viernes, 21 de diciembre de 2007

NADA SUCEDE POR QUE SÍ…


“…el mayor error del ser humano, es intentar hacer con la cabeza, aquello que no sale del corazón…”

Un día, un muchacho pobre que vendía mercadería de puerta en puerta para pagar sus estudios, vio que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos y tenía hambre.

Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, los nervios lo traicionaron cuando una encantadora joven le abrió la puerta. En vez de comida le pidió un vaso con agua. Ella pensó que él tendría hambre y le dio un vaso con leche. Él bebió despacito y después preguntó:
§ “¿Cuánto le debo?”
§ “No me debes nada – respondió ella.
Y Continuó:
§ “Mi madre me enseñó a no aceptar pago por una caridad”.
§ “Pues te agradezco de todo corazón – dijo él.

Cuando Howard Kelly salió de aquella casa, no sólo se sintió más fuerte físicamente, sino que también su fe en Dios y en los hombres fue más fuerte… él ya estaba resignado a rendirse y dejar todo.

Años después, esa joven mujer se enfermó gravemente. Los médicos de su pueblo estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la ciudad más cercana, donde llamaron a un especialista para estudiar su extraña enfermedad. Llamaron a Howard Kelly.

Cuando escuchó el nombre del pueblo de donde era ella, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente vestido con su bata de médico, fue a ver a la paciente. Reconoció inmediatamente a aquella mujer.

Se determinó hacer lo mejor para salvar aquella vida. Dedicó especial atención a aquella paciente. Después de una gran lucha por la vida de la enferma, se ganó la batalla.

El Dr. Howard Kelly pidió a la administración del hospital que le enviara la factura total de los gastos. Él la pagó, después escribió algo y mandó que se lo entregasen a la paciente.

Ella tenía miedo de abrir el papel, porque sabía que tendría que pasar el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente abrió la factura y algo le llamó la atención… decía lo siguiente:
§ “Factura totalmente pagada hace muchos años con un vaso de leche”: Dr. Howard Kelly.

Lágrimas de alegría corrieron por los ojos de la mujer y su corazón feliz rezó:
§ “Gracias, Dios, porque tu amor se manifestó en las manos y en los corazones humanos

Nota: Así se manifiesta la Providencia Divina cuando se da de corazón.

2 comentarios:

Silvia Cristina Cuesta dijo...

Que bello relato!!!!
Cuanto amor!!

Recien termino de publicarlo en mi blog...
Gracias Hno José..

Saludos,

Silvia Cristina

Hermano José dijo...

NO TIENES POR QUÉ.
¡FELIZ NAVIDAD!
BENDICIONES POR CASA