El joven seguidor preguntó al Anacoreta:
- Mirando la historia de la Iglesia hasta
nuestros tiempos, las personas que hoy consideramos santas, siempre fueron
perseguidas e incomprendidas en vida. ¿Por qué?
Sonrió el anciano colocando una mano
sobre el hombro del joven, respondió:
- Las personas que han intentado seguir
con autenticidad a Jesús han tenido su corazón con los pobres y con los que
sufren. Han vivido con compasión, es decir, padeciendo con los demás y
acogiendo siempre al necesitado sin ninguna distinción. Esa forma de vivir
siempre comporta la incomprensión, la persecución y hasta la misma muerte,
porque los poderosos se ven en evidencia y no lo soportan.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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