domingo, 6 de mayo de 2007

LA CAJITA DORADA


La historia cuenta que hace algún tiempo un hombre viudo castigó a su hijita de cinco años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos.

Estaban muy mal de dinero y se molestó mucho cuando la niñita pegó todo el papel dorado en una cajita que puso debajo del Árbol de Navidad. Sin embargo, la noche de Navidad, la niña le trajo la cajita envuelta con el papel dorado a su padre diciendo:
-Esto es para ti, papá.

El padre se sintió avergonzado por haberse molestado tanto la noche anterior, pero su molestia resurgió den nuevo cuando comprobó que la caja dorada estaba vacía y le dijo en tono molesto:
-“¿No sabe usted señorita que cuando uno da un regalo debe haber algo dentro del paquete?”
La niña enjugando sus lágrimas dijo:
-Pero papi, no está vacía le puse besitos hasta que se llenó.

El padre entonces, conmovido, abrazó a la niña y pidió que le perdonara su horrible manera de proceder. Un tiempo después, un accidente se llevo la vida de su niña y el padre conservó la cajita dorada junto a su cama por el resto de su vida. Cuando se sentía solo y desanimado, metía su mano en la cajita y sacaba un beso imaginario de ella.

Reflexión: En un sentido muy cierto, todos nosotros hemos recibido una cajita dorada llena de amor incondicional y besitos de nuestros hijos, familia, amigos… no hay regalo más precioso que uno pueda recibir.

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