Ninguna palabra amarga,
ni malas noticias llenarán tu vida de pesimismo e incredulidad. El Señor
cuidará tu entorno para que puedas estar bajo un ámbito que te hará fuerte y
bendecido para ser luz en medio de la oscuridad.
En proverbios 15:29-30 (NTV) dice: “El Señor está lejos de
los perversos, pero oye las oraciones de los justos. Una mirada alegre trae
gozo al corazón; las buenas noticias contribuyen a la buena salud”.
Fuimos creados con la capacidad de absorber todo lo que está
en nuestro entorno. Nuestros pensamientos, acciones y actitud ante la vida,
tiene mucho que ver con el entorno donde nos encontramos mayormente. Si estamos
rodeados y acostumbrados a escuchar pensamientos y palabras que tienen que ver
con juzgar o condenar a las personas, eso mismo saldrá de nuestro corazón,
porque es inevitable que eso sea de influencia a nuestras vidas. El versículo
30 de proverbios 15 nos dice: “Las buenas noticias contribuyen a la buena
salud”, y en la versión Reina Valera contemporánea dice: “La luz de los ojos
alegra el corazón, y las buenas noticias fortalecen los huesos”. Ten cuidado
con tu entorno, porque si permaneces recibiendo palabras amargas y malas
noticias, no podrás evitar que esto te afecte, hasta incluso tu propia salud.
La biblia está llena de promesas de fe, sanidad, justicia, salud y prosperidad.
Llénate de la palabra de Dios para que nada te afecte.
Hagamos esta oración:
“Dios Padre hoy cierro mis oídos físicos o espirituales a
recibir y aceptar cosas que puedan afectar negativamente mi fe y pensamientos.
Solo palabras bendecidas y personas de bendición serán de influencia para mi
vida, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, amén”.
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