Una escuela de yoga
de Montevideo está vinculada con una secta rumana liderada por un hombre que
tiene una orden de captura internacional por trata de personas. Hoy, 9 de
agosto, la Justicia de Crimen Organizado de Uruguay decidirá si archiva o
continúa investigando, a pedido de la Fiscalía, a un instructor de yoga
por un presunto caso de trata de personas, tal como ha revelado el
programa informativo Telenoche.
El caso está en
la órbita de la Justicia de Crimen Organizado hace un año y fue investigado a
fondo por la Policía. La investigación comenzó con una denuncia anónima. Una
persona se presentó ante Interpol para denunciar un posible caso de trata de
personas.
El denunciante detalló
que el instructor de una academia de yoga de Uruguay
estaba preparando un viaje con cuatro alumnas hacia Rumania para participar en un campamento del
Movimiento para la Integración en el Espiritual Absoluto, conocido por sus
siglas MISA.
EXPLOTACIÓN SEXUAL DE LAS ADEPTAS
A las jóvenes que iban a
viajar a Rumania se les habría pedido fotos de
cuerpo entero y exámenes de VIH, sífilis, y otras enfermedades de tipo sexual. Por otro lado, en el expediente de la Fiscalía
se establece que una vez en Rumania, las jóvenes participarían de experiencias eróticas o pornográficas como parte de la búsqueda
espiritual y sexual.
Y además, podrían ser filmadas
sin su consentimiento y luego ese material sería distribuido como películas en el circuito pornográfico.
El 10 de agosto de 2018 la Justicia determinó cierre de
fronteras para el instructor por 180 días y la prohibición de
acercarse o comunicarse con una de las alumnas que viajaría a Rumania. Ahora la
fiscal pidió que la investigación se extienda por un año más porque se están
esperando informes desde el exterior.
UNA SECTA POLÉMICA
El MISA fue creado por el
rumano Gregorian Bivolaru en los años 90. Él es, actualmente, una de las personas más
buscadas de la Policía Europea (Europol) ya que cuenta con nueve cargos de abuso sexual y trata de personas. Es buscado
bajo alerta roja por Interpol en todo el mundo (véase la información sobre
su orden de busca y captura).
También es el guía espiritual
de la academia en Uruguay y quien otorgó en 2009 el título de instructor de
yoga al investigado, también de origen rumano. MISA continúa su misión
espiritual y tiene más de 35.000 adeptos en filiales
ubicadas en Europa y América del Sur, además de encontrarse presente en España.
AMENAZAS A PERIODISTAS E INVESTIGADORES
Como acaba de verse, los
medios de comunicación uruguayos son reacios a divulgar el nombre del
instructor de yoga en Montevideo y también el nombre de la academia donde
enseña este peculiar “yoga esotérico” o “yoga
integral”.
Sin embargo, una búsqueda
rápida por Internet ofrece esas informaciones. Sin ir más lejos, la Red
Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) ha publicado varias noticias, en
los últimos cinco años, sobre la acción de este peligroso grupo sectario en
Uruguay.
En agosto de 2015, el
psicólogo Álvaro Farías, integrante de la RIES, publicó un artículo en el que mostraba cómo la Universidad de la República era objeto de la infiltración de la secta
MISA a través de las clases de yoga ofrecidas
por el rumano ahora investigado. Poco después, el centro académico suspendió
dicha actividad, tras comprobar su vinculación con el movimiento rumano (véase
la noticia en este blog, y un reportaje en el que se amplía).
¿Por qué,
entonces, las reticencias a dar los nombres, si todo parece tan claro? La razón es que el instructor de yoga de la secta MISA en Uruguay ha llevado a los
tribunales a los investigadores del fenómeno sectario y a los medios de
comunicación que informaron en su día de todo este escándalo.
Una estrategia típica de muchas sectas, la de amedrentar a los que cuentan los
aspectos que ellas quieren ocultar.
La prensa rumana ya se ha hecho
eco de las novedades de investigación policial en Montevideo.
Secretaría RIES
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