Los 191 padres sinodales y los 62 restantes participantes en el Sínodo
de la Familia han comenzado ya sus trabajos. El Papa ha pedido a todos «hablar
con valentía y escuchar con humildad»
Especiales web (06-X-2014)
El Papa Francisco ha inaugurado los trabajos sinodales sobre la familia
afirmando que «ningún temor se ha de tener con Pedro y bajo Pedro. La presencia
del Papa es garantía para todos de la custodia de la fe». El Santo Padre ha
pedido a los 253 participantes en el Sínodo hablar con audacia, con parresía,
con libertad para hablarlo todo. Que nadie diga que Esto no se puede decir,
qué va a pensar el Papa. Esto no está bien, no es sinodalidad. Es necesario
hablar sin respetos humanos. Se debe hablar con sinceridad y decir todo aquello
que creamos que el señor quiere que digamos. Y también debemos escuchar con
humildad y con corazón abierto lo que digan los hermanos. Hablar claro, con
audacia, y escuchar con humildad son las claves de la sinodalidad. Hacedlo todo
así durante estos días, con mucha tranquilidad y con paz. Ningún temor se ha de
tener con Pedro y bajo Pedro. La presencia del Papa es garantía para todos de
la custodia de la fe».
EL EVANGELIO SE ANUNCIA CAMINANDO
Después de las palabras del Papa a los 191 padres sinodales y a los 62
expertos, auditores y Delegados fraternos que han participan en la asamblea, ha
intervenido el cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo, que
ha hecho un repaso de los trabajos realizados por la Secretaría del Sínodo
desde la última Asamblea, en 2012, dedicada a la nueva evangelización, hasta
hoy; y también ha dado algunas indicaciones prácticas para el trabajo de los
padres sinodales. Ha anunciado también que al final de este primer Sínodo sobre
la familia se hará público una Relación sinodal que recogerá la síntesis
de los trabajos de estos días y que adelantará el Instrumentum Laboris
de la Asamblea de 2015.
Para el cardenal Baldisserir, todos estos meses, hasta el Sínodo
Ordinario de 2015, constituyen «un kairós para toda la Iglesia», un tiempo «en
el que estamos llamados a reflejar y profundizar, a la luz del Evangelio y de
la fe de la Iglesia, sobre el tema de la familia»; y un tiempo en que se va a
hacer presente que «la Iglesia es esencialmente comunión. ¿Qué es la
colegialidad si no es caridad, solidaridad, fraternidad y caridad?»
Asimismo, el cardenal arzobispo de Barcelona, don Luis Martínez Sistach,
ha sido el encargado de pronunciar la homilía en la oración de Tercia, afirmó
que «nuestro trabajo sinodal es un servicio eclesial y debe ser plenamente
evangelizador. El mundo de hoy busca a Dios a veces con angustia y a veces con
esperanza, pero no quiere evangelizadores ansiosos, sino personas alcanzadas
por la alegría de Cristo». El cardenal Martínez Sistach ha señalado también que
«el bienestar de la sociedad está ligado a la prosperidad conyugal y familiar»,
por lo que «hemos de tener el sentimiento del buen samaritano, que cura las
heridas» cuando la salud de la familia peligra. Finalmente, pidió tener
presentes «a las familias que no han renunciado a vivir la belleza de la íntima
comunión de vida y amor en su matrimonio»
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