los puedas compartir con otras mujeres:
1. PONTE EN EL LUGAR DEL BEBÉ
Ya sé que primero hay un
ataque de pánico, automáticamente llegan los peores pensamientos a nuestra
cabeza. «Me van a echar de la casa», «mis padres no
resistirán la noticia», «de dónde voy a sacar dinero», «tendré que abandonar mi
estudio o trabajo».
Después de la montaña rusa de
emociones, hay que tratar de encontrar unos minutos de calma en medio de
la tempestad y pensar que ahora somos responsables de la vida de un ser
humano. Si tomamos la
decisión de tener relaciones sexuales debemos asumir las consecuencias.
2. COMUNÍCALE LA NOTICIA A TU PAREJA O A ALGÚN
AMIGO CERCANO
No guardes silencio. Habla con
tu pareja, algún amigo cercano o un miembro de tu familia. No tomes decisiones
apuradas o hagas suposiciones sobre lo que podría suceder. En caso de no
contar con el apoyo de tu pareja busca a una persona de confianza que pueda
aconsejarte.
Muchas veces en medio de la
angustia se toman decisiones equivocadas o se accede a «soluciones
fáciles» como el aborto. Hablar con otra persona te ayudará a mitigar un
poco la incertidumbre y el miedo.
3. OÍDOS SORDOS A LOS COMENTARIOS NEGATIVOS
Si eres soltera o has sido
víctima de una violación y aún así decidiste respetar la vida del bebé, o
también si ya estás casada, tienes otros hijos y sencillamente el embarazo les
cayó a todos por sorpresa, hay que respirar profundo y aprender a ignorar los
comentarios de la gente.
De inmediato surgirán los
típicos «te arruinaste la vida», «tantos sueños que
tenías y ahora no podrás hacer nada», «te vas a quedar estancada». Lo
que hay que tener claro es que la única que va a luchar por
sacar adelante ese bebe eres tú o tu pareja, ninguno de los que critican la
situación va a sostener al bebé. Entonces
a llenarse de valentía por esa nueva vida que viene en camino.
4. LA ADOPCIÓN SÍ ES UNA OPCIÓN
El miedo de la mayoría de
mujeres está basado en el qué dirán, en el escándalo que habrá si se sabe del
embarazo o en no contar con los recursos económicos suficientes. Ninguna mujer
odia a su hijo cuando se entera de que la prueba da positivo, la confusión y el
pánico nos juegan una mala pasada.
Si
ya has evaluado todas las opciones y tú y tu pareja se dan cuenta de que de
ninguna manera pueden hacerse cargo del bebé, es momento de pensar en la
adopción, de ser racionales y poner ante todo el derecho a la vida que esa
criatura tiene por sobre todos las demás cosas.
Algunas veces hay amigos o
familiares cercanos que estarían dispuestos a hacerse cargo del bebé, o
entidades que se encargan de acoger a todos estos niños para buscarles un
hogar. También hay casas de acogida en las que las madres pueden refugiarse si
las han echado de casa o si no quieren vivir el embarazo puertas afuera.
5. ACUDE A ORGANIZACIONES PROVIDA
Allí podrán asesorarte
psicológicamente, darte una ruta a seguir según la opción que quieras tomar:
tener el bebé o darlo en adopción. Adicionalmente la mayoría de estas entidades
o fundaciones te brindan ayuda según tu perfil.
Ejemplo: si necesitas un
doctor, si no tienes dinero para los controles prenatales, si te echaron de
casa o si no tienes ningún detalle listo para la llegada de tu bebe (pañales,
ropa, cobijas etc.).
6. HAZTE MIEMBRO DE UNA COMUNIDAD DE MADRES
Aunque el apoyo de tu pareja,
amigos y familiares sea primordial en la etapa del embarazo, también es muy
efectivo buscar a otras mujeres que estén en la misma
situación. Existen aplicaciones
en las que además de estar enterada del proceso de crecimiento de tu bebe,
también puedes formar parte de un grupo de madres según sea tu caso (mamás
primerizas, solteras, con embarazo de alto riesgo, según el país o la edad).
Esto te ayudará a sentirte más
tranquila, podrás despejar dudas y compartir las experiencias que vives a
medida que transcurre el embarazo.
7. PRIORIZA TUS ACTIVIDADES Y HÁBITOS
Aunque no haya estado dentro
de tus planes ser madre y ahora estés en camino a serlo, debes empezar a pensar
que el bienestar de tu bebé y el tuyo están primero. Trata de evitar ambientes pesados,
conflictos, personas negativas o agresivas, lugares en donde la vida de tu bebé
o la tuya corran riesgo o trabajos muy forzados.
Es difícil hacerse a la idea
de ser madre de un día para otro, pero si optaste por la decisión más valiente
también tienes que pensar en tu salud y empezar a cambiar tus hábitos
alimenticios. Dejar de lado cigarrillos, licor o cualquier otra cosa que perjudique
tu bienestar y el de tu bebé.
8. ACUDE A UN BUEN PSICÓLOGO
Esta decisión es opcional.
Algunas mujeres pueden contar con el apoyo inmediato de todas las personas que
las rodean, pero otras pueden encontrar más obstáculos en el camino. Por eso
aconsejo a las mujeres embarazadas contar con el asesoramiento de un psicólogo
(preferiblemente con un profesional que comparta tus ideales cristianos) que
les ayude a sobrellevar de alguna manera la carga emocional que ahora reposa
sobre sus vidas.
El embarazo es una etapa en la
que experimentamos demasiados cambios hormonales y si le sumamos a esto el
rechazo, las dificultades económicas, despidos o soledad, estaremos sumidas en
una depresión sin lugar a dudas. Esto no es bueno para el bebé o la madre, contar con el punto de vista de una persona que no te
juzga puede hacerte ver las cosas de otro modo.
9. PIENSA EN LO POSITIVO
Aunque todo el panorama esté
rodeado de incertidumbre puedes darte la oportunidad de pensar
en lo maravilloso que puede llegar a ser madre. En el milagro
que llevas en tu vientre, en lo afortunada que eres al ser escogida como su
madre, serás lo más importante para ese bebé que viene en camino.
Te amará incondicionalmente,
te llenará los días de alegría, te sacará sonrisas a cada instante, te hará
hacer cosas que jamás creíste poder hacer. Te convertirá en un mejor ser
humano, te contará las mejores historias, te besará y te abrazará sin importar
el lugar y la hora.
Esos nueve meses de embarazo
se convertirán en la mejor espera cuando veas por primera vez sus ojos, su carita,
cuando sujetes su manita o cuando te diga por primera vez «mamá».
10. RECUERDA QUE UN ABORTO NO SE OLVIDA JAMÁS
Algo de lo que nunca somos
conscientes (en la mayoría de las decisiones que tomamos en momentos de crisis)
es en las consecuencias que vienen después. La mujer que aborta no piensa cómo
se sentirá dentro de unos años o tal vez unos meses.
No imagina que después de
«deshacerse del problema» vendrá el dolor, el vacío, la culpa, el arrepentimiento,
la angustia y un sin fin de sentimientos que tal vez se controlen o se camuflen
con las actividades del diario vivir pero que se volverán como una puñalada en
el momento que menos lo esperen.
Como por ejemplo cuando en
ambientes familiares o laborales se toca el tema de los hijos, cuando te
enteras de que alguien cercano está esperando un bebé. Cuando simplemente pasas
por un parque e imaginas qué juegos le hubiesen gustado a ese bebé que no llegó
a nacer, calcularás en qué fecha hubiera sido el parto, cuántos años tendría y
tal vez qué nombre le hubieras puesto.
AUNQUE
LAS MUJERES QUE ABORTAN TRATAN DE SEGUIR COMO SI NADA HUBIERA PASADO, EN EL
FONDO, JAMÁS OLVIDARÁN EL DÍA EN QUE TOMARON LA DECISIÓN DE ABORTAR.
El nacimiento de
un bebé es tal vez el milagro más grande que puede llegar a la vida de una
mujer o de una pareja. Por eso si conoces a alguien que tal vez esté pensando
en abortar, habla con ella, escúchala, no la juzgues y acógela con el mismo
amor con que María acogió en su vientre a Jesús.
Escrito por Lector invitado
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