Ese privilegio se
concede a todos los que buscan vivir una vida de gracia y aumentar cada vez más
la fe por medio de su inspiración.
Durante su vida, Padre Pío fue
Director Espiritual de muchos devotos que deseaban quedar bajo su especial
orientación y protección. Él los llamaba sus “Hijos
Espirituales” y siempre les advertía que se comportasen dignamente para
que “no le hicieran pasar vergüenza ante Dios”.
Desde la muerte de Padre Pío
en 1968, el Convento Santa María delle Grazie en San Giovanni Rotondo extendió
ese privilegio a todos los que intentan vivir una vida de gracia y aumentar
cada vez más su fe por medio de su inspiración.
Tú también puedes
ser Hijo Espiritual de Padre Pío.
Condiciones para formar parte de los Hijos
Espirituales de Padre Pío de Pietrelcina:
1.
Vivir intensamente la vida de la divina gracia.
2.
Testimoniar la propia fe con las palabras y las obras, viviendo una auténtica
vida cristiana.
3.
Desear permanecer bajo la protección de San Pío de Pietrelcina y querer
participar los frutos de las oraciones y de las obras del Santo.
4.
Imitar al venerado Padre en su virtud, en particular en su amor por Jesús
Crucificado, por la Santísima Eucaristía, por la Virgen, por el Papa y por toda
la Iglesia.
5.
Rezar el Santo Rosario todos los días, según el ejemplo del Santo.
6.
Participar en la Santa Misa todos los domingos y fiestas de guardar.
7.
Estar animado por un espíritu de santa caridad hacia todos los hermanos.
También puedes unirte a un
grupo de oración de Padre Pío o leer una frase diaria de su pensamiento,
aquí: http://www.padrepiogroup.com
(Via Padre Pio Group)
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