Muchos padres y madres trabajan mucho fuera de casa para que a sus hijos “no les falte de nada”.
Les dan reloj, teléfono móvil, ordenador, juegos electrónicos, etc., etc.
Pero les privan de la más importante: ¡¡¡ATENDERLOS!!!
Están solos.
Les falta compañía, amor, trasmisión de valores, la fe, etc., que es lo más importante que necesitan los hijos.
Pero para esto hay que dedicarles tiempo, y el excesivo trabajo lo impide.
Muchos padres deberían organizar mejor su tiempo.
Y no olvidar que amar a los hijos no es evitarles todo sufrimiento.
Amarles es buscar su bien, aunque sea contrariándoles.
Una complacencia momentánea puede serle perjudicial, y una frustración momentánea puede ayudarles a mejorar.
JORGE LORING, S.I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario