No
hace mucho trajeron a nuestras reuniones de los viernes a una dama
aparentemente posesa. El mejor show que en mis 20 años había visto. Al ponerle
las manos ella era el demonio en persona, fuerte, etc. Pero con un poco de
discernimiento me di cuenta que estaba fingiendo.
Su
pareja, un personal de resguardo, la maltrataba y le sacaba en cara, cada vez
que podía, su mal comportamiento pasado al haberse metido con varios hombres…
algo que él nunca le iba a perdonar.
Ella
optó por hacerse la ´posesa cada vez que el arremetía contra ella, le hablaba
en lenguas raras – inventadas por ella –, lo miraba de forma extraña y su
comportamiento infundía miedo, por lo que él optaba por calmarse debido a que sentía
temor de acercarse, en otras palabras ponía en práctica todo lo que aprendió en
la película El Exorcista.
Él
decidió llevarla a nuestro grupo de oración porque ya no soportaba más esa
actitud y realmente pensaba que ella estaba posesa… hasta que llegó el Espíritu
Santo y la desenmascaró.
Ella
ha estado jugando con fuego ya que ha abierto puertas para que verdaderamente
el demonio se le meta… con eso no se juega.
El
también debería decidir perdonarla o en todo caso, ya que no son casados, optar
por la separación por el bien de ambos.
José
Miguel Pajares Clausen
Grupo
Católico de Oración por los Enfermos Si Señor
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